Las tres mejores películas sobre baloncesto

En este blog hablamos de cine alguna vez y de baloncesto algunas más. La semana que viene ya empiezan los amistosos de preparacion para el Mundial 2014 pero mientras estamos con este mono como King Kong y con el alma en vilo por saber dónde acabará Kevin Love (y si tendremos el próximo Big Three en los Cavs con Irving – Love – LeBron o no) podemos aprovechar para visionar alguna de estas películas:

  • Una mala jugada (1998): Aunque la mayoría de los fans NBA la conocen como «la peli de Ray Allen«, y es que el excelso y veterano tirador hizo sus pinitos como actor en este drama, titulado en inglés He Got Game. Dirigida por Spike Lee el protagonista es el siempre solvente Denzel Washington, que aquí interpreta a Jake, un alcohólico encarcelado tras asesinar accidentalmente a su mujer. El gobernador del estado le ofrecerá una rebaja de su condena si logra convencer a su hijo Jesus (Ray Allen) para que juegue en el equipo de su antigua universidad, ya que el chaval ha sido una estrella en el instituto y está dudando entre dar el salto directo a la NBA (recordemos que en la realidad Kobe y Garnett lo habían hecho poco tiempo antes) o formarse en la universidad. Completan el reparto Milla Jovovich, Rosario Dawson, John Turturro (otro seguro de vida como actor) y ex jugadores como Travis Best, Walter McCarthy o un Rick Fox al que siempre le tiró la cámara.
    Ray Allen y Denzel Washington
  • Camino a la Gloria (2006): Basada en hechos reales, producida por Jerry Bruckheimer y con un reparto sin grandes nombres, con mucho profesional de la televisión y secundario clásico, junto a un Jon Voight de capa caída, originalmente se trataba de una película destinada a salir directamente en vídeo y TV, pero finalmente acabó estrenándose en cines con una aceptable taquilla en los EEUU. La historia se remonta a los años 60, cuando apenas se ofrecían becas a los jugadores negros en las universidades americanas, y mucho menos en los estados del sur. El entrenador Don Haskins llegaba a Texas Western, una modesta universidad de El Paso, sin capacidad para reclutar a los más codiciados jugadores de instituto. La estrategia de Haskins consistiría en reclutar a talentosos jugadores de raza negra que eran rechazados por otras universidades por el color de su piel, lo que le permitió ensamblar un equipo capaz de acabar el torneo regional con un balance de 23-1 y meterse en el torneo de la NCAA, despertando por el camino una oleada de sentimientos racistas al tener más jugadores afroamericanos que blancos en la plantilla. Alcanzaron la final contra la universidad de Kentucky con medio país apostando que no ganarían «porque los negros no aguantan la presión» (argumento usado por la prensa en el sur del país) Haskins decide que los jugadores blancos no saldrán a la cancha en ese partido para dar una lección a todo el rebaño racista. Si bien la película tira del aplauso fácil en algunos momentos y exagera bastante para ganar dramatismo, pintando al entrenador de Kentucky Adolph Rupp como profundamente racista o sobredimensionando los incidentes alrededor del equipo, en conjunto es efectiva para palomitear una tarde de domingo.
    Josh Lucas en Glory Road
  • Hoosiers: más que ídolos (1986): Gene Hackman y Dennis Hopper (este último se llevó una nominación al Oscar a mejor secundario por su papel) en una historia sobre superación personal. Un drama mínimamente inspirado en la victoria del Instituto Milan en el campeonato estatal de Indiana de 1954, aunque de una forma muy fugaz. El excepcional talento de los dos actores (bien secundados por Barbara Hershey) lleva la historia en volandas hasta su épico final, todo con una excelente banda sonora de Jerry Goldsmith (también nominada al Oscar). Comentaba hace un rato «la mejor película de temática deportiva» y me replicaban «Toro Salvaje»… así que tendré que matizar como «la mejor película sobre un deporte de equipo«. Cada vez que veo a Popovich en el banquillo de San Antonio no puedo evitar acordarme de Hackman interpretando a «Coach» Dale.
    Dennis Hopper Gene Hackman

La lista podría ser más larga, y más si metemos documentales (algo que creo que dejaré para otro día, tengo una larga lista), pero puestos a elegir me quedaría con estas tres.

Las cinco historias de Batman que debes leer

Ya que estamos a vueltas con el 75 aniversario del Cruzado de la Capa me vais a permitir que desde este humilde blog recomiende mis cinco historias favoritas del hombre murciélago. Si os sabe a poco una colección tan escueta podéis bucear en otras grandes historias del hijo predilecto de Bob Kane con esta más larga lista. Vamos allá con mi selección:

  • Batman: Blanco y Negro (Varios Autores): Se han editado tres volúmenes, pero el original, de 1996, es el mejor sin lugar a dudas. Varios primeros espadas del momento reunidos deciden que les mola Batman, les mola Creepie y les mola Eerie. ¿Qué idea tienen para relanzar las ventas de Batman? Una serie de historias cortas de 8 páginas en blanco y negro. El album cuenta con una enorme colección de talentos, tanto en guiones como en lápices y entintadores, todo un dream team del comic.
    Batman Black and White
  • Gotham: Luz de Gas (Brian Augustyn/Mike Mignola): Publicada en 1989, todavía no existían las Elseworlds de DC, por lo que muchos consideran que esta historia fue la pionera. Con la ayuda de la siempre fantástica iluminación que Mignola da a su dibujo de trazo simple e influencia Hugoprattiana, Augustyn nos lleva a la Gotham City del siglo XIX, donde Batman vivirá su debut como justiciero enfrentándose a Jack el Destripador. Guión inteligente, personajes clásicos bien adaptados, gran ambientación.
    Gotham By Gaslight
  • Batman:La Broma Asesina (Alan Moore/Brian Bollard) Antes de que el genial Alan Moore decidiera renegar de los comics de superhéroes y de las grandes editoriales tuvo tiempo de firmar una historia de Batman a finales de los 80. Para completar una plantilla de lujo a los lápices estaba el detallista Brian Bollard. El comic llegaba después de las dos grandes revisiones de Batman a cargo de Frank Miller (de las que hablaré a continuación) y en él Moore decidía revisar el origen del Joker y su relación con Batman. El guionista inglés estaba en su mejor momento creativo en aquellos años, y queda patente en historias como esta.
    batman-the-killing-joke
  • Batman: Año Uno (Frank Miller/Dave Mazzucchelli): La segunda aportación de Frank Miller (hablaremos de la principal en el siguiente) al universo Batman, junto al dibujante Dave Mazzucchelli, revisa los inicios del justiciero en la ciudad de Gotham, junto con la llegada a la ciudad de James Gordon y la transición de Selina Kyle de dominatrix en los bajos fondos a la felina ladrona Catwoman. Con el trazo sencillo de Mazzucchelli y el color en tonos ocres y oscuros de Richmond Lewis, sumado a un inteligente guión de un Miller en estado de gracia en aquel tiempo, completan una obra definitva para la cronología del hombre murciélago.
    batman_year_one
  • Batman: The Dark Knight Returns (Frank Miller/Lynn Varley/Klaus Janson): Batman llevaba hundido en ventas desde los 60. La gente seguía asociando al personaje con la ridícula serie de Adam West y Burt Ward, con el POW, ZAP, PAF y el colorín ridículo (que se lo digan a Tim Burton y sobre todo al peor villano al que se haya enfrentado Batman: Joel Schumacher). Aunque hubo grandes equipos creativos el comic no lograba volver a afianzarse, aunque en las encuestas seguía siendo el personaje favorito de muchos. Pero en 1986 el equipo creativo formado por Miller (guión y lápices), Janson (tinta) y Varley (color y parte de los diálogos) logró firmar la obra definitiva de Batman. Durante cuatro números nos presentan a un Batman que ha pasado de los 50 años, más oscuro, más violento, más decidido, en un mundo muy distinto al de sus años mozos, con una policía que ya no le apoya, con sus acciones en el ojo del debate televisado, usando más el cerebro que sus músculos… y con la mejor y más épica batalla final que se haya leído en un comic de DC. Obra maestra sin paliativos y junto con Watchmen la revisión del género superheróico para introducirlo en historias más adultas. Hay una segunda parte del 2002, pero no fue capaz de mantener el nivel de tan magna obra.
    the-dark-knight-returns-frank-miller

La mañana siguiente

Me levanté al mediodía, hacía frío, mucho frío, al menos yo tenía frío. Un persistente zumbido resonaba en mis oídos, como un abejorro que se hubiera perdido buscando flores en un mar de asfalto. Al poner el pie en el baldosín del suelo sentí como si caminara sobre hielo, sentí como la planta se me dormía mientras el entumecido talón de Aquiles me molestaba al caminar hacia la sala. El cambio de habitación era agradable, pasar del frío de la baldosa al parqué de aquella más cálida estancia donde reposaban todavía los restos de la cena de la noche anterior, donde flotaba en el aire el aroma a tabaco mezclado con cerveza.

Apartando un montón de ropa sucia me hice un hueco en el sofá y me acomodé. Estiré las piernas ya que todavía me molestaba el talón, en un vano esfuerzo por desentumecerlo. Alargué mi brazo y cogí una de las latas que había sobre la pequeña mesa frente al sofá. Al dar el primer trago noté el sabor de la ceniza. Alguien, probablemente yo, había apagado dentro su cigarro. A pesar de todo me lo tragué, mala idea porque aquel asqueroso brebaje estuvo a punto de provocarme el vómito. Dejé la lata de nuevo sobre la mesa y me giré un poco para alcanzar la caja de ibuprofeno que había al lado ¿Por qué no estaba en el baño? ¿Por qué la dejé ahí ayer? Probablemente preveía la resaca que me iba a amargar la mañana. Bajo la batamanta empecé a sentirme más cómodo, el talón de aquiles empezaba a molestarme menos y un calorcito agradable me rodeaba.

Abrí los ojos de golpe, el tic tac del reloj sonaba como un martillo clavando una piqueta de acero en un muro de piedra. Contraje los hombros para hacer crujir la espalda, me había quedado dormido otra vez. ¿Cuánto había estado dormitando en el sofá? Giré la cabeza en busca del reloj que se clavaba en mis tímpanos. Las dos, casi dos horas. El ibuprofeno me había quitado el dolor de cabeza, pero mi estómago parecía decidido a digerirse a sí mismo, la acidez y la náusea se pegaban por ser la sensación dominante en mi sistema gástrico. Sentí un dolor punzante, como una puñalada dentro del estómago que me hizo doblarme. Me levanté perezosamente, era hora de comenzar a ordenar el piso, cuánto más lo demorase peor sería.

Metí en una bolsa de basura varias latas de cerveza y vacié los platos dentro también, debería reciclar pero a ciertas horas la cabeza no está para diferenciar lo orgánico de lo plástico. Los restos de ceniza fueron a parar al mismo sitio, junto a las colillas, una caja de pizza y dos grasientos envoltorios que antes contuvieron unas deliciosas raciones de pan de ajo. Llené el cubo de la fregona con agua y lejía y puse una pota al fuego con agua, recogí del suelo la ropa que había despejado del sofá y la introduje en la bolsa de basura junto al resto de los desperdicios. Puse la bolsa junto a la puerta para no olvidarme de sacarla. Me fui al cuarto trastero y cogí un viejo saco de dormir. Con esfuerzo introduje en él el cadáver desnudo que yacía en medio del salón. Una vez dentro del saco lo dejé apoyado junto a la bolsa de basura. El agua estaba a punto de hervir así que eché un buen chorro de lavavajillas sobre el charco de sangre que rodeaba al cuerpo, los quitagrasas son buenos para limpiar la sangre seca. Cuando el agua rompió a hervir apagué el fuego y retiré la pota. Vertí el agua caliente sobre aquella masa de un rojo oscuro que comenzaba a oler mal, y la mezcla de lavavajillas con agua caliente surtió el efecto deseado, haciendo un buen montón de espuma y ablandando la sangre. Una vez licuada no fue difícil fregarla y desinfectar la zona con lejía, aunque tuve que usar el nanas metálico para limpiar bien un surco que se había hecho junto a la pata de la mesa. Un día me dijeron que el agua oxigenada también iba muy bien para limpiar la sangre, pero no lo he probado.

La resaca seguía martillando mi cabeza, así que puse una lasaña congelada en el horno y mientras se hacía lavé los vasos y platos que esperaban en el fregadero. Mientras veía en la televisión la enésima reposición del capítulo de los Simpson en el que Bart se convierte en heredero de Burns me comí aquella pasta blandurria rellena de una masa rojiza con trozos de carne de algo que podría ser tanto cerdo como caballo. Me di una ducha calentita que me ayudó a despejarme y a limpiar de las uñas restos de sangre reseca. Me vestí, hice la cama y volví al sofá, donde me puse a leer un rato unos cómics de X-Men mientras escuchaba de fondo la narración de un Joventut – CAI Zaragoza, no porque tuviese interés en el baloncesto sino para evitar escuchar el ruido que hacen los vecinos por la escalera. Necesitaba hacer tiempo hasta el anochecer, hasta una hora en que la oscuridad me permitiese sacar la bolsa de basura y el cuerpo dentro del saco de dormir del piso.

Odio estos domingos de invierno en los que te levantas con resaca y un cadáver en el salón, te pasas el día con agujetas, malestar general y esperando la hora de poder deshacerte de todo. No vuelvo a beber, la última vez, lo juro, no lo vuelvo a hacer.

Cinco libros para leer en 2014 (o en cualquier año)

Entre los propósitos de año nuevo de mucha gente suele estar el leer más. Tildadme de oportunista pero creo que aprovecharé esta resacosa tarde de año nuevo (aunque tampoco tan resacosa como podría llegar a ser) para recomendar desde aquí 5 obras literarias que deberías devorar si todavía no lo has hecho:

  • El mundo de ayer: Memorias de un Europeo (Stefan Zweig): Hubo un tiempo en que una persona podía coger sus bártulos y establecerse en otro país sin mucha objeción por parte del nuevo estado al que llegaba. No hace tanto de eso, en Europa alrededor de un siglo. La Gran Guerra lo cambió todo. El genial Zweig nos cuenta en esta obra autobiográfica sus años mozos viajando por Europa y las profundas transformaciones sociales sufridas en el continente, los cambios a partir de la primera guerra mundial, el ascenso del fascismo, el cierre de fronteras… todo desde el negativo prisma de un intelectual y activista austríaco y judío, desterrado de su propia tierra por el ascenso de los Nazis. La obra se publicó de forma póstuma tras el suicidio de Zweig (motivado por el temor a un mundo dominado por la sinrazón y el fascismo) en su exilio brasileño.
    Stefan Zweig
    ¿Es esta novela una larga nota de suicidio de Zweig?
  • Las Enseñanzas de Don Juan: una forma yaqui de conocimiento (Carlos Castaneda): Obra polémica ya que para muchos es un mero engaño y propaganda New Age, mientras que para otros es una de las obras cumbre de la etnología del siglo XX. Carlos Castaneda, antropólogo peruano-estadounidense, nos cuenta en este libro su experiencia como aprendiz de brujo junto a un chamán Yaqui del estado de Sonora (México) llamado Juan Matus, un viaje iniciático que cambiará radicalmente su cosmovisión y que enfrentará su punto de vista occidental con el de los nativos. El libro era la tesis doctoral de Casteneda y fue publicado por la Universidad de California y, como ya he comentado antes, ha generado polémica casi desde el mismo momento de su publicación.
  • Soy Leyenda (Richard Matheson): El 2013 se llevó a Matheson, uno de los grandes escritores de ciencia ficción del siglo XX, y por eso es un buen momento para reivindicar su obra. Soy Leyenda ha sido llevada cuatro veces al cine, pero todas de forma superficial, sin respetar el espíritu del libro. Porque más allá de una historia que combina terror y ciencia ficción, más allá de una historia de vampiros y mutantes, Soy Leyenda es un libro que trata sobre temas como el concepto de normalidad, la soledad, la adaptación a los cambios o las convenciones sociales. Su final es una bofetada a todo lo que el lector ha ido construyendo en su cabeza conforme leía.
    The Omega Man
    Charlton siendo leyenda
  • Software Libre para Una Sociedad Libre (Richard M. Stallman): Si bien puede parecer una obra centrada únicamente en debatir sobre los fundamentos de GNU y del movimiento del software libre, esta colección de artículos trasciende el campo del software para hablarnos sobre conocimiento libre, los peligros que conllevan los abusos de las patentes y la forma en que nuestros derechos pueden ser violados por los gobiernos para favorecer a los intereses económicos. Por momentos algunos de ellos se tornan proféticos (podrás ver que la guerra de patentes de Samsung y Apple que tantas páginas llenó hace un par de años ya fue anticipada por el propio Stallman a mediados de los 90). Puedes leerlo y descargarlo desde este enlace, corre antes de que lo conviertan el delito por algún motivo.
  • Watchmen (Alan Moore y Dave Gibbons): El comic que redefinió el comic, pura metalingüística. Obra cumbre del tebeo de superhéroes de los años 80, revistió de oscuridad y aportó una visión más adulta al género de superhéroes/vigilantes, dotando a los personajes de una profundidad que no se había visto antes en este género, mojándose en temas políticos, tratando temas como la sexualidad, el miedo o las crisis políticas de la guerra fría. Tanto Moore como Gibbons realizan un trabajo asombroso que llevará a la revalorización del comic como medio. El éxito de crítica en su día fue aplastante: arrasó en los premios Kirby, Eisner y Harvey y se convirtió en el primer comic en llevarse el premio Hugo.
    Watchmen
    Número 5 de Watchmen

Cinco obras de diversos géneros que te ayudarán a ver el mundo con otros ojos, con la luz que la buena literatura imprime a tu mirada y que te permite guiarte por el oscurantismo que nos acecha.

Mejor en viñeta (malas adaptaciones de comics al cine)

¿Cuántos grandes comics se han llevado al cine con poco o ningún éxito? Hoy vamos a comentar cinco adaptaciones que es mejor disfrutar en su formato de arte secuencial que en el de séptimo arte. A mi me ha pasado el tirarme mucho tiempo sin leer un tebeo por haber visto antes la película, por lo que ahora si hay una adaptación basada en algún comic que tiene buena pinta… espero a leerlo para verla. En fin, adelante con la lista:

  • Watchmen: Mi primera afirmación sobre esta película es que Zack Snyder es Rorschach. Sí, así, como lo oyes: Zack Snyder es Rorschach. Si no has leído el tebeo y te pones a ver esta película verás una correcta palomitada con una fotografía muy bonita, una iluminación muy chula, una secuencia de créditos iniciales muy efectista y algunas secuencias de acción más o menos bien coreografiadas, tal vez demasiado larga y muy vulgar en algunas escenas pero una peli de domingo tarde que podría pasar por aceptable, un suficiente en las notas de fin de curso de las películas de aquel año. Si fuese una película original que no adaptase un material previamente conocido podría librarse de arder en la hoguera, pero cuando la analizamos como adaptación es cuando nos encontramos con una obra que básicamente representa lo opuesto al mensaje y espíritu de la obra original. Lo que en el tebeo es retratado como decadente, patético y desfasado en la película se reviste de épica, de gloria, de poderío… El problema no es que no sea fiel al material original, es que es totalmente lo contrario a este, aunque el director intente enmascararlo metiendo alguna composición de plano que copie el aspecto de alguna viñeta del tebeo. La pelea en el callejón, la muerte del Comediante o la de Rorschach, la violación de Espectro de Seda, la conversación en Marte, la explosión final… es que todo está mal aquí, todo está en un tono radicalmente opuesto a la obra original, envía un mensaje completamente distinto. La película de Zack Snyder no retrata a los personajes como lo hicieron Moore y Gibbons, la película de Zack Snyder ve a estos personajes con los mismos ojos con los que Rorschach se ve a si mismo: como héroes molones que están salvando la Tierra y que son capaces de proezas atléticas que superan los límites humanos, no como una panda de personajes sórdidos y perturbados cuyas motivaciones oscilan entre el descarado fascismo y un mal disimulado fetichismo.
  • Kick Ass: Vaya por delante que esta película no me desagradó en su momento, me pareció divertida y con un reparto muy solvente, pero creo que es una película cobarde, que no se atreve a dar un paso más allá, pues una de las grandes gracias del comic es lo crudo y sórdido de algunas situaciones que en él se plantean… y que por desgracia no están reflejadas en la película. Entiendo que intentaran rebajarlo para adecuarlo a un público más convencional, pero si no has leído el tebeo deberías ojearlo y no dejarte llevar por la película. Tampoco es que haya una diferencia abismal (como en otros casos aquí citados), la verdad, pero sí unos cuantos pequeños detalles que hacen que la percepción sobre la historia cambie mucho, sobre todo respecto al personaje de Kick Ass, que es bastante más «perdedor» en las viñetas.
  • La Liga de los Hombres Extraordinarios: Pobre Alan Moore, cada vez que le llevan al cine se cargan su guión, su salud cardiovascular, estomacal y mental se ha visto afectada por efecto de Hollywood. Debería montar la Liga de los Escritores Agraviados junto al difunto Michael Ende (ya debatiremos algún día si La Historia Interminable es la peor adaptación de la historia del cine). Si la adaptación de Watchmen como dije antes parece filmada por Rorschach, la de From Hell una invención que poco tiene que ver con el tebeo y la versión de V de Vendetta fue la versión «for dummies«, la adaptación de The League of Extraordinary Gentlemen… en fin, si el director se hubiera grabado cagando encima del comic y luego limpiándose el culo con sus páginas no habría menospreciado más esta obra del señor Moore que con la filmación de esa aberración: metiendo personajes que no salen para adaptarlo al gusto estadounidense, pasándose el guión por el forro para hacer una historia totalmente distinta, con unos efectos especiales de DVD de todo a cien chino y desaprovechando a un actor tan excepcional como Sean Connery al incluirle en esta bufonada, que encima fue la última vez que pudimos verle en pantalla. Joder, ¡¡¡que el bueno de Sean tuvo que salir con un taparrabos ridículo en Zardoz y aún así esta peli da más vergüencita ajena!!!!!. Entiendo que Mr. Connery leyera el gamberro y ameno tebeo y pensara «Quiero ser Quatermain«, pero es que esto fue… el horror, como diría Marlon en Apocalypse Now, EL HORROR. Absoluto sinsentido. No es de extrañar que haga años que Moore rechaza la pasta por sus adaptaciones a cambio de que su nombre no se vincule a ellas, es que no las tocaría nadie ni con un palito.
  • Lobezno Orígenes:  Empecemos por el principio: aunque coincida el título, realmente no es una adaptación del comic Lobezno: El Origen. Es más, los sucesos de dicha obra se los ventilan en los primeros 5 minutos de película y ale, a tirar para adelante. Tras eso meten una historia sobre Arma X que tampoco es que tenga mucho que ver con el mítico tebeo de Barry Windsor Smith, y para cerrar terminan con un muy mal llevado duelo final contra un Masacre hipervitaminado, haciendo después una cabriola muy forzada para que todo esto encaje con el argumento de X-Men 2. ¿Sabéis qué fue un milagro? Que le dejaran a Ryan Reynolds hacer Deadpool después de haber aparecido interpretándolo en esta. La explicación completamente absurda de cómo pierde la memoria Logan, la falta de coherencia interna en muchos detalles, lo absurdo de múltiples situaciones como cuando llega a la granja tras la huída de las instalaciones militares… en fin, como en Watchmen lo mejor es la efectista secuencia de los títulos de crédito y supongo que para quien guste de los músculos poder ver a Hugh Jackman más cachas que nunca. Lobezno: El Origen y el Arma X antes citado de Barry Windsor Smith son dos grandes comics (más el segundo que el primero), obviad esta película y dadles una leída.
  • Dragonball Evolution: Chow Yun-Fat de Mutenroshi (o Mutenroi para los que lo vimos en gallego) es la única idea buena de esta película. Se pasan la historia del manga por el forro alegremente y montan una mera película de venganza/revelación con los personajes (bastante diferentes a los de la serie, claro). Visualmente cutre y con un reparto atroz (el vampiro vestido de Billy Idol de Buffy como Piccolo…), el director reconoció no haber ni leído el manga ni visto la serie de animación. Básicamente esto es Dragon Ball como podría haber sido La Liga de la Justicia, Astro City, Los Vengadores, Ranma 1/2, Black Hammer o Betty y Verónica, no tiene nada que ver con el material original aparte de haber pagado la licencia para usar como gancho el título y los nombres de los personajes, pero podrían cambiar a Son Goku y Piccolo por Superman y Doomsday y haber hecho lo mismo.
  • Capitán Trueno y el Santo Grial: Aprovechando que arreglaba los links a imágenes externas, que estaban rotos, he decidido meter un par de aberraciones más, porque siempre me ha gustado más el 7 que el 5. Hablamos antes de mangas y de tebeos anglosajones, pero ¿el tebeo español se ha librado de las voraces garras del cine español? ¡Claro que no! Puede que los guiones del legendario Víctor Mora lograsen esquivar muchas veces las tijeras de la censura, pero lo que no pudieron salvar fue el enfrentamiento directo con el director Antonio Hernández y, sobre todo, con la elección de Sergio Peris-Mencheta como protagonista. ¿Cómo dije con Watchmen? Ah, sí, TODO MAL, lo único positivo que podría decir es que hay algunas escenas muy humorísticas, la desgracia para esta producción es que dichas escenas no pretendían hacer gracia, solo la hacen por lo cutre que es todo. Costó 10 millones y luciría zarrapastrosa incluso junto a los Cuatro Fantásticos de Roger Corman.
  • The Spirit: Hace años curraba algunas noches de portero en un bar que estaba en una galería. Del pub de enfrente, que solía tener una clientela conflictiva, salieron una vez dos borrachos discutiendo violentamente. Uno de ellos le propinó un efectivo gancho al otro, enviándolo al suelo. Parecía que tenía la pelea ganada, pero entonces en lugar de aprovechar la ventaja y marcharse victorioso y sano decidió ensañarse, intentó patear a su rival caído y este, recomponiéndose del derechazo, logró agarrarle el pie, derribarlo y la pelea pasó a un torpe intento mutuo de sujetarse en el suelo hasta que la policía, a quienes había llamado tras ver el primer puñetazo, llegó para zanjar el asunto. Podríamos decir que el borracho que había dado el primer golpe «se vino arriba» y entonces la cagó. ¿A qué viene esa historia? Pues a que Frank Miller también «se vino arriba» con el mismo resultado. El bueno de Frank llegó a lo más alto del tebeo comercial, a ser el dibujante estrella de Marvel y DC que reinventaba a Daredevil o Batman, tras lo que decidió ir por su cuenta y también en el mundo indie, en el mundo del tebeo de autor, se convirtió en leyenda con series como 300 o Sin City. De hecho esos dos tebeos fueron llevados al cine con bastante éxito en la primera década de los dosmiles, el primero a manos de Zack Snyder, que hizo un videoclip de Manowar a cámara lenta, pero no podemos negar que en ese caso sí respetaba el tono, espíritu y argumento de la obra original, y el segundo a cargo de Robert Rodríguez, que dijo que había utilizado como guión gráfico directamente los tebeos y entonces acreditó a Frank Miller como director. Craso error porque entonces Frank se creyó que realmente era un director de cine (NO LO ES, NO LO ERES FRANKIE) y se lanzó a hacer una película como director, no una de sus obras además, sino que eligió adaptar The Spirit, el clásico tebeo de Will Eisner que es considerado por muchos como la obra fundamental que redefinió el medio y dio paso a la era del comic moderno. Miller copia la estética de Sin City y trufa el guión con sus obsesiones personales, pero si cuando hace tebeos es un maestro de la narrativa cuando hace cine, en cambio, su forma de contar la historia se vuelve torpe, lenta a ratos y caótica en otros momentos, los personajes no son consistentes y su comportamiento es incoherente a lo largo de la película. En resumen, estaría disputándose el podio de «Lo peor de Miller» con aquel tebeo de Batman que hizo junto a Jim Lee.

Añado una última aclaración: alguien mencionó en Twitter que debería estar Spawn. Como respuesta voy a citar a una amiga mía, que decía que Spawn no es una mala adaptación pues el material que adapta ya era malo de por sí. Los primeros tebeos de Spawn tienen unos guiones terribles, la película es infame pero tampoco tenía mucho que rascar del material original. Así que se libra de la quema porque el título de esto es «Mejor en Viñeta» y con el infernal personaje de McFarlane no tengo muy claro que mejore.

123 años de Lovecraft – Hongos de Yuggoth

Hoy se cumplen 123 años, que es un número curioso, del nacimiento de HP Lovecraft, maestro del terror, renovador del género y uno de mis autores favoritos. Mucho se ha escrito sobre él, sobre si era un mediocre o un genio, era un fascista o estaba traumatizado o si era asexual o veía sexo en todas partes. Dejando al lado esos temas, que hay muchos estudiosos de su obra, sólo adjuntaré un poema, uno de los framentos de Hongos de Yuggoth llamado Vientos Estelares, como homenaje a su obra:

 

It is a certain hour of twilight glooms,
Mostly in autumn, when the star-wind pours
Down hilltop streets, deserted out-of-doors,
But shewing early lamplight from snug rooms.
The dead leaves rush in strange, fantastic twists,
And chimney-smoke whirls round with alien grace,
Heeding geometries of outer space,
While Fomalhaut peers in through southward mists.

This is the hour when moonstruck poets know
What fungi sprout in Yuggoth, and what scents
And tints of flowers fill Nithon’s continents,
Such as in no poor earthly garden blow.
Yet for each dream these winds to us convey,
A dozen more of ours they sweep away!

Y ahí queda, y es que no está muerto aquel que yace eternamente. E incluso tras muchos eones hasta la muerte puede morir.

Personajes que se merecen un spin off.

Uno de esos posts que surgen de conversaciones en barras de bar, pero llevo un tiempo pensando que hay varios personajes que merecen su propio spin-off. Porque si a Seth McFarlane le han dado pasta para hacer esa puta basura de Cleveland Show… ¿cómo no financiar esto? (bueno, teniendo en cuenta que McFarlane ha logrado que le permitan producir Padre Made In USA, Cleveland Show y todo lo posterior a la temporada 2 de Padre de Familia, supongo que tendrá que ver con su capacidad para comer pollas de directivos de la FOX)

  • Phil-osophy: En un capítulo de Modern Family, cuando Haley se va la universidad Phil le regala un libro con sus grandes enseñanzas para la vida llamado Phil-osophy. Todavía no se cómo no han editado ese libro los productores… pero deberían hacer la serie. Bueno, tal vez no de para el formato de capítulo de 22 minutos, pero no sé, unos minicortos con los monólogos de Phil frente a la cámara, tipo videoblog… Vamos, la mitad estáis deseando verlo, no lo neguéis (y la otra  mitad lo veréis cuando lo recomiende algún iluminado en algún foro).

    Phil
    Phil el filósofo

     

  • Doctore: Si bien de Spartacus ya se hizo una precuela con la historia de Gannicus (Dioses de la Arena), siempre creí que la precuela que habría molado habría sido la historia de Doctore, que se va dejando ver con cuentagotas ya desde la primera temporada de la serie. ¿Quién fue la mujer a la que amó? ¿cómo logró convertirse en una leyenda entre los gladiadores? El personaje de Peter Mensah tiene mucho jugo que exprimir.

    Doctore: La precuela que nos molaría de Spartacus.

     

  • La vida según Barney Stinson: Seamos sinceros, Cómo conocí a vuestra madre dejó de tener gracia en la segunda temporada. Una vez alguien dijo «La seríe se recuperaría si quitaran al abogado, a la profesora, a la canadiense y al tipo que no da encontrado novia«. En resumen, todo el mundo quiere a Barney. El personaje de Neil Patrick-Harris es el más valorado por la audiencia desde el principio, del que se ha realizado más merchandising y encima sabe cantar. ¿Serie musical de Barney? Podría ser le-gendario!

    Barney
    Ponte traje: Barney es de la «escuela Camps»

     

  • Chibs, Tig & Bobby: Otra serie que no va envejeciendo bien. Sons of Anarchy fue derivando desde cuando las frases más repetidas eran «Jesus Chris, Gemma» y «Don’t mess with my club» hasta la moñería en las últimas, que sólo dicen «I love you«. Eso y encima el guapito de Jaxx se corta el pelo. Al carajo, este drama shakespeariano con moteros necesita un cambio de tercio, volver al puro y duro macarreo. Hay dos opciones para seguir explotando pasta de esta franquicia: la primera sería hacer una precuela con la historia de Chibs cuando militaba en IRA. La segunda, que los tres citados en el título se hagan nómadas y recorran la Ruta 66 a su estilo (acabaría siendo la ruta 666… the horror).

    Chibs y Bobby
    Chibs & Bobby, que ya estamos jartitos de las lloradas de Jaxx

     

  • Yo me llamo Ralph: Y finalmente, cuando a los guionistas de los Simpson se les acaben las ideas… será el momento de que Ralph Wiggum tenga su propia serie. Porque ve un duende que le dice que queme cosas, porque unió a republicanos y demócratas, porque fue novio de Lisa por una noche, un  barranco y un unicornio retrasado en muchas ocasiones. Porque sabe cómo la sabe la pupa y el fuego. Todos amamos a Ralph, nunca tenemos bastante de su sabiduría. Ojo, un capítulo crossover Ralph/Zoidberg podría convertirse en instant classic (como el por tantos años deseados Homer vs Bender).

    Se llama Ralph

Porque ¿para qué pagar guionistas con tantos personajes todavía explotables? La televisión los necesita, sobre todo viendo el agotamiento de Hollywood.

Last Days Here. Documental rockero de obligado visionado.

Last Days Here es a Lemmy: The Movie lo que The Story of Anvil fue a Some Kind of Monster.

Porque si el documental sobre Metallica nos mostró los demonios y disputas de la banda con más éxito (y dinero) del heavy metal la de Anvil, en contraposición, nos mostraba la infructuosa lucha por triunfar de unos tipos que tienen que, a pesar de los años, ganarse la vida como pueden para dedicar luego el tiempo que les sobra a seguir adelante con su banda. La culminación del sueño del rock and roll contra la realidad más habitual, aunque narrada de una forma amable y esperanzadora.

Por otra parte, el documental de Lemmy nos mostró la vida, obra y milagros de Mr. Kilminster, el retrato con luces y sombras de la leyenda viviente, del hombre que representa la esencia del rock and roll mejor que Jagger, Richards y McCartney juntos, del rockero que a pesar del éxito y el reconocimiento nunca ha querido pasar a la jet set, se ha mantenido fiel siempre a sus raíces en el lado sucio del rock. Last Days Here, en cambio, nos muestra la situación de Bobby Liebling, vocalista de Pentagram, comenzando en 2007.

Ver la cara de Liebling en la primera escena del documental es como mirar a los ojos del abismo devolviéndote la mirada. Ido, desquiciado, perdido, agonizando en el sótano de su casa paterna, el cincuentón Bobby lamenta sus fracasos entre basura, jeringuillas y pipas de crack. Hijo de un rico ex consejero de defensa tenía el talento y el carisma necesarios para ser grande en el rock, a la vez que poseía todos los vicios y la actitud para mandarlo todo al carajo. Y es que el via crucis que pasa Liebling en este documental es completo: coqueteos con el suicidio, estancias en el hospital con la piel destrozada por los excesos con las drogas, la dureza del mono intentando dejarlo y las tristes recaídas, la ruptura con su pareja, su obsesión con ella que acabará llevándole a la cárcel tras una denuncia por acoso… demasiado oscuro hasta para ser el lado oscuro del rock and roll. La escena con Liebling buscando una piedra de crack entre los cojines de su sofá, encontrando hasta excrementos de rata por medio es totalmente significativa.

Pero en medio hay un rayo de esperanza: su manager y amigo Sean Pelletier intenta hacerle seguir adelante, Phil Anselmo y Jimmy Bower se deciden a financiar un nuevo disco de Pentagram, la oportunidad de volver a la carretera a girar por EEUU y ¿finalmente volverá el amor a la vida de Bobby?.

Last Days Here, un retrato de la cara oscura del rock, del fracaso más absoluto y del cómo intentar volver a sacar la cabeza, siempre con la inolvidable música de Pentragram de fondo, una banda que debería ser venerada no sólo por los amantes del doom, stoner o sludge, sino por casi cualquier amante del heavy metal y el rock and roll más auténtico.

 

Ofertas de trabajo informáticas delirantes

A veces, en las búsquedas sucesivas de empleo uno se va encontrando ofertas con determinados requisitos más o menos curiosos, o con determinados personajes tras ellas cuanto menos, sórdidos. Ahí va una pequeña recopilación de algunas que se me vienen a la cabeza, ya sean vistas o sufridas:

  • Oferta de trabajo en la que se pedía «Programador iPhone y Android» y en la que se ponía como requisito Ser una persona positiva. Esta no sería tan llamativa si no fuera con lo que me encontré cuando me llamaron la entrevista. Tras la gran frase pronunciada por el dueño de la «empresa» (entre comillas porque el término chiringuito les pegaría más) ¿Qué es Objective C? seguido por un No sabía que Java tenía algo que ver con Android (desde luego, todo un conocedor en profundidad de su sector el tío) llegó el gran momento de las condiciones laborales: Los seis primeros meses no vas a cobrar, si luego la empresa da beneficios te pagaremos algo. Seguido de un desalentador No hay ningún proyecto, el equipo que contratemos tenéis que generar ideas y desarrollarlas y finalizado con la perla ¿Tienes ordenador? Es que la idea es que traigas tu propio dispositivo.
  • Muy habitual en los últimos tiempos «Se busca programador Junior. Experiencia mínima: de 3 a 5 años». Puede ser contradictorio lo de experiencia y junior, al menos hasta que interpretas la oferta, donde realmente quieren decir Queremos a un programador/dba/administrador con la máxima experiencia posible pero que acepte cobrar como un junior. Claro, suena mejor lo de «se busca Junior con experiencia» que «se busca trajador con experiencia que acepte cobrar una mierda«.
  • Oferta de trabajo «Se necesita programador PHP para proyecto con importante compañía eléctrica». Este la ofertaba a su nombre un autónomo y tenía tela también al llegar a la entrevista. Bueno, no hubo entrevista que la cosa fue por teléfono. Tras desconfiar bastante porque la razón social que daba el tío era un piso vacío (comprobado in situ) le pedí al caballero en cuestión un borrador del contrato y un aval bancario o similar que garantizase que iba a cobrar el trabajo, la respuesta fue Borrador no te puedo llevar porque la idea es que trabajes sin contrato, que fue seguido de un si quieres cotizar te haces autónomo y te pagas la seguridad social y el IVA con lo que te de (claro, habrase visto eso de querer tener contrato… si es que estamos mal acostumbrados), en cuanto al aval bancario (o plan de empresa o… algo) se resumió en Aval no tengo, pero puedes fiarte de mi, que soy de buena familia (ya se nota que es de buena familia, si empieza por tangarle pasta a la seguridad social contratando a gente sin hacerles contrato). Teniendo en cuenta que el tío decía haber estudiado en Harvard, en California (bueno, decir decía Harvard, pero como le veía venir con la cadena y la manta de fantasmóooooon le pregunté ¿En California? y dijo que sí todo convencido) os podéis hacer una idea de pasé bastante de la cuestión (que estoy en el paro, pero no soy tonto y eso apestaba a estafa).
  • A principios de 2011 vi una oferta en la que se pedía «Programador con cinco años de experiencia desarrollando aplicaciones para Android». Partiendo de que en 2006 el proyecto Android estaba arrancando… o querían contratar a un programador de los creadores del sistema operativo o lo iban a tener jodido.
  • No hace mucho en Infojobs «Se necesita programador web con 5 años de experiencia en HTML5 y CSS3»… más o menos como el caso anterior.
  • Una que siempre me pregunté a qué se refería «Se necesita administrador de Microsoft Word«. ¿WTF?
  • Otra grande fue, en una entrevista «Bueno, sí, el contrato es a media jornada, de 10 de la mañana a dos de la tarde de lunes a sábado, pero tienes que llegar a las ocho y luego quedarte hasta las ocho y media de la tarde, para atender a los clientes por teléfono. Esas horas no las cobras.» Al momento de preguntar por la pausa para comer la cosa fue «Trae un bocadillo, que así no tienes que irte y puedes dar atención mientras esperas». Bueno, 400 euros por más de 70 horas semanales es un contrato cojonudo… en China o en la India al menos.
  • En otra entrevista: «Puedes usar el software que quieras, pero eso sí, no vamos a pagar ninguna licencia». Ingénuo de mi pregunté ¿Entonces se trabajará sólo con software libre? y la respuesta fue «Si quieres sí  y si no, lo pirateas«. De hecho utilizaban un FTP privativo pirateado y anticuado en lugar de Filezilla, a pesar de que dicho FTP funcionaba exactamente igual y hasta la interfaz era más fea.

Bueno, hasta aquí llego hoy. Parece que con la crisis a más de uno se le va la pinza o se le ve más el plumero. Podéis colaborar contando las vuestras en los comentarios.

Edgar Allan Poe (The Raven / El Cuervo)

Tal día como hoy, también domingo siete de octubre, en 1849 y diez días antes de volver a casarse con un antiguo amor, el poeta y novelista americano Edgar Allan Poe fallecía entre pesadillas inspiradas por el alcohol. Maestro del relato gótico, genio del terror, inventor del género policiaco y parte de una generación renovadora en la ciencia ficción. Dejó escrito sobre si mismo Mi vida ha sido capricho, impulso, pasión, anhelo de la soledad, mofa de las cosas de este mundo; un honesto deseo de futuro. Uno de sus más conocidos poemas fue El Cuervo, que reproduzco debajo.

 

Once upon a midnight dreary, while I pondered weak and weary,
Over many a quaint and curious volume of forgotten lore,
While I nodded, nearly napping, suddenly there came a tapping,
As of some one gently rapping, rapping at my chamber door.
`’Tis some visitor,’ I muttered, `tapping at my chamber door –
Only this, and nothing more.’

Ah, distinctly I remember it was in the bleak December,
And each separate dying ember wrought its ghost upon the floor.
Eagerly I wished the morrow; – vainly I had sought to borrow
From my books surcease of sorrow – sorrow for the lost Lenore –
For the rare and radiant maiden whom the angels named Lenore –
Nameless here for evermore.

And the silken sad uncertain rustling of each purple curtain
Thrilled me – filled me with fantastic terrors never felt before;
So that now, to still the beating of my heart, I stood repeating
`’Tis some visitor entreating entrance at my chamber door –
Some late visitor entreating entrance at my chamber door; –
This it is, and nothing more,’

Presently my soul grew stronger; hesitating then no longer,
`Sir,’ said I, `or Madam, truly your forgiveness I implore;
But the fact is I was napping, and so gently you came rapping,
And so faintly you came tapping, tapping at my chamber door,
That I scarce was sure I heard you’ – here I opened wide the door; –
Darkness there, and nothing more.

Deep into that darkness peering, long I stood there wondering, fearing,
Doubting, dreaming dreams no mortal ever dared to dream before;
But the silence was unbroken, and the darkness gave no token,
And the only word there spoken was the whispered word, `Lenore!’
This I whispered, and an echo murmured back the word, `Lenore!’
Merely this and nothing more.

Back into the chamber turning, all my soul within me burning,
Soon again I heard a tapping somewhat louder than before.
`Surely,’ said I, `surely that is something at my window lattice;
Let me see then, what thereat is, and this mystery explore –
Let my heart be still a moment and this mystery explore; –
‘Tis the wind and nothing more!’

Open here I flung the shutter, when, with many a flirt and flutter,
In there stepped a stately raven of the saintly days of yore.
Not the least obeisance made he; not a minute stopped or stayed he;
But, with mien of lord or lady, perched above my chamber door –
Perched upon a bust of Pallas just above my chamber door –
Perched, and sat, and nothing more.

Then this ebony bird beguiling my sad fancy into smiling,
By the grave and stern decorum of the countenance it wore,
`Though thy crest be shorn and shaven, thou,’ I said, `art sure no craven.
Ghastly grim and ancient raven wandering from the nightly shore –
Tell me what thy lordly name is on the Night’s Plutonian shore!’
Quoth the raven, `Nevermore.’

Much I marvelled this ungainly fowl to hear discourse so plainly,
Though its answer little meaning – little relevancy bore;
For we cannot help agreeing that no living human being
Ever yet was blessed with seeing bird above his chamber door –
Bird or beast above the sculptured bust above his chamber door,
With such name as `Nevermore.’

But the raven, sitting lonely on the placid bust, spoke only,
That one word, as if his soul in that one word he did outpour.
Nothing further then he uttered – not a feather then he fluttered –
Till I scarcely more than muttered `Other friends have flown before –
On the morrow he will leave me, as my hopes have flown before.’
Then the bird said, `Nevermore.’

Startled at the stillness broken by reply so aptly spoken,
`Doubtless,’ said I, `what it utters is its only stock and store,
Caught from some unhappy master whom unmerciful disaster
Followed fast and followed faster till his songs one burden bore –
Till the dirges of his hope that melancholy burden bore
Of «Never-nevermore.»‘

But the raven still beguiling all my sad soul into smiling,
Straight I wheeled a cushioned seat in front of bird and bust and door;
Then, upon the velvet sinking, I betook myself to linking
Fancy unto fancy, thinking what this ominous bird of yore –
What this grim, ungainly, ghastly, gaunt, and ominous bird of yore
Meant in croaking `Nevermore.’

This I sat engaged in guessing, but no syllable expressing
To the fowl whose fiery eyes now burned into my bosom’s core;
This and more I sat divining, with my head at ease reclining
On the cushion’s velvet lining that the lamp-light gloated o’er,
But whose velvet violet lining with the lamp-light gloating o’er,
She shall press, ah, nevermore!

Then, methought, the air grew denser, perfumed from an unseen censer
Swung by Seraphim whose foot-falls tinkled on the tufted floor.
`Wretch,’ I cried, `thy God hath lent thee – by these angels he has sent thee
Respite – respite and nepenthe from thy memories of Lenore!
Quaff, oh quaff this kind nepenthe, and forget this lost Lenore!’
Quoth the raven, `Nevermore.’

`Prophet!’ said I, `thing of evil! – prophet still, if bird or devil! –
Whether tempter sent, or whether tempest tossed thee here ashore,
Desolate yet all undaunted, on this desert land enchanted –
On this home by horror haunted – tell me truly, I implore –
Is there – is there balm in Gilead? – tell me – tell me, I implore!’
Quoth the raven, `Nevermore.’

`Prophet!’ said I, `thing of evil! – prophet still, if bird or devil!
By that Heaven that bends above us – by that God we both adore –
Tell this soul with sorrow laden if, within the distant Aidenn,
It shall clasp a sainted maiden whom the angels named Lenore –
Clasp a rare and radiant maiden, whom the angels named Lenore?’
Quoth the raven, `Nevermore.’

`Be that word our sign of parting, bird or fiend!’ I shrieked upstarting –
`Get thee back into the tempest and the Night’s Plutonian shore!
Leave no black plume as a token of that lie thy soul hath spoken!
Leave my loneliness unbroken! – quit the bust above my door!
Take thy beak from out my heart, and take thy form from off my door!’
Quoth the raven, `Nevermore.’

And the raven, never flitting, still is sitting, still is sitting
On the pallid bust of Pallas just above my chamber door;
And his eyes have all the seeming of a demon’s that is dreaming,
And the lamp-light o’er him streaming throws his shadow on the floor;
And my soul from out that shadow that lies floating on the floor
Shall be lifted – nevermore!

 

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