Es posible, diría que hasta probable, que habitualmente suene tu teléfono y al descolgar te encuentres al otro lado de la línea con algún telecomercial ofreciéndote contratos telefónicos, de energía o productos financieros. Son insistentes, incansables y fraudulentos en muchas ocasiones. Lo que mucha gente desconoce es la existencia de un mecanismo, autorizado por la UE, para denegar el derecho a estas comunicaciones publicitarias.
Se llaman listas Robinson, en referencia al personaje literario Robinson Crusoe, y son varios directorios creados con la finalidad de ayudar a los ciudadanos a librarse del acoso publicitario a través de llamadas telefónicas, SMS, correos electrónicos, por correo postal o fax.
Existen apartados para cada categoría donde se recogen y guardan los datos de aquellas personas que han expresado voluntariamente que quieren dejar de recibir publicidad. El funcionamiento es el de tipo lista negra: toda comunicación hacia los recogidos en la lista queda por defecto bloqueada.
La más difundida en España es la gestionada por la Asociación Española de Economía Digital. Puedes darte de alta a través de su web. Tras un plazo de tres meses toda comunicación comercial no solicitada podrá ser denunciada.
La lista tiene ciertas limitaciones: la propaganda electoral está excluida de estas listas por no considerarse comunicación comercial sino información política de cara a las elecciones.
Tampoco bloquea a las empresas de las que somos clientes y a las que hemos cedido voluntariamente nuestros datos de contacto: La lista Robinson solo es efectiva cuando para la realización de la campaña publicitaria se tratan datos de fuentes accesibles al público o de bases de datos de otras empresas. Para estos casos debemos comunicarnos con la empresa y solicitarlo, aunque desde la web de la lista Robinson podemos gestionarlo.
A veces da la sensación de que Youtube es una plataforma, literalmente, llena de mierda: por un lado tenemos un montón de contenido irrelevante, que a veces puede ser divertido o entretenido para desconectar un rato pero que realmente no es de gran calidad (que yo soy el primero que mira vídeos graciosos de gatos, ojo, que no podemos estar siempre ejercitando la mente y esta necesita descansar y relajarse). Por otro lado tenemos lo que podemos llamar contenido realmente peligroso, como la pila de zumbados ultraderechistas esparciendo noticias falsas para incitar al odio o para justificar sus comportamientos e inventando conspiraciones absurdas y delirantes, o los zumbados pseudocientíficos diciendo que pueden curar un cáncer con agua con azúcar, pensamiento positivo y ralladura de limón.
Pero, como todo en internet, al final está en la mano del usuario o espectador el darle un mejor uso. Porque en Youtube también hay canales muy interesantes con los que podemos disfrutar de un contenido educativo y formativo. Hoy vamos a ver cuatro de esos canales, y habrá otras entregas con más canales que ya he ido seleccionando.
Langfocus: Empezamos con este canal, con más de medio millón de suscriptores, dedicado a los idiomas. En este canal podremos ver vídeos con curiosidades sobre distintos idiomas explicadas en inglés por Paul, el presentador de todas las entregas.
Minuto de Física: El título del canal es muy descriptivo, ya que se trata de una colección de vídeos cortos donde se explican varios conceptos de la física en castellano, acompañados de unos simpáticos dibujos. Ciencia fácil para todos.
Alfonso Teodoro Pimienta García: En este caso el nombre del canal no nos dirá mucho, pero este hombre tiene una buena colección de vídeos tutoriales sobre cuestiones técnicas de sistemas informáticos, mantenimiento de equipos y redes.
Território Conhecimento: Y vamos a cerrar con un cuarto canal, en este caso un canal brasileño dedicado a la filosofía donde podemos encontrar vídeos en portugués con ponencias y disertaciones de filósofos, profesores o escritores.
El pasado sábado vi Los Hombres que Miraban Fijamente a las cabras y, tras comentarlo en Facebook, un amigo me replicaba que no entendía cómo todavía no la había visto a estas alturas. Le contesté que yo no me doy prisa con los estrenos, que me tomo con calma el cine… y me replicó que la película tiene casi una década. Lo comprobé en IMDB y era cierto, 9 años que habían pasado casi desde su estreno.
¿A qué viene esto? A que hoy hace siete años ya que empecé este blog: era abril de 2011, estudiaba FP y era el único que apostaba por los Mavericks para llevarse el anillo de campeones de la NBA. Creo que todas esas decisiones fueron buenas (el blog, el FP y apostar por los Mavs). Han pasado los años y el blog ha ido creciendo: de 80 visitas el primer mes a una media de 1300 al día en lo que llevamos de año. Está claro que no es Gizmodo, pero tampoco permanece instalado en la irrelevancia.
¿Por qué seguir a estas alturas? Pues hay una cosa que me motiva mucho en mis estadísticas, y es cuando veo que muchas visitas llegan a través de URL de intranets de facultades o de institutos de FP donde se ha enlazado algún artículo de corte técnico. Me hace sentir que aporto un poco de valor a la sociedad.
Así que gracias por leerme y perdonad esta nota nostálgica de hoy.
En estas fechas navideñas se hacen muchas compras, y en los últimos años las compras on-line han crecido exponencialmente. Tanto como para colapsar los centros de algunas empresas de transporte. Pero ¿Son seguras? En los últimos años la seguridad de estas transacciones también ha mejorado mucho, pero sin una serie de buenas prácticas por parte del usuario todo el trabajo de los programadores de dichos sistemas puede irse al garete.
Hace unas semanas, motivados por el Black Friday, INCIBE y OSI realizaron una guía con una serie de pasos para comprar de forma segura en Internet. Con ánimo divulgativo os dejo por aquí la infografía que realizaron y también este enlace donde podéis ver el contenido del post original en el sitio web de la OSI.
Os dejo por aquí un enlace a la página de Facebook de Xente de Compostela, un proyecto del fotógrafo David Llecha donde pretende retratar a distintos profesionales de la ciudad. Yo he tenido la suerte y el honor de ser quien inaugurara la serie de fotos. Disfrutadla y echadle un ojo, que irán apareciendo poco a poco más picheleiros (tanto nativos como naturalizados)!
Vamos con una minicrónica del conciertillo/conciertazo que se marcó ayer la Graham Bonnet Band, aka Graham Bonnet y Señora. Sólo unas líneas que ya se encargarán los colegas de Pelletier Horror de contarlo fetén.
A los teloneros, Aquelarre, no los conocía. Allá en la sala no logré sacar mucha más información aparte de su procedencia: son vigueses. Literalmente suenan a banda española del catálogo de Locomotive Music de finales de los 90-principios de los dosmiles.
En cuanto al señor Bonnet la impresión general fue buena, con sus luces y con sus sombras. Decía aquel comentarista latino «Cuidado, que este sabe, cuidado que Milla sabe» y con Bonnet pasa lo mismo, perro viejo con muchos años de escenario y de no probarlo. Se recorrió muchos de los grandes hitos de su carrera haciendo hincapié en el Down To Earth del que sonaron cinco temas: Eyes of the World y All Night long, con las que abrió, Love’s no friend, un Since you’ve been gone que le quedó fetén y levantó a todo el público y Lost in Hollywood para despedirse de la audiencia. Entre medias hubo tiempo de recordar también su paso por MSG con piezas como Assault Attack, sus años de boss de Malmsteen y Vai en Alcatrazz o su muchas veces olvidado e infravalorado disco en solitario Line Up, del que sonaron SOS y esa tremenda pieza de hard rock que es Night Games. Así que haciendo un balance la cosa quedaría así:
Contras (empiezo por lo malo):
Los coros pregrabados ya son un mal de estos días que asumimos que ocurrirá con la mayor parte de bandas ochenteras, pero llevar los teclados pregrabados y disparados en un grupo donde van a sonar en todos los temas es bastante cutre. Mr Bonnet, estírese y contrate a alguien que le toque las teclas.
Lógicamente la edad no perdona y con 68 años hubo algunos temas donde los años pesaron.
No es un contra propiamente dicho, pero me faltó que metiera algún temilla de Impelliteri y alguna más del No Parole de Alcatrazz (Hiroshima mon Amour o Too young to Die, too drunk to live habrían estado más que fetén)
Pros (lo bueno, lo fetén)
A pesar de lo reseñado arriba se marcó un set list completito, con temas de múltiples etapas y sin meter material de otros vocalistas.
Carisma y simpatía por un tubo sobre las tablas, y luego se bajó a firmar y sacarse fotos con todo el que quisiera.
Obviando la falta de teclista la banda muy bien. Al italo-brasileño Conrado Pesinato le tocaba un buen marrón, comerse los solos de Blackmore, Schenker, Moody, Vai o Malmsteen, un tremendo repóker de guitarristas del que salió airoso con gran talento aunque con algo de abuso del tapping. El batería parece ser que había sido contratado a última hora por tener lesionado al habitual pero cumplió sin fisuras. Beth-Ami Heavenstone se desempeñó también muy sobriamente en el puesto de bajista, atizándole unas buenas copillas de whisky entre tema y tema.
Aunque en algún tema se hizo evidente que los años pesaban no recurrió al rastrero truquito de ponerle el micro constantemente al público, y de hecho tampoco bajó el tono de los temas.
Bonnet ni lleva bisoñé ni subió a ningún telonero a que le cantara el Burn. Eso le da unos puntos más de dignidad sobre otros ex-vocalistas de Rainbow. Sigue con su clásico tupé de James Dean, sus eternas gafas y su corbata (nos faltó sólo la americana en tonos pastel), una marca de la casa, una de las estéticas más personales del heavy metal.
Yo, por mi parte, ya puedo decir que he visto a todos los cantantes de Rainbow a pesar de no haber visto nunca a Rainbow (con Black Sabbath me pasa lo mismo). No fue un concierto que diga «me cambió la vida» pero disfruté de una buena noche de buen hard rock/heavy metal clásico a cargo de la banda de Graham Bonnet y señora. Doy por bien invertida la entrada.
Asking Alexandria serían un batido de soja y pomelo con semillas de chía.
Alter Bridge serían chococrispies con batido de chocolate y gominolas.
Mastodon serían una tostada con aguacate.
Metallica serían una caja de muesli que lleva abierta como seis meses, pero que varios de tus colegas se empeñan en afirmar que sigue estando crujiente.
Ted Nugent sería un café solo largo, plato de tortitas con sirope de arce, bacon, huevos revueltos y una banderita americana decorando todo, probablemente aliñado con pólvora.
Black Sabbath serían un café con leche, croissant calentito y zumo de naranja recién exprimido.
AC/DC serían un café con leche y unas tostadas.
Hanoi Rocks serían un brunch.
Topo serían una tapa de tortilla.
Barón Rojo serían un bocata de calamares y un relaxing cup of coffee.
Overkill serían huevos fritos con bacon y una cerveza, en un bar cerca del CBGB o de L’Amour.
High on Fire serían un chupito de whisky y una ración de chicharrones.
Electric Wizard serían una tortilla de setas… alucinógenas.
Sleep serían unas magdalenas de mariguana.
Primus serían la cena, pero por algún motivo te las estás tomando a la hora del desayuno.
Emerson, Lake and Palmer serían la cena, pero por algún motivo te las estás tomando a la hora del desayuno mientras estás sentado en una silla de oficina haciendo crucigramas.
Nashville Pussy serían pasar de desayunar y tomarte otra cerveza porque llegas de reenganche.
Motorhead serían pasar de desayunar y tomarte otra botella de Jack Daniels porque llegas de reenganche.
Motley Crüe serían desayunar cocaína.
Red Fang serían pasar de desayunar porque estás de resaca.
W.A.S.P. serían pasar de desayunar e irte a una sesión de bondage.
Mercyful Fate serían pasar de desayunar para unirse a un aquelarre.
Burzum serían pasar de desayunar e ir a apuñalar a Euronymus.
Esto no pretende ni pretendió nunca ser un artículo serio y científico, sino que lo publico como mera curiosidad, no voy a ponerme a hacer un sesudo análisis demográfico. Lo digo por si alguien está tentado de comentarlo en los comentarios de la página.
Todo esto viene al caso porque hablaba con un amigo sobre que en los veranos de nuestra adolescencia había más ambientillo en la calles de nuestro pueblo, que por la noche era habitual que hubiera gente en los bares incluso entre semana. Argumentaba un tercero que eso no era así, sino que era un producto de nuestra mente, que recordábamos las cosas como mucho mejores de lo que realmente eran, que había un sesgo positivo en nuestros recuerdos y que además la perspectiva que teníamos como adolescentes de 15 años no es la misma que podemos tener ahora como adultos que pasados los 30 hemos visto más mundo. Y puede que tenga razón, pero yo estaba convencido de que antes había bastante más gente, así que me fui a Google Public Data (herramienta de la que hablaremos más adelante en otro artículo) a buscar datos sobre población por ayuntamientos para sacar de allí una gráfica que lo ilustrara.
La comarca del Ortegal, situada en el norte de la provincia de A Coruña, en Galicia, engloba los ayuntamientos de Ortigueira, Cariño, Mañón y Cerdido, que actualmente suman alrededor de 13.000 habitantes censados entre los cuatro. Además en la gráfica he añadido los cercanos ayuntamientos de As Somozas, Cedeira,Moeche y As Pontes de García Rodríguez. En general se aprecia un decrecimiento de la población en todos estos ayuntamientos desde 1996 hasta 2014, pero siendo el de Ortigueira el más acusado tanto en totales como en porcentaje.
Uno podría esperar que sería As Pontes quien mostaría la mayor caída total por ser la población de mayor tamaño, con 12664 habitantes en 1996 y 10634 en el censo de 2014 ha perdido 2030 habitantes en ese lapso de 18 años. Pero en ese mismo tiempo Ortigueiracae desde los 8893 de mediados de los 90 a los 5997 de 2014, 2896 habitantes menos, casi un 33% de población menos en 18 años. Es curioso el caso de Cedeira, que ese tiempo resiste bastante bien y sólo pierde 603 habitantes, pasando de 7750 a 7147, superando en población censada a Ortigueira en 2006 en unas pocas docenas de habitantes, hasta hacerlo en más de mil en 2014. Comprobando los datos del padrón de 2015 la tendencia parece haberse invertido y se ha registrado un crecimiento de la población ese último año.
Así que me quedo con que tenía razón: había más gente (un porcentaje significativo) cuando yo tenía 15 años (año 2000) que ahora. Y otro punto a tener en cuenta, que no se refleja en esta estadística, la población que sigue residiendo en esta zona cada vez está más envejecida.
La versión autoalojada de WordPress no me permite embeber directamente la gráfica de Google (creo, si lo permite de momento no se cómo), pero aquí está el enlace a la gráfica de la imagen de arriba. En él podréis ver los datos detallados año a año moviendo el ratón sobre las líneas.
Cariño y ría de Ortigueira. Fotografía de Ramón Piñeiro.
En fin ¿causas de este decrecimiento? No he hecho ningún estudio profundo para mostrar un verdadero análisis, pero la falta de oportunidades laborales tiene todas las papeletas para ser la principal. Y no podemos obviar las malas comunicaciones de la comarca: transporte público cada vez más deficiente, con un FEVE casi desmantelado y cada vez con menos líneas de autobús, y carreteras sensiblemente mejorables que no invitan a coger el coche, coche que por otra parte casi cualquier habitante de la zona está obligado a tener.
Ría de Ortigueira desde la Capelada. Fotografía de Antonio Ramos Soto
Como ya decía al principio, no se trata de un artículo sesudo, sólo la visualización de la constatación estadística de un hecho que cualquier conocedor de la zona ya habría percibido. Pero me da pie para hablaros, como ya dije, de Google Public Data… en un artículo que caerá en estos días.
Lo prometido es deuda, y aunque no suelo subir recetas había comentado en diversas redes sociales que esta sí la subiría al blog: cómo hacer una bebida isotónica con gusto cítrico casera. Vamos con la lista de ingredientes:
Agua (lógicamente)
Dos limas
Un limón
Un pomelo
Sal común (cloruro sódico)
Cloruro potásico (también llamada sal sin sodio)
Bicarbonato sódico
Azúcar moreno (puede ser sustituido por azúcar refinado, por panela, por estevia, por miel… a tu gusto)
En fin, la idea es hacer litro y medio (el popular formato del Aquarius), y mis medidas son a base de cucharillas de café. La idea es exprimir los cítricos y colarlos para que no vayan pepitas. Añadimos al agua una cucharilla de sal, una de cloruro potásico, una de bicarbonato sódico y cinco de azúcar moreno. Agitamos para que diluya bien, añadimos el zumo de los cítricos y dejamos unos minutos a enfriar. Yo suelo dejar el agua preparada con la sales y el azúcar enfriándose toda la noche en la nevera, y exprimo y añado los cítricos y el bicarbonato al día siguiente justo antes de beberlo, para que el zumo esté bien fresco y no pierda propiedades ni se altere su sabor.
Bueno, con el tema de la destrucción de los discos duros del ordenador de Bárcenas por parte del Partido Popular y las declaraciones de Celia Villalobos seguro que más de uno va a buscar en Google cómo destruir un disco duro. Desde luego el método usado por el PP está bien para conseguir la destrucción de los datos de los discos: 35 formateos, rallado de la superficie y martillazo a tentetieso. Creo que es el protocolo determinado por INTECO. Pero siendo sinceros, aunque sí es un método eficaz creo que no ha sido muy eficiente. A mi alguna vez me ha tocado destruir algunos que tenían que ir para el punto limpio.
Como primera nota: aunque quede muy de pro y de hacker de peli, usar un imán no es una solución. Hace años que los discos duros vienen muy bien apantallados contra campos magnéticos, así que necesitarías uno muy potente para poder destruir los datos. Por lo que, sacando que vivas cerca de un desguace de coches que tenga un electroimán muy potente, jugar a ser Magnus Lensherr no es la mejor opción.
Habría que pensar en qué interés puede tener alguien en recuperar tus datos para calcular cómo de concienzuda debe ser la destrucción de los discos. Recuperar datos tras varios formateos es complicado, por lo que para el usuario medio puede ser una solución. Tras una docena de formateos a bajo nivel el proceso de recuperación requiere de procedimientos largos y costosos que para la mayoría de usuarios son complejos en extremo, así que para la mayoría de la gente esto debería valer. Por otra parte, puede que sea más rápido soltarles un par de martillazos contundentes y tirarlos a un cubo de agua que formatear varias veces en profundidad. No garantiza al 100% la destrucción del disco, pero seguramente lo dañe lo suficiente para que no merezca la pena el esfuerzo de la recuperación.
Si lo que tienes entre manos es un SSD la cosa es básica: martillazo limpio. Le pegas hasta que se te canse la mano, que si bien estos discos son más fiables en el tema de impactos mientras están en funcionamiento, contra golpes directos y con mala leche caen antes. Si casca una celda de memoria ya queda irrecuperable. Por cierto, hay modelos que traen un sistema de autodestrucción que mediante un botón o incluso el uso de un comando envían una señal al disco para forzar que se sobrecargue y se queme.
Además existen máquinas especificas para realizar este trabajo, como trituradoras o prensas de discos. Eso sí, las buenas valen una pasta que no compensa sacando que tengas una empresa dedicada al tema de la seguridad y destrucción de documentos. Es más, las de gama más baja creo que andan por los 4000 euros hoy por hoy.
En el caso de Bárcenas la cosa es distinta. Ahí hablamos de datos sensibles, que interesan a la justicia que investiga el caso, a los partidos de la oposición y a millones de ciudadanos españoles. También debería interesar a la prensa española, pero están a lo suyo, a por el mendrugo. En fin, que no estamos hablando de un usuario cualquiera, aquí es de suponer que se dispondrían de los métodos más completos para la recuperación de datos.
En ese caso, ¿si tengo una información sensible y quiero asegurarme de que nadie accede a ella tras descartar el disco duro? Pues lo mejor es seguir el ejemplo de los profesiones, véase lo que hicieron los servicios de inteligencia del Reino Unido cuando fueron a destruir los discos duros del diario The Guardiancon la información filtrada por Snowden: abrir los discos duros, sacar los discos magnéticos que los forman, lijarlos a base de bien con una lijadora, taladrarlos varias veces y finalmente quemarlos. Este proceso garantiza la destrucción de la información. También podría valer machacarlos a martillazos tras el lijado, o aplicarles un soplete sobre la superficie. Por eso digo que fueron efectivos, pero no muy eficientes ya que si se va a destruir el disco duro físicamente no acabo de ver la lógica a gastar tanto tiempo en realizar 35 formateos.
Aquí te dejo un vídeo con dos tíos vestidos como predicadores mormones explicando cómo destruir un disco duro:
Vamos con la última duda, que seguramente a muchos les interese ¿es normal destruir un disco duro? Sí, es normal en caso de que se trate de un disco que va a desecharse. ¿Obliga la LOPD a ello? En caso de que vaya a desecharse el disco, sí, lo indica el artículo 92.4 del Real Decreto 1720/2007 aunque de una forma no muy clara: «Siempre que vaya a desecharse cualquier documento o soporte que contenga datos de carácter personal deberá procederse a su destrucción o borrado, mediante la adopción de medidas dirigidas a evitar el acceso a la información contenida en el mismo o su recuperación posterior. «. Por otra parte la norma DIN 66399 nos da unas directrices más claras de cómo hacerlo según el nivel de confidencialidad de los datos y el tipo de soporte a destruir. ¿Es obligatoria la destrucción física de un disco duro si el ordenador cambia de usuario dentro de una misma empresa? No, en esos casos lo habitual es realizar un formateo con varias pasadas ya que a fin de cuentas el equipo sigue perteneciendo a la misma empresa, aunque una empresa o administración puede establecer un nivel de seguridad más alto si lo considera conveniente.
Entonces, y a la vista de lo anterior, y saliéndonos del tema de la destrucción de discos duros para irnos al tema de la noticia que inspira este artículo ¿ha cometido un delito el PP al destruir los discos duros del ordenador de Bárcenas? No podría afirmarlo. Primero habría que saber en qué fecha se destruyeron los discos: si fue después de que el juez reclamase los ordenadores desde luego sí comenten un delito al estar destruyendo una prueba de forma deliberada e incumpliendo la petición del juez. Si fue antes de la petición pero se hizo con dolo, sabiendo que había información que podría dañar al partido y destruyéndola para ocultar el delito, entonces también sería un delito, pero sería más complicado demostrarlo. Si fue antes pero se hizo como un procedimiento de seguridad estándar, sin conocer que los discos contenían pruebas de una actividad delictiva pero suponiendo que sí incluían datos sensibles, entonces no habría delito.Por otra parte, el real decreto 1720/2007 antes citado, también en su artículo 92, en el punto 1, dice que «Los soportes y documentos que contengan datos de carácter personal deberán permitir identificar el tipo de información que contienen, ser inventariados y solo deberán ser accesibles por el personal autorizado para ello en el documento de seguridad» por lo que el argumento esgrimido de que no sabían qué documentos había en el disco duro me parece débil, sobre todo porque necesitan esto para justificar la destrucción del disco duro de acuerdo con la LOPD.
En fin, en cuanto a la destrucción de discos la cosa está clara: Si tienes un SSD lo pulverizas a martillazos. Si tienes un disco duro magnético lo desmontas, rallas las caras de los discos que lo forman (lijadora si tienes, si no una lija gorda) y los rompes, ya sea a base de martillo, taladro, sierra o soplete. En cuanto al tema Bárcenas, es a la fiscalía y al juez a quien compete dirimir si hay o no delito, habrá que confiar en la independencia de la justicia, aunque en los últimos años no hayan dado motivos para ello.