Archie Goodwin: Repaso a su biografía.

La semana pasada prometí una entrada sobre comics, concretamente sobre comics de zombies, pero voy a incumplir esta promesa. ¿El motivo? Que en un arrebato consumista cuando me fui a pillar el último tomo de la edición que ha sacado Panini de Miracleman (BTW: una estafa, en vez de meter toda la chicha en un tomo se han sacado tres… donde la mitad del material es relleno descarado) también me hice con el recopilatorio de Blazing Combat. ¿Qué es, mejor dicho era, Blazing Combat? Pues se trataba de una serie bélica de corta vida, sólo cuatro números, con un equipo artístico increíble y con Goodwin a los mandos como editor y guionista. ¿Por qué duró tan poco? No fue precisamente que sus ventas fueran malas, ni que la serie no tuviera calidad. Lo que acabó con Blazing Combat fueron las presiones del propio ejército estadounidense y de varios colectivos conservadores, que consideraban contraproducente y antipatriótica una serie en la que la guerra era reflejada con crudeza, como un absurdo enfrentamiento en el que personas matan a personas sin tener muy claro el porqué. En plena campaña de propaganda para reclutar chavales que dieran sus vidas en Vietnam, llenas de producciones cinematográficas, literarias y televisivas donde la guerra era presentada con épica y romanticismo la visión realista de Goodwin incomodaba. Las presiones hicieron que los números tres y cuatro no se distribuyeran, provocando la caída de las ventas, pérdidas económicas y finalmente la cancelación de la serie.

Blazing Combat

Pero no adelantemos acontecimientos, vamos a pegar un repaso a la biografía del gran Goodwin: nacido en el sur de los EEUU, se crió en varios pueblos de la zona fronteriza entre Kansas y Missouri. Durante su adolescencia se dedicó a coleccionar comics de EC como Tales from the Crypt, Crime Suspensestories o Frontline Combat durante su estancia en Tulsa y, finalmente, se mudaría a Nueva York donde asistiría a la escuela de artes.

Si bien sus primeros trabajos fueron como dibujante, destacaría en las labores de guionista y editor. Su primera gran oportunidad le llegaría en Warren Comics, donde entraría en 1962. Empeñado en resucitar el espíritu de su querida EC ya en 1964 sería el principal guionista de Creepy y poco tiempo después sería el editor y guionista de las principales revistas de la editorial: Creepy, Eerie y la antes citada y censurada Blazing Combat, además de haber sido guionista en Vampirella. En 1967 abandonaría Warren, volviendo puntualmente durante los siguientes 15 años como guionista para algunas historias ocasionales. En esta editorial tendría la oportunidad de contar con muchos grandes dibujantes trabajando para él, entre ellos algunos de los que más admiraba de la desaparecida EC como Joe Orlando o Wally Wood, y otras futuras leyendas como Alex Toth, Frank Frazetta, Richard Corben o Gene Colan.

Eerie Richard Corben

Tras la etapa en Warren trabajaría durante 13 años como guionista y editor para King Features Syndicate, encargándose de tiras cómicas tan prestigiosas como Agente secreto X-9. Compaginaría esta labor con trabajos en Marvel y en DC. Para la llamada Casa de las Ideas, donde comenzaría a colaborar en 1968, se encargaría de los guiones de Iron Man, crearía personajes como el villano Controlador, la primera Spiderwoman o el primer héroe negro de Marvel: Luke Cage, Powerman. También volvería a hacer equipo con Gene Colan durante un par de números en la legendaria Tomb of Dracula. Sería uno de los diseñadores de las series del llamado Nuevo Universo (que duraría poco) y en 1976 se convertiría en editor jefe de la compañía temporalmente. Durante ese tiempo lograría hacerse con los derechos para editar la serie de comics de Star Wars en Marvel. Tras dejar su cargo de editor seguiría ligado a esa serie como guionista, además de encargarse de hacer otras adaptaciones del cine al comic para Marvel o para Heavy Metal (para quienes realizaría una adaptación de Alien junto a Walt Simonson), que en aquel entonces era distribuída por Marvel en los USA. Cuando Marvel perdió los derechos de Heavy Metal en EEUU lanzó una revista similar llamada Epic Illustrated, una revista con un comienzo tumultuoso ya que antes de su primera entrega ya habían tenído que cambiar al editor, lo que propició la llegada de Goodwin a ese puesto. Si bien Epic Illustrated no lograría grandes ventas, aunque si éxito de crítica, de ella saldría el spin off Epic Comics que se mantendría a flote hasta finales de los 90. En Epic Comics Goodwin compartía el cargo de editor con Al Milgrom y Jim Shooter, y a través de esa plataforma no sólo darían salida a historias de fantasía heroica y ciencia ficción, sino que también darían entrada en el mercado americano a autores extranjeros, editando el Blueberry de Giraud/Moebius o el Akira de Katsuhiro Otomo por primera vez en terreno yankee.

Epic Illustrated

Su paso por DC comprendería dos etapas: una sería en los 70, no tan exitosa como en Marvel. En su primera época se encargaría de las líneas de historias bélicas de DC y, durante un año, sería editor de la línea Detective Comics. En 1989 regresaría a DC para coger a su personaje bandera, Batman, que había sido revitalizado tras las películas de Tim Burton y las exitosas novelas gráficas a cargo de Frank Miller y Alan Moore. Bajo la tutela de Goodwin como editor se publicaría la saga de Azrael, la serie Legends of the Dark Knight, la historia El Largo Halloween a cargo de Sale y Loeb o las novelas Batman:Night Cries y Batman: Thrillkiller. Además también se encargaría del guión del crossover Armageddon 2001 o de la serie Starman.

Batman: Night Cries

En 1998, con sólo 60 años, un cáncer contra el que luchó durante una década acabó por dejarnos huérfanos de su talento. Ganó muchos premios y basta con ojear su currículum para ver que Goodwin fue un grande de la industria del comic, pero creo que basta con leer las líneas que Mark Chiarello dedicaba a Goodwin en el prólogo de Batman Black and White: «probably the very best editor ever to work in comics, probably the very best writer ever to work in comics«. Aquel Batman Black and White, además, recogería dos de las últimas historias que Goodwin escribiría.

Archie Goodwin

Y esta es la historia de Archie Goodwin, un autor al que creo que a veces de infravalora en la historia del comic, a pesar de que, como podéis ver, su trayectoria puede ser igualada por pocos.

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