Resumiendo 2015 (películas, discos, comics, series…)

El año va tocando su fin y he pensado que lo mejor sería hacer una listilla recopilando lo más destacable del año en los temas que más interesan en este blog.

Sobre basket no vamos a hablar, no porque no haya sido un tema interesante sino porque ya hice un tweet-resumen del año, así que podéis leerlo y damos paso a otros temas.

Empezamos por el terreno televisivo. He de admitir que todavía no he visto ni la segunda temporada de Fargo ni El Hombre en el Castillo, a pesar de venir ambas recomendadas por gente con mucho criterio. Con Fargo decidí esperar por si pasaba lo mismo que con True Detective, que llegaba una temporada del horror, pero todo el mundo ha dicho que hasta supera a la primera. En el caso de El Hombre en el Castillo ya sabéis que Dick para mi es religión y ese es uno de mis libros de cabecera, así que le tenía miedo. A principios de 2016 caerán ambas. De las que sí he visto voy a recomendar tres, y empezaré por Daredevil. Tenía miedo de que fuera un Smallville, pero dentro del genero superheroico es todo un must, una serie muy sólida, muy bien filmada, con buenos guiones y con un respeto absoluto por el espíritu del comic. Y sigo con el eje Marvel/Netflix, pues Jessica Jones (que todavía no he terminado) también me está encantado. Es un pelín más light que en los comics, pero el reparto es excelente, destacando David Tennant como un villano que podría ser el hijo bastardo de JR y Rash Al’Ghul. Y para terminar la ronda de recomendaciones nada como el espectáculo y la pura diversión descerebrada de Ash vs Evil Dead. Porque Raimi nos demuestra que hacer un producto de puro entretenimiento no implica hacer una mierda, y nos regala una joya que cualquier fan de la saga adorará. Añadiré, para camaradas fans de Dr Who, que la novena temporada ha sido mucho mejro que la octava, y que si alguien tenía dudas sobre Capaldi ahora sí que deberían haber desaparecido.

ash-vs-evil-dead

En cuanto al cine estoy más desaparecido, y no porque no haya visto mucho sino porque casi todo el que he visto ha sido muy clásico. De nuevo tengo tres en la cabeza, y muy distintas. Arrancaría con Mad Max: Furia en la carretera. Y digo lo mismo que dije sobre Ash vs Evil Dead: se puede hacer un espectáculo divertido sin renunciar a la calidad. El guión lo puedes escribir en tres post-its, pero el ritmo de la narración, la fotografía, la cuidada elaboración de los detalles… una película de acción como hace años que no se hacía. Viramos hacia algo más denso con la fantasía retrofuturista rusa de Qué difícil es ser un Dios. Se trata de un filme cenagoso, desagradable, que no entra ligero pero que es una verdadera joya, que se adentra donde Juego de Tronos no se atreve a acercarse. Técnicamente es de 2014, pero no fue presentada fuera de Rusia hasta 2015, así que la incluyo. Y acabo confesando, pecado pecado, que no he visto Kingsman: Servicio Secreto, y me han dicho que debería estar mi top3, pero por no columpiarme (y porque no tendré tiempo de verla hasta 2016 seguro) voy a darle la tercera plaza a Sicario, de Dennis Villeneuve.Buena peli de acción con mi compañero de ojeras Benicio del Toro.

Qué difícil es ser un dios

En el campo del arte secuencial también he estado más dedicado a los clásicos, de hecho mi primera recomendación no sería un comic nuevo sino una reedición que he adquirido recientemente: El Cid Integral, de Antonio Hernández Palacios. Épicas aventuras medievales finamente dibujados, inteligentemente guionizadas (y eso que el tema, en España, podría dar lugar a tremendas aberraciones) y al fin reeditadas. Una pena que sólo llegaran a sacarse 4 números. No me he atrevido a hincarle el diente a la aventura de Corto Maltés a cargo de Pellejero y Díaz Canales, dos grandes autores pero metiéndose a trabajar con un mito bajo la alargada sombra de Pratt. No dudo que será un comic genial, pero yo todavía no he sido capaz de superar los prejuicios que me hacen mirarlo como a una potencial blasfemia. Me ha sorprendido una pequeña joyita de DC Comics: Bombshells. Una miniserie que reimagina a varias heroínas (y a alguna villana) combatiendo al nazismo en la II Guerra Mundial, algo así como Wonder Woman meets Rossie the Riveter. Añado que Image, la editorial que en los 90 pretendió ser el icono de una nueva generación y la alternativa a Marvel y DC en el terreno superheroico, goza de una salud excelente y nos ha dejado muy buen material este año, material entre el que se encuentra Huck, una historia sobre aceptación, sobre integración pero también sobre superhéroes, algo así como si Ron Howard hiciera su versión de Superman.

Wonder Woman Bombshells

Me voy a mi arte preferido, la música. Ha sido un gran año en lo musical, tanto con veteranos publicando buenos discos (UFO, Michael Schenker, Pentagram, Motorhead, Toto, Pink Floyd) como con bandas de nueva hornada (Blues Pills, Kadavar, Ghost, Night Demon). Quedarme con tres será difícil, así que lo haré con un puñadito, y arranco con Night Demon, una banda que se ha marcado un disco impresionante de buen heavy metal titulado Curse of the Damned, que destila espíritu NWOBHM a lo Tank o Raven por los cuatro costados. El trío germano Kadavar nos regalaba otro de sus sabbathicos álbumes, titulado Berlin, y yo me los perdía en el Resu por culpa del horario de los buses (grupo pendiente para ver en directo en 2016). Y siguiendo con gente sabbathica los portugueses The Black Wizards, liderados por la carismática Joana Brito, nos traían el que ha sido mi disco favorito procedente de la península: Lake of Fire. Sin dejar el rollo retro de bandas contemporáneas también recomendaría los devaneos entre la flauta jethrotulliana con un guitarreo más cañero de Wucan en su último trabajo Sow the Wind. La vieja escuela demostró estar más viva que nunca y yo le di una buena cantidad de vueltas al Toto XIV, una joya de impecable factura como todos los trabajos de estos mitos del AOR estadounidense, y al A Conspiracy of Stars de UFO, un disco que me confirma que las ideas no se les han acabado a estos legendarios británicos (posteriorme certifiqué que en directo tampoco flaquean cuando visitaron Compostela). Pero si hay un triunvirato que para mi marcó este año serían Imelda May, Pentagram y Ghost. La irlandesa se coronó definitivamente como la reina actual del rock and roll, con su gira más multitudinaria para presentar Mayhem (publicado en 2014)  y que pude disfrutar con un conciertazo coincidiendo con las fiestas del Apostol en Compostela. Las huestes de Bobby Liebling encabezaron el cartel del Sonic Blast, donde nos quedó claro que Bobby es un crack, que Pentagram tiene una buena ristra de temazos para llenar un set list de ensueño y que el grupo en directo es muy sólido a pesar del deterioro físico de su frontman, y su último disco, Curious Volume, mantiene intacto el espíritu de la banda. Y sobre Ghost sólo diré dos cosas: han sacado el mejor disco que he escuchado este año y han dado el mejor concierto que he visto también este año. Meliora es un genial batiburrillo donde Bathory se dan la mano con Queen, Mercyful Fate se morrean con Pet Shop Boys y los Beatles copulan con Unleashed. Un disco del que no te diré que haya un solo tema que me parezca malo (pensaba que Mummy Dust era la más floja, pero luego en directo es un cañonazo) y que contiene varios singles de mucha pegada, además de una verdadera joya como es He Is, una canción que me tuvo obsesionado durante días. Y sobre su directo sólo diré que es sublime hasta el último detalle:puesta en escena, ejecución de los temas, selección del set list… si hasta es la primera banda a la que veo jugar con el olor de la sala, que ambientaron con incienso para dar un ambiente más sacramental. Para cerrar el recorrido musical destaco también a el Natural Behaviour de Sandford Music Factory como lo que más me ha gustado de la producción gallega, junto al Gods of Heaven and Earth de los vigueses Supa Scoopa, y acabaría citando el Live de los suecos Blues Pills como mejor disco en directo del año.

Emeritus III Ghost live

En lo tecnológico parece que el smart-watch no acaba de penetrar con la fuerza que algunos le suponían, aunque sus ventas han crecido desde la irrupción de Apple en el negocio. Y algo así ha pasado con las bases de datos No-SQL, que decían que eran «the next big thing» pero todavía no acaban de entrar con fuerza entre los desarrolladores (aunque yo me esté mirando algo de MondoDB). Lo que sí ha crecido es la popularidad de Arduino y Raspberry Pi, con comunidades de desarrolladores cada vez má asentadas, y con más empresas interesándose por el tema (incluso la BBC se suma y resucita el BBCMicro como un miniordenador barato para proyectos educativos). También se ha recuperado el interés por las gafas de realidad virtual, existiendo hasta alternativas low cost. El negocio sufrió un impacto tremendo por la compra de la gigante de la virtualización EMC por parte de la más gigante todavía DELL, que ve que la venta de portátiles  y sobremesa cae y busca nuevas vías de negocio, provocando la mayor operación de compra de la historia en términos económicos. Microsoft por su parte se ha dado cuenta de que Windows 8 era una mierda que no gustaba a nadie y ha sacado Windows 10, pero si hay algo que esté cambiando en Redmond es la mentalidad, y tras la salida de Ballmer la empresa de la mano de Nadella busca ir más hacia la venta de servicios que de licencias, dando a su vez una imagen de mentalidad más abierta (si hasta hay una versión de Visual Studio que se puede usar en Linux). Por cierto, que las criptomonedas que algunos gafapastas daban por muertas en 2014 han pegado un subidón de nuevo este año, pero sobre todo es interesante ver que algunas entidades bancarias poderosas están invirtiendo en estudiar el tema.

BBC Micro

Y como todos los años hemos perdido a algunos de nuestros ídolos: El gran Terry Pratchett, el entrañable «Spock» Leonard Nimoy, el legendario maestro del terror Christopher Lee, el jugón Meadowlark Lemon de los Globetrotters, el nunca bien ponderado Saza y, como no, Philthy Animal Taylor y el gran Lemmy Kilmister, dejando a Eddie «Fast» Clarke como el único miembro superviviente de la formación mítica de Motorhead de los primeros 80. (Edito para añadir que Ian Murdock, fundador del proyecto debian, parece que también ha fallecido, según leo en diversas noticias)

Y con esto terminamos nuestro tour por 2015. A ver cómo viene 2016, esperemos que mejor, o por lo menos no peor. Aunque siempre le podemos aplicar lo que decía Violencia Rivas

Configurando GIMP para hacer Pixel Art

GIMP es uno de los editores de imagen más populares de software libre. Si estás buscando un software con el que trabajar tus diseños de pixel art es una opción recomendable. Pero claro, hay que configurar un poco.

Lo primero es irte al menú Editar y allí a Preferencias. En Opciones de Herramienta seleccionamos que no se aplique ninguna interpolación. En ese mismo menú nos vamos a Rejilla Predeterminada y ponemos que sea de 1px por 1px. Esto nos facilitará las cosas a la hora de dibujar. Tras eso creamos una nueva imagen, con una resolución de 72 píxeles por pulgada. Para una primera prueba mejor no hagamos un lienzo muy grande.

GIMP para Pixelart

Para mostrar la rejilla que configuramos antes le damos al menú Ver y allí seleccionamos Mostrar Rejilla.

Es importante que el pincel nos pinte lo más plano posible. Para eso elegimos la herramienta Lápiz, ya que con la brocha quedará difuminado. Como decía, elegimos la herramienta Lápiz con opacidad 100% y pincel de 1px de grosor. Con la Goma de Borrar hacemos lo mismo: 1 px de grosor y marcamos la opción Bordes Duros.

configurando lápiz para pixelart

El tener marcada la interpolación como ninguna os permitirá, al terminar, redimensionar la imagen  de forma que mantenga los píxeles. Ahora ya sólo os queda trastear para hacer vuestros macacos 8 bits.

Aquí os dejo un ejemplo de qué se puede hacer en dos minutos, homenajeando a Michael Schenker (chiste sólo para metaleros).

Monigote palo pixelart

Y aquí podéis ver lo que puede hacer un artista con talento del bueno.

Vegeto en pixelart

¿Por qué Ash vs Evil Dead es una obra maestra?

Nunca he sido muy fan del terror gore, siempre me ha parecido que meter un montón de casquería es un recurso mediocre cuando no se saben crear guiones y atmósferas que realmente atemoricen al público. Pero debe haber algo verdaderamente jodido en mi cabeza, porque el gore como recurso humorístico me encanta, lo adoro. Caí en este género a través de las primeras películas de Peter Jackson: Bad Taste, Meet The Feebles y Braindead, y aunque los fans tolkienianos pondrán el grito en el cielo sigo considerando que esa época fue su época dorada. Como es lógico, no tardé tras descubrir esas películas en llegar a la saga de Evil Dead. Del trabajo de Sam Raimi ya había disfrutado antes con sus series de fantasía helénica que eran repetidas por La 2 de TVE todos los veranos: Hércules y Xena. Y posteriormente también por Darkman, película que había conocido de rebote a través del videojuego de la NES. La saga de Evil Dead fue un flechazo instantáneo, y el chiste del «Klaatu barada… esto… mmm.. lo he dicho bien!» lo he quemado de tanto rememorarlo.

Durante años los fans de la saga hemos leído en internet cientos de especulaciones sobre una cuarta parte que continuara la historia de El Ejército de las Tinieblas, ya fuera siguiendo el final futurista proyectado en Sitges o en el presente con la continuidad de la versión normal, pero Bruce Campbell no quería volver a ser Ash y Raimi sabía que sin él no tendría sentido seguir, por lo que nos conformamos con leer la continuación de  sus aventuras en comic. Tras coproducir el remake de 2013 de la primera película parece que finalmente al bueno de Bruce le picó el gusanillo y se apuntó, pero no para una película sino para una serie.

ash-vs-evil-dead
El Jefe is back

Los entendidos en televisión suelen discutir sobre qué serie fue la que lo cambió todo y empezó con esta «edad de oro» donde las series superan en originalidad y calidad los planteamientos de Hollywood. Dentro del entretenimiento audiovisual más comercial la televisión le está comiendo la tostada al cine desde hace unos años. Unos dicen que Los Soprano fue la responsable de este cambio, otros que The Wire y su filosofía de «que se joda el espectador medio«, pero el caso es que una serie como Ash vs Evil Dead sería totalmente impensable hace unos años.

¿Por qué? Pues porque lo que nos ofrece Ash vs Evil Dead son cortos capítulos de pura diversión descerebrada salpicados de sangre y entrañas. Y por eso la amamos. Ash vs Evil Dead es una obra maestra porque sabe lo que tiene que ofrecer y lo ofrece de forma inmejorable. Mientras que la segunda temporada de True Detective naufraga por tomarse tan en serio y pretender ser tan profunda que acaba por hiperbolizarse, mientras que The Walking Dead quiere hablarnos del darwinismo social en un hipotético holocausto zombie, mientras R.R. Martin sigue empeñado en convertirse en Corín Tellado jugando a Dragones y Mazmorras (esto último se lo he robado a Odiseo Haller) Raimi nos trae media hora semanal de total desconexión mental. Bruce Campbell nos ofrece a un héroe de moral distraída, salido, baboso, machista, narcisista, egoísta, decadente, descerebrado… un héroe por obligación más que por convicción pero que por momentos nos muestra una cara noble que permanece oculta tras sus vicios. Raimi nos regala lluvias de sangre entre constantes punchlines y macarradas, y sabe mantenernos espectantes e intrigados dosificándonos la información sobre el personaje de la genial Lucy Lawless (le juré amor eterno en el capítulo 3, lo entenderéis cuando lo veáis) o sobre la relación de la serie con algunos hechos de las películas, relación que sigue muy viva a través de múltiples referencias. A esto hay que sumarle una buena ración de secundarios puntuales muy acertada y una banda sonora que en cada capítulo nos ofrece dos o tres perlas del mejor rock clásico. Como obra de género desde luego no puede ser mejor, hasta el momento.

Lucy Lawless Ash Vs Evil Dead
Lucy a la caza de Bruce

Escribo esta línea tras ver el capítulo 6, que nos ha ofrecido una escena de brutal carnicería donde el diálogo se construye a base de punchlines. Hasta el momento no podría pedir más: Ash Vs Evil Dead da lo que ofrece, y si no flaquea, si no falla, es porque no cae en el error de tomarse demasiado en serio. El que quiera filosofía que lea a Nietzsche, el que quiera una ficción profunda y que haga pensar que la busque en Asimov o Philip K. Dick, este no es el terreno de Sam Raimi, él nos da diversión descerebrada y desconexión flanqueado por sus pareja de actores fetiche (Campbell y Lawless), muy bien realizada a nivel de ritmo narrativo y de fotografía, donde todo cumple su papel. Y lo mejor de todo… es que ya han confirmado una segunda temporada.

 

Anton Gustafsson aka Anton Maiden

Sin ningún motivo en concreto, ayer recordé la historia de Anton Maiden. No se me ocurre por qué. Estaba tomando un café con dos amigas en un bar y de repente me vino a la cabeza, por lo que se la conté a ellas.

Anton Maiden

Anton Gustafsson nació en 1980 en la localidad de Kina, en Suecia. A finales de los años 90 ganó notoriedad publicando canciones de Iron Maiden en internet cantadas por él sobre una base hecha en MIDI. En principio sólo las distribuyó entre un pequeño círculo de conocidos, pero estos le envalentonaron a darle una mayor distribución. Y así llegó su primer disco Anton Gustafsson tolkar Iron Maiden, distribuído por los sellos discográficos Nihilism y Lunacy. Corría el año 1999 y las opiniones eran dispares: algunos le apoyaban pero se reían de él por detrás, otros opinaban que su trabajo era una desgracia y había gente que consideraba que Anton era un ejemplo por su iniciativa y valentía a pesar de que el resultado musical no fuera muy bueno. Anton, que ya era conocido en la red como Anton Maiden, encarnaba por una parte a uno de los primeros frikis de internet, pero también por otra a un icono para la cultura DIY.

En 2001 de nuevo Lunacy y Nihilism publicaban una recopilación con el resto de pistas que Anton había grabado, titulada Anton Maiden Tracks y que se componía de dos cd. Por aquel entonces Anton había alcanzado cierta notoriedad en Suecia, siendo entrevistado en medios escritos y televisivos del país. En aquel momento parecía ser muy consciente de que a muchos fans de Iron Maiden sus versiones les parecían una herejía, pero él declaraba que lo hacía sólo como una muestra de pasión y admiración hacia la banda.

En 2003 llegaría el trágico final de esta historia. El 1 de noviembre, con sólo 23 años, Anton pondría final a su vida. Tras una semana desaparecido su cuerpo sería encontrado en la localidad de Borås, cercana a su pueblo natal. Se sabe que previamente a su desaparición había sufrido episodios de depresión. Algunos opinan que los insultos y comentarios hirientes recibidos por sus versiones fueron el detonante que llevó a este trágico final, si bien muchos son los que dicen que para llegar a esos extremos se necesita algo más. El pobre Anton Gustafsson no encontró la ayuda necesaria y dejó prematuramente este mundo. Fuera lo que fuera lo que le llevó a ello fue una decisión equivocada, puede que hubiera podido superarlo y ver cómo con el tiempo su nombre se convertía en referente para otras personas, porque incluso su primer trabajo ha sido considerado por algunos como una obra inspiradora, a pesar de sus discutibles virtudes vocales, siendo pionero en la distribución de grabaciones caseras por internet a gran escala (¿a día de hoy cuánta gente lo hace en youtube?) o de las versiones 8-bits de canciones populares (él lo hizo una década antes de que fuera moda).

La historia de Anton es triste, pero nos debe enseñar que lo importante es intentar hacer lo que nos trae felicidad a nuestra vida e ignorar a todos los haters que nos quieran machacar. A fin de cuentas, los infelices son ellos.

Deportes derivados del baloncesto

Ya conocéis la pasión de este blog por el basket, pero ¿qué pasa con sus derivados? Igual que del rugby tenemos la variante «pequeña» a 7 o la versión playera, o como con el fútbol donde nos encontramos el fútbol playa, el fútbol sala, el fútbol 7 y el espectacular showbol o indoor soccer, con el baloncesto también tenemos diversas variantes. Veámoslas:

  • Basket 3×3: Uno de los deportes «no profesionales» más extendidos del mundo. La reglas son similares a las del baloncesto, pero se juega sólo en media cancha. Los tiros dentro de la zona valen 1 punto, igual que los tiros libres, y los tiros desde fuera del arco valen 2. Esto implica que un «triple» tiene más valor que en el baloncesto clásico, ya que implica una anotación doble. La mayor cantidad de espacio disponible en ataque implica que en esta variante el tiro de larga distancia y la circulación de balón todavía son más importantes que en el baloncesto clásico, y fuerza unas defensas más móviles con mayor impacto del movimiento lateral. La FIBA lo está intentando oficializar, y hasta hay una campaña para que sea deporte olímpico en Tokio 2020. Los partidos son cortos, un solo tiempo de 10 minutos a reloj parado.
  • Slamball: Un espectáculo 100% yankee del que ya hablamos en el pasado. Juegan equipos de cuatro jugadores y los aros están rodeados de camas elásticas. Las anotaciones van igual que en el baloncesto, con la diferencia de que los mates valen tres puntos, como forma de motivar el espectáculo. En la defensa se permiten placajes similares a los del fútbol americano siempre y cuando el jugador no esté saltando desde una de las camas elásticas. La contundencia de este juego fuerza a que los suelos de las canchas estén acolchados para prevenir lesiones graves.
  • Streetball: Más que un deporte derivado del baloncesto podríamos hablar de otra óptica a la hora de interpretar este deporte. Puede jugarse 5×5, 3×3 o 1×1. Las reglas son las mismas que en el basket pero en la filosofía de este juego prima más la individualidad y el espectáculo que la defensa y el juego en equipo. En favor del espectáculo se permite algo más de contacto físico que en el basket normal, se «relajan» un pelín las reglas a la hora de pitar pasos y directamente se ignoran los dobles. La marca de ropa deportiva AND1 ha apostado mucho por el baloncesto callejero en los EEUU, organizando torneos, exhibiciones y promoviéndolo mediante su canal de youtube (incluso creo que tienen un espacio en ESPN).
  • Fightball: En el caso del Fightball hablamos de una competición de reciente creación en los EEUU. Esta variante del basket plantea un partido 1×1 a dos canastas, aunque en una cancha más pequeña que la de baloncesto reglamentario. Se juegan dos partes 4 minutos, con posesiones de 8 segundos, en las que los mates y los tiros desde media cancha valen dos puntos y el resto valen 1. Se permite mucho contacto, siendo sancionado con falta sólo las acciones que en la NBA serían consideradas «flagrantes».
  • Korfbal: Un deporte curioso, jugado por dos equipos mixtos de 8 componentes (4 mujeres y 4 hombres) que intentan encestar un balón en una canasta sin tablero colocada en el centro de la pista a 3 metros y medio. Parece sacado de alguna feria medieval. Mejor os dejo el enlace a la wikipedia y os mirais allí las reglas.

Lo prometido: 50 videoclips para una fiesta de Halloween

Esta semana prometí una ampliación de un artículo de hace tres años titulado 6 videoclips para Halloween. Ante la cercanía de la festividad de difuntos, que caerá el próximo fin de semana, me he lanzado a realizar una selección un pelín más larga. Si vais a preparar una fiesta de disfraces a la americana os puede servir de ayuda, o no. La cosa oscila entre el heavy ochentero, el horror punk y el psychobilly. Los criterios para elegir los vídeos se han movido entre canciones/vídeos de temática/estética creepy, bandas sonoras de películas de terror ochenteras (gran filón ya que estaban cargadas de hits heavies de la época) y bandas con miembros maquillados.

Aquí os dejo la lista para que durante la semana le deis vueltas. Si no os funciona bien el vídeo incrustado podéis abrilo en el app de Youtube en este enlace:

Archie Goodwin: Repaso a su biografía.

La semana pasada prometí una entrada sobre comics, concretamente sobre comics de zombies, pero voy a incumplir esta promesa. ¿El motivo? Que en un arrebato consumista cuando me fui a pillar el último tomo de la edición que ha sacado Panini de Miracleman (BTW: una estafa, en vez de meter toda la chicha en un tomo se han sacado tres… donde la mitad del material es relleno descarado) también me hice con el recopilatorio de Blazing Combat. ¿Qué es, mejor dicho era, Blazing Combat? Pues se trataba de una serie bélica de corta vida, sólo cuatro números, con un equipo artístico increíble y con Goodwin a los mandos como editor y guionista. ¿Por qué duró tan poco? No fue precisamente que sus ventas fueran malas, ni que la serie no tuviera calidad. Lo que acabó con Blazing Combat fueron las presiones del propio ejército estadounidense y de varios colectivos conservadores, que consideraban contraproducente y antipatriótica una serie en la que la guerra era reflejada con crudeza, como un absurdo enfrentamiento en el que personas matan a personas sin tener muy claro el porqué. En plena campaña de propaganda para reclutar chavales que dieran sus vidas en Vietnam, llenas de producciones cinematográficas, literarias y televisivas donde la guerra era presentada con épica y romanticismo la visión realista de Goodwin incomodaba. Las presiones hicieron que los números tres y cuatro no se distribuyeran, provocando la caída de las ventas, pérdidas económicas y finalmente la cancelación de la serie.

Blazing Combat

Pero no adelantemos acontecimientos, vamos a pegar un repaso a la biografía del gran Goodwin: nacido en el sur de los EEUU, se crió en varios pueblos de la zona fronteriza entre Kansas y Missouri. Durante su adolescencia se dedicó a coleccionar comics de EC como Tales from the Crypt, Crime Suspensestories o Frontline Combat durante su estancia en Tulsa y, finalmente, se mudaría a Nueva York donde asistiría a la escuela de artes.

Si bien sus primeros trabajos fueron como dibujante, destacaría en las labores de guionista y editor. Su primera gran oportunidad le llegaría en Warren Comics, donde entraría en 1962. Empeñado en resucitar el espíritu de su querida EC ya en 1964 sería el principal guionista de Creepy y poco tiempo después sería el editor y guionista de las principales revistas de la editorial: Creepy, Eerie y la antes citada y censurada Blazing Combat, además de haber sido guionista en Vampirella. En 1967 abandonaría Warren, volviendo puntualmente durante los siguientes 15 años como guionista para algunas historias ocasionales. En esta editorial tendría la oportunidad de contar con muchos grandes dibujantes trabajando para él, entre ellos algunos de los que más admiraba de la desaparecida EC como Joe Orlando o Wally Wood, y otras futuras leyendas como Alex Toth, Frank Frazetta, Richard Corben o Gene Colan.

Eerie Richard Corben

Tras la etapa en Warren trabajaría durante 13 años como guionista y editor para King Features Syndicate, encargándose de tiras cómicas tan prestigiosas como Agente secreto X-9. Compaginaría esta labor con trabajos en Marvel y en DC. Para la llamada Casa de las Ideas, donde comenzaría a colaborar en 1968, se encargaría de los guiones de Iron Man, crearía personajes como el villano Controlador, la primera Spiderwoman o el primer héroe negro de Marvel: Luke Cage, Powerman. También volvería a hacer equipo con Gene Colan durante un par de números en la legendaria Tomb of Dracula. Sería uno de los diseñadores de las series del llamado Nuevo Universo (que duraría poco) y en 1976 se convertiría en editor jefe de la compañía temporalmente. Durante ese tiempo lograría hacerse con los derechos para editar la serie de comics de Star Wars en Marvel. Tras dejar su cargo de editor seguiría ligado a esa serie como guionista, además de encargarse de hacer otras adaptaciones del cine al comic para Marvel o para Heavy Metal (para quienes realizaría una adaptación de Alien junto a Walt Simonson), que en aquel entonces era distribuída por Marvel en los USA. Cuando Marvel perdió los derechos de Heavy Metal en EEUU lanzó una revista similar llamada Epic Illustrated, una revista con un comienzo tumultuoso ya que antes de su primera entrega ya habían tenído que cambiar al editor, lo que propició la llegada de Goodwin a ese puesto. Si bien Epic Illustrated no lograría grandes ventas, aunque si éxito de crítica, de ella saldría el spin off Epic Comics que se mantendría a flote hasta finales de los 90. En Epic Comics Goodwin compartía el cargo de editor con Al Milgrom y Jim Shooter, y a través de esa plataforma no sólo darían salida a historias de fantasía heroica y ciencia ficción, sino que también darían entrada en el mercado americano a autores extranjeros, editando el Blueberry de Giraud/Moebius o el Akira de Katsuhiro Otomo por primera vez en terreno yankee.

Epic Illustrated

Su paso por DC comprendería dos etapas: una sería en los 70, no tan exitosa como en Marvel. En su primera época se encargaría de las líneas de historias bélicas de DC y, durante un año, sería editor de la línea Detective Comics. En 1989 regresaría a DC para coger a su personaje bandera, Batman, que había sido revitalizado tras las películas de Tim Burton y las exitosas novelas gráficas a cargo de Frank Miller y Alan Moore. Bajo la tutela de Goodwin como editor se publicaría la saga de Azrael, la serie Legends of the Dark Knight, la historia El Largo Halloween a cargo de Sale y Loeb o las novelas Batman:Night Cries y Batman: Thrillkiller. Además también se encargaría del guión del crossover Armageddon 2001 o de la serie Starman.

Batman: Night Cries

En 1998, con sólo 60 años, un cáncer contra el que luchó durante una década acabó por dejarnos huérfanos de su talento. Ganó muchos premios y basta con ojear su currículum para ver que Goodwin fue un grande de la industria del comic, pero creo que basta con leer las líneas que Mark Chiarello dedicaba a Goodwin en el prólogo de Batman Black and White: «probably the very best editor ever to work in comics, probably the very best writer ever to work in comics«. Aquel Batman Black and White, además, recogería dos de las últimas historias que Goodwin escribiría.

Archie Goodwin

Y esta es la historia de Archie Goodwin, un autor al que creo que a veces de infravalora en la historia del comic, a pesar de que, como podéis ver, su trayectoria puede ser igualada por pocos.

Las cinco mejores películas de boxeo.

Recordemos que hará cosa de un año hablaba sobre el tema de cuales son las que considero las mejores películas sobre baloncesto. Ayer recuperaba el tema en facebook y comentaba con un colega que si hay un deporte que nos haya regalado obras maestras del séptimo arte ese ha sido el boxeo. Entre eso y que van a estrenar dentro de poco Creed, el spin-off de Rocky, este era el momento para retomar el tema. Elegir las cinco películas de boxeo definitivas es un tema complejo por la gran cantidad que hay, pero yo me he decantado por estas cinco, que van a continuación si ningún orden concreto.

  • Toro Salvaje, titulada originalmente en inglés Raging Bull, fue estrenada en 1980 y ese año recibió 8 nominaciones a los Oscar, quedándose finalmente con dos estatuíllas: una al mejor montaje y otra para Robert De Niro como mejor actor. Junto a él hacía su debut en la gran pantalla Cathy Moriarty, que consiguió una nominación, y actores de solvencia probada como Joe Pesci, Frank Vincent o Nicola Colasanto (a este último seguro que le reconocéis por su papel del entrenador retirado en Cheers). El genial Scorsese nos regala uno de sus mejores trabajos, filmada en blanco y negro dándole un toque muy noir. La película cuenta el auge y la caída del boxeador Jake LaMotta, centrándose en su biografía Raging Bull: My Story. Contaba su ex mujer Vicky (interpretada por Moriarty en la película) que cuando asistieron al preestreno LaMotta le preguntó «¿Yo era así?» y que ella le dijo que no, que era todavía peor. Mucha gente la considera la mejor película sobre un deportista que se ha hecho en la historia del cine. Como curiosidad, John Turturro aparece en la película haciendo de extra.
    Robert De Niro como Jake LaMotta
  • Rocky, guionizada y protagonizada por Sylvester Stallone, esta fue la película que le sacó del anonimato y le convirtió en una estrella. ¿El sueño americano o el retrato del lado oscuro de este? Siempre he dado vueltas sobre este tema: ¿Representa Rocky el sueño americano de que cualquiera puede triunfar a través del esfuerzo?, ¿o acaso lo que se nos dice es que este sueño es sólo una ilusión para mantener a la gente entretenida, que existe un techo de cristal y que al que está abajo no se le va a permitir triunfar? (recordemos, a Rocky le quitan el título a los puntos en un polémico final). El resto de la saga ya pierde profundidad centrándose más en la acción, aunque en el inicio de Rocky II y en la sexta entrega, Rocky Balboa, recuperen un poco esta temática. La película recibió 10 nominaciones a los Oscar, llevándose 3: Mejor Película, Mejor Dirección para John G. Avildsen y mejor Montaje. A título personal Stallone se llevaría dos nominaciones aunque no ganara ninguno: mejor actor y mejor guión original. Además nos ha dejado momentos para el recuerdo como las fanfarronas entradas de Apollo, encarnado por el carismático Carl Weathers, la sabiduría y el paternalismo de corte cuartelario del entrenador interpretado por Burgess Meredith (su muerte en Rocky III, eso sí que es descorazonador y no la de la madre de Bambi), Rocky gritando «Adrianne, Adrianne» al final del combate buscando entre el público a Talia Shire o las payasadas del «cuñao» Paulie (Burt Young).
    Cartel promocional de Rocky

  • Million Dollar Baby tiene el mérito de destacar entre la copiosa producción de peliculones que Clint Eastwood dirigió en la primera década de los dosmiles. Cuando se reúne en pantalla el combo Clint/Morgan Freeman los amantes del cine podemos esperar una alegría, y en esta película de 2004 además tenemos a Hillary Swank confirmándose como una estrella en el mundo del cine. Nos encontramos en este intenso drama con el recurrente tema en el cine de esa etapa de Eastwood: la capacidad para superar los prejuicios y la fuerza de la amistad surgida tras esa ruptura con las ideas preconcebidas. Su final levantó mucha polémica entre asociaciones conservadoras y cristianas (no comentaré el porqué, por si no la habéis visto). Cosechó 7 nominaciones a los Oscar y se llevó cuatro: Mejor Película, Mejor Director para Clint, Mejor Actor de Reparto para Morgan Freeman y Mejor Actriz para Hillary Swank.
    Million Dollar Baby, reparto
  • El Caballero Audaz, titulada originalmente en inglés Gentleman Jim es un clásico de 1942 protagonizado por el legendario Errol Flynn (que entre borrachera y borrachera tenía la costumbre de marcarse peliculones para pagarse las copas) y dirigida por el no menos mítico Raoul Walsh. Se basa en la vida de James John «Gentleman Jim» Corbett, un boxeador de finales del siglo XIX que llegó a ser campeón del mundo y que es considerado por muchos como el padre del boxeo moderno al haber revolucionado los métodos de entrenamiento y cambiado el estilo del juego de pies usado hasta aquel entonces. La película cuenta su historia desde sus comienzos como boxeador y paralelamente cuenta la historia de su relación con Victoria, la mujer de la que se enamora y con la que se casaría (interpretada por Alexis Smith) tras proclamarse campeón del mundo, que será el hecho que ponga final a la película.
    Errol Flynn en Gentleman Jim
  • Cuando éramos reyes, en inglés When We were Kings, es un documental de 1996 dirigido por Leon Gast sobre el combate de Alí vs Foreman en 1974 en el Zaire de Mobutu, en el combate que se llamó Rumble in the Jungle. El propio Gast había estado allí originalmente para documentar el festival musical que se organizó alrededor del evento, en el que participarían James Brown, BB King o Celia Cruz; pero finalmente se decantó por centrarse en el boxeo. Las imágenes que recogió del evento musical se reutilizarían en 2008 para el documental Soul Power. La película incluye, además de entrevistas y material variado de la época, declaraciones posteriores de gente como Norman Mailer o Spike Lee. Aquel combate marcaría la consagración de Alí como el más grande de la historia y su reconquista del título perdido tras la retirada de su licencia por no querer luchar en Vietnam, y el inicio del infame Don King como el promotor de boxeo más importante del mundo. Se llevaría el Oscar a Mejor Documental, tras tardar 22 años en estrenarse por falta de financiación.Ali vs Foreman 1974 Zaire

He de reconocer que estuve tentado de meter Yo Hice a Roque III o el biopic de Uwe Boll (es mi pastor…) sobre Max Schmeling, pero se lo dejo a Zinemaniacos. En todo caso, como ya os comentaba, el boxeo además de combates espectaculares nos ha dado una excusa para excepcionales películas.

Cuatro webs de humor para leer con el café

Siempre he sido gran fan del formato viñeta/tira cómica, devorando durante años desde el humor inteligente del gran Forges al frikismo referencial de Cels Piñol en Fan Letal / Fan con Nata, los conejitos y las mentiras de Andy Riley y desde luego sin olvidar al maestro de maestros Watterson con su esencial Calvin & Hobbes. A día de hoy conservo esa costumbre, pero en lugar de hacerlo en papel suelo ver estas viñetas on-line. La de Forges generalmente en su cuenta de Twitter, donde suele poner la viñeta que publica ese día en El País. ¿Y qué más? Pues estos cuatro sitios de humor:

  • O Bichero: Si alguien ha conseguido un equivalente en humor gráfico a una mezcla de Vicente Risco, licor café casero, pulpo á feira en plato de madera y mil gaiteiros en el Obradoiro ese ha sido Dávila. Un genio que ha capturado la idiosincrasia gallega en sus viñetas, con un humor muy de aquí. Entiendo que quien no sea gallego, o no haya vivido en Galicia, se pueda encontrar un pelín perdido con algunas, pero entendiendo el contexto la risa es segura. No suele actualizar el blog a diario, pero podeis encontrar sus viñetas diariamente en El Faro de Vigo.
  • Dilbert: Todo un referente en el campo del humor geek y del humor de oficina. ¿Te gustó The Office? Pues Dilbert es su equivalente en viñetas. Gatos malvados que dirigen empresas, CEO’s tontorrones y abusones, ingenieros que se entienden mejor con las máquinas que con los humanos, compañeros desmotivadores por excelencia… la tragedia exasperante de la vida corporativa llevada con humor.
  • HTZ Comic: HTZ Comic, a cargo del inefable Koopa, es como el hijo bastardo entre Dilbert y Fanhunter. Lo geek se da la mano con lo friki y de lunes a viernes nos regala una pequeña ración de risas y disparos imposibles.
  • Savage Chickens: El estilo de Dough Savage es curioso, ya que sus viñetas parecen estar pintadas sobre post-its. Estilísticamente estos pollos, y otros personajes recurrentes como Timmy el cubo de Tofu, oscilan entre el humor laboral, el frikismo referencial y el más puro y duro humor absurdo.

En resumidas cuentas, ya no tienes excusa para no desayunar con una sonrisa.

Terrordrome: El videojuego de lucha que llevabas años deseando

El otro día a través de los amigos de Zinemaníacos descubría este videojuego. Vi la entrada en el móvil mientras esperaba en un bar así que hasta hoy no me puse a buscarlo (de hecho tuve que preguntarles cómo se llamaba, que ya ni lo recordaba).

Herbert West vs Violent Cop

¿Por qué es El videojuego de lucha que llevabas años deseando? pues porque en él podrás enfrentar a los grandes psicópatas del cine de terror cara a cara. Sí, los grandes entre los grandes: Jason Voorhees (en dos versiones, con machete y con hacha), Freddy Krueger, Leatherface, Micheal Myers, Ashley «Ash» Williams, The Tall man, Chucky, Ghostface, Matt Cordell, Candyman, Herbert West, Pumpkinhead y Pinhead. Menuda pandillita para irse de cañas.

Terrordrome Ash Evil Dead
Ash vs Ash, rememorando El Ejército de las Tinieblas!

El juego ha sido creado por un fan y, como pasaba con el PC Fantacanestro del que hablamos hace tiempo, se pasa por el forro los temas de licencias y nos regala esta experiencia. ¿Los gráficos podrían ser mejores? Por supuesto. ¿La jugabilidad? Para el que se criara con los arcades de los 90 es la habitual. ¿Merece la pena? Si eres aficionado a los juegos de lucha no te engañaré, es un juego indie muy del montón, aquí la gracia radica en los personajes de los que dispones que lo hacen la fantasía de todo buen friki del género. Si te han flipado películas como Posesión Infernal, Pesadilla en Elm Street, Phantasma, Halloween, Muñeco Diabólico o Viernes 13 es un juego que debes probar. A fin de cuentas es gratis así que sólo pierdes el rato en descargarlo si no te acaba de convencer, y si te gustan esas pelis pasarás un rato muy divertido.

Carátulas películas Terrordrome

El juego está creado para Windows XP o superior, pero lo he probado en un Ubuntu 14.04 y en un ElementaryOS y en ambos me ha funcionado con Wine como una seda, así que que el aficionado Linuxero no se quedará sin disfrutarlo. Lo dicho, una frikada más que recomendable para divertiros.

Chucky vs Herbert West

El juego está disponible para ser descargado desde la página del proyecto. Esperemos que no lo tumben por algún tema de derechos para poder seguir disfrutando la frikada. Os dejo un enlace a un vídeo con un gameplay.

Terrordrome: old school vs new school