Terrordrome: El videojuego de lucha que llevabas años deseando

El otro día a través de los amigos de Zinemaníacos descubría este videojuego. Vi la entrada en el móvil mientras esperaba en un bar así que hasta hoy no me puse a buscarlo (de hecho tuve que preguntarles cómo se llamaba, que ya ni lo recordaba).

Herbert West vs Violent Cop

¿Por qué es El videojuego de lucha que llevabas años deseando? pues porque en él podrás enfrentar a los grandes psicópatas del cine de terror cara a cara. Sí, los grandes entre los grandes: Jason Voorhees (en dos versiones, con machete y con hacha), Freddy Krueger, Leatherface, Micheal Myers, Ashley «Ash» Williams, The Tall man, Chucky, Ghostface, Matt Cordell, Candyman, Herbert West, Pumpkinhead y Pinhead. Menuda pandillita para irse de cañas.

Terrordrome Ash Evil Dead
Ash vs Ash, rememorando El Ejército de las Tinieblas!

El juego ha sido creado por un fan y, como pasaba con el PC Fantacanestro del que hablamos hace tiempo, se pasa por el forro los temas de licencias y nos regala esta experiencia. ¿Los gráficos podrían ser mejores? Por supuesto. ¿La jugabilidad? Para el que se criara con los arcades de los 90 es la habitual. ¿Merece la pena? Si eres aficionado a los juegos de lucha no te engañaré, es un juego indie muy del montón, aquí la gracia radica en los personajes de los que dispones que lo hacen la fantasía de todo buen friki del género. Si te han flipado películas como Posesión Infernal, Pesadilla en Elm Street, Phantasma, Halloween, Muñeco Diabólico o Viernes 13 es un juego que debes probar. A fin de cuentas es gratis así que sólo pierdes el rato en descargarlo si no te acaba de convencer, y si te gustan esas pelis pasarás un rato muy divertido.

Carátulas películas Terrordrome

El juego está creado para Windows XP o superior, pero lo he probado en un Ubuntu 14.04 y en un ElementaryOS y en ambos me ha funcionado con Wine como una seda, así que que el aficionado Linuxero no se quedará sin disfrutarlo. Lo dicho, una frikada más que recomendable para divertiros.

Chucky vs Herbert West

El juego está disponible para ser descargado desde la página del proyecto. Esperemos que no lo tumben por algún tema de derechos para poder seguir disfrutando la frikada. Os dejo un enlace a un vídeo con un gameplay.

Terrordrome: old school vs new school

Cinco películas que Marvel no hará… pero que debería hacer.

El otro día comentaba por Facebook con un colega que ahora que la compañía del viejo Stan está tan lanzada en la producción audiovisual, sean series o películas, molaría que se lanzaran a recuperar al Caballero Luna para este formato. Y ya cuando hicieron el anuncio del montón de películas que van a sacar en los próximos años (incidiendo mucho, por lo que parece, en las sagas más orientadas al rollo cósmico/ciencia ficción) había comentado otras posibilidades aparte de todo lo que pensaban producir. Se trataba de la típica discusión de frikis sobre qué personaje mola más, pero he pensado que, por qué no, daría una entrada para el blog. Así que vamos con esas cinco pelis que según mi desquiciado criterio debería producir la Marvel:

  • Shang Chi: Master of Kung Fu era la respuesta de Marvel a la moda de las películas y series de artes marciales en los años 70. El personaje, creado por Steve Englehart y Jim Starlin, estaba claramente inspirado en Bruce Lee. La serie fue popular en los años 70, incluso planteándose la realización de una película, pero en los 80 el género había pasado de moda y Shang Chi pasaba a un segundo plano, viéndose reducido a personaje invitado o secundario en otras series de más popularidad. Yo en esta serie veo un potencial éxito, dirigida por Tarantino reencontrándose con su trabajo en Kill Bill. El prota, Shang Chi, estaría interpretado por Jet Li, y el villano Dr. Fumanchu tendría la cara de Chow Yun-Fat. El agente del MI5 Clive Reston sería Daniel Craig, James Larner estaría encarnado por Pierce Brosnan y habría que meter con calzador un cameo de Takeshi Kitano, sí o sí, mismamente como un yakuza que pacte algún negocio con Fu Manchu. Nadie podría negar que con este casting la cosa debería ir rodada.
    Shang Chi
  • Caballero Luna fue el personaje que inspiró esta entrada. Otro personaje de la oleada setentera Marvel, en una línea muy de la época en la que enfrentaban a personajes de corte superheroico contra criaturas sobrenaturales. Muchos señalaron que el personaje era un intento de crear un Batman marvelita, señalando ciertas similitudes: son personajes humanos, poseen grandes fortunas, utilizan artilugios varios, les mueve el espíritu de buscar la redención a través de la venganza y su «poder» se basa simplemente en inteligencia y entrenamiento. Yo realmente no lo creo, a pesar de la existencia de esos puntos en común creo que el tono general de los guiones de Caballero Luna y de Batman era bastante distinto, además que el tema de la personalidad múltiple de Caballero Luna daba mucho juego. No he pensado mucho en los personajes, excepto en el principal, que debería ser Gerard Butler. Y como director sin duda Sam Raimi. Pensaba que el tío Sam la había cagado con las pelis de Spiderman, que se había quedado a medio gas y no había explotado de todo al personaje, pero tras ver las que vinieron después mi opinión ha cambiado, empiezo a pensar que su trabajo fue más que decente. Aunque para esta peli me gustaría verle en un tono más similar al que usó cuando dirigió Darkman, ese Raimi más crudo e independiente, menos encorsetado por las presiones de Hollywood. Seguro que nos daría una pieza muy divertida.
    Caballero Luna
  • La Muerte del Capitán Marvel, esta tendría que caer sí o sí. En la lista de películas anunciadas por Marvel aparece Capitán Marvel, pero por lo que he leído se centra en la Capitana, Carol Danvers. Es una buena idea, sobre todo si pretenden tirar por la línea cósmica/extraterrestre para culminar en la Guerra del Infinito, pero la muerte del Capitán Marvel original (tal vez planteada como precuela) debería ser llevada al cine. El problema, que no es un comic típico ni una historia típica para una película de superhéroes. Me explico y os pongo en antecedentes, por si alguno no ha leído este tomo esencial de Marvel. Es en 1982 cuando Jim Starlin dibuja y guioniza La Muerte del Capitán Mavel, cuyo título no esconde nada: el comic nos narra las últimas horas del personaje, una muerte que sacudirá el universo Marvel. ¿Por qué? No era la primera vez que un personaje importante de la editorial moría, aquí la cuestión estaba en la forma: Mar-Vell no muere en una épica batalla, no cae luchando por salvar el universo frente a Thanos o los Invasores Skrull, Mar-Vell muere en la cama perdiendo la lucha contra el cáncer, rodeado de sus viejos aliados y seres queridos. El casi todopoderoso héroe que ha salvado planetas enteros se muestra indefenso y frágil como cualquier humano normal frente a una terrible y maldita enfermedad, provocando diversas reacciones en los demás personajes que le acompañan. Ya lo decía antes, no es la típica historia para película de superhéroes, sino un drama realista, una historia sobre desmitificar al héroe, pero es una pieza marvelita fundamental, y puestos a pedir paso de hacer un casting de actores, pero debería dirigirla Clint Eastwood. Seguramente de todo lo planteado aquí se trate de lo más irrealizable.
    La Muerte del Capitán Marvel
  • Tomb of Dracula es otra de mis series favoritas de la Marvel setentera, extendiéndose de 1972 hasta 1979 y siendo la más conocida la etapa de Marv Wolfman y Gene Colan. La serie plantea la resurrección de Drácula en los años 70, su regreso a Inglaterra y la persecución que sufre por un grupo de cazadores de vampiros, varios de ellos descendientes de los protagonistas de la novela de Bram Stoker. Así, como broma, molaría ver a Gary Oldman de Quincy Harker por aquello de que fue Drácula en la adaptación de Coppola. Con Wesley Snipes recuperando su papel de Blade (pero con la estética setentera/funky del comic), David Tennant de Frank Drake, Eve Myles de Rachel Van Helsing, Karen Gillan de Lilith (bueno, esto último creo que es más parafilia mía, lo confieso), Benedict Cumberbatch como Drácula y un cameo del genial Christopher Lee como Deacon Frost. Todo esto bajo el manto de oscuridad que le podría dar el Alex Proyas de Dark City y El Cuervo.
    Tomb Of Dracula
  • The ‘Nam intentó ser el regreso al género bélico de Marvel, comenzando en 1986 y extendiéndose durante siete años. Como es obvio por su título, se trataba de una serie centrada en la guerra de Vietnam, en algunos números se centraba en las relaciones entre los soldados y en otros en la narración de acciones bélicas reales. La publicación era innovadora (era «en tiempo real», entre número y número transcurrían treinta días de historia, y pasado un año los personajes supervivientes terminaban su periodo de reclutamiento y volvían a casa) y aunque en general era bastante pro-USA en algún número intentaba dar la visión del Vietcong (aunque no llegaba a los niveles de crítica de Blazing Combat, que en los 60 fue censurada por presiones del propio ejército). Curiosamente la serie fue contemporánea a la película Platoon, de Oliver Stone, con la que comparte bastanes paralelismos. Es más, en mi casting metería a Johnny Depp y Willem DaFoe como homenaje, y ya puestos tanto a Charlie Sheen como a su padre Martin (en este caso por Apocalypse Now). Como director, para darle el toque crudo y brutal que requiere esta serie, contaría con José Padilha para que hiciese algo similar a las dos partes de Tropa de Élite.
    The 'Nam

Como decía al principio, está claro que Marvel no apostaría por estas ideas, tal vez porque a día de hoy serían poco Marvelianas. ¿Y tú qué serie o historia de La Casa de las Ideas te gustaría ver llevada al cine pero sabes que jamás llegará a la gran pantalla? (no se para qué planteo esta pregunta, seguramente todo el mundo pida un remake de El Pato Howard).

Las tres mejores películas sobre baloncesto

En este blog hablamos de cine alguna vez y de baloncesto algunas más. La semana que viene ya empiezan los amistosos de preparacion para el Mundial 2014 pero mientras estamos con este mono como King Kong y con el alma en vilo por saber dónde acabará Kevin Love (y si tendremos el próximo Big Three en los Cavs con Irving – Love – LeBron o no) podemos aprovechar para visionar alguna de estas películas:

  • Una mala jugada (1998): Aunque la mayoría de los fans NBA la conocen como «la peli de Ray Allen«, y es que el excelso y veterano tirador hizo sus pinitos como actor en este drama, titulado en inglés He Got Game. Dirigida por Spike Lee el protagonista es el siempre solvente Denzel Washington, que aquí interpreta a Jake, un alcohólico encarcelado tras asesinar accidentalmente a su mujer. El gobernador del estado le ofrecerá una rebaja de su condena si logra convencer a su hijo Jesus (Ray Allen) para que juegue en el equipo de su antigua universidad, ya que el chaval ha sido una estrella en el instituto y está dudando entre dar el salto directo a la NBA (recordemos que en la realidad Kobe y Garnett lo habían hecho poco tiempo antes) o formarse en la universidad. Completan el reparto Milla Jovovich, Rosario Dawson, John Turturro (otro seguro de vida como actor) y ex jugadores como Travis Best, Walter McCarthy o un Rick Fox al que siempre le tiró la cámara.
    Ray Allen y Denzel Washington
  • Camino a la Gloria (2006): Basada en hechos reales, producida por Jerry Bruckheimer y con un reparto sin grandes nombres, con mucho profesional de la televisión y secundario clásico, junto a un Jon Voight de capa caída, originalmente se trataba de una película destinada a salir directamente en vídeo y TV, pero finalmente acabó estrenándose en cines con una aceptable taquilla en los EEUU. La historia se remonta a los años 60, cuando apenas se ofrecían becas a los jugadores negros en las universidades americanas, y mucho menos en los estados del sur. El entrenador Don Haskins llegaba a Texas Western, una modesta universidad de El Paso, sin capacidad para reclutar a los más codiciados jugadores de instituto. La estrategia de Haskins consistiría en reclutar a talentosos jugadores de raza negra que eran rechazados por otras universidades por el color de su piel, lo que le permitió ensamblar un equipo capaz de acabar el torneo regional con un balance de 23-1 y meterse en el torneo de la NCAA, despertando por el camino una oleada de sentimientos racistas al tener más jugadores afroamericanos que blancos en la plantilla. Alcanzaron la final contra la universidad de Kentucky con medio país apostando que no ganarían «porque los negros no aguantan la presión» (argumento usado por la prensa en el sur del país) Haskins decide que los jugadores blancos no saldrán a la cancha en ese partido para dar una lección a todo el rebaño racista. Si bien la película tira del aplauso fácil en algunos momentos y exagera bastante para ganar dramatismo, pintando al entrenador de Kentucky Adolph Rupp como profundamente racista o sobredimensionando los incidentes alrededor del equipo, en conjunto es efectiva para palomitear una tarde de domingo.
    Josh Lucas en Glory Road
  • Hoosiers: más que ídolos (1986): Gene Hackman y Dennis Hopper (este último se llevó una nominación al Oscar a mejor secundario por su papel) en una historia sobre superación personal. Un drama mínimamente inspirado en la victoria del Instituto Milan en el campeonato estatal de Indiana de 1954, aunque de una forma muy fugaz. El excepcional talento de los dos actores (bien secundados por Barbara Hershey) lleva la historia en volandas hasta su épico final, todo con una excelente banda sonora de Jerry Goldsmith (también nominada al Oscar). Comentaba hace un rato «la mejor película de temática deportiva» y me replicaban «Toro Salvaje»… así que tendré que matizar como «la mejor película sobre un deporte de equipo«. Cada vez que veo a Popovich en el banquillo de San Antonio no puedo evitar acordarme de Hackman interpretando a «Coach» Dale.
    Dennis Hopper Gene Hackman

La lista podría ser más larga, y más si metemos documentales (algo que creo que dejaré para otro día, tengo una larga lista), pero puestos a elegir me quedaría con estas tres.

Mejor en viñeta (malas adaptaciones de comics al cine)

¿Cuántos grandes comics se han llevado al cine con poco o ningún éxito? Hoy vamos a comentar cinco adaptaciones que es mejor disfrutar en su formato de arte secuencial que en el de séptimo arte. A mi me ha pasado el tirarme mucho tiempo sin leer un tebeo por haber visto antes la película, por lo que ahora si hay una adaptación basada en algún comic que tiene buena pinta… espero a leerlo para verla. En fin, adelante con la lista:

  • Watchmen: Mi primera afirmación sobre esta película es que Zack Snyder es Rorschach. Sí, así, como lo oyes: Zack Snyder es Rorschach. Si no has leído el tebeo y te pones a ver esta película verás una correcta palomitada con una fotografía muy bonita, una iluminación muy chula, una secuencia de créditos iniciales muy efectista y algunas secuencias de acción más o menos bien coreografiadas, tal vez demasiado larga y muy vulgar en algunas escenas pero una peli de domingo tarde que podría pasar por aceptable, un suficiente en las notas de fin de curso de las películas de aquel año. Si fuese una película original que no adaptase un material previamente conocido podría librarse de arder en la hoguera, pero cuando la analizamos como adaptación es cuando nos encontramos con una obra que básicamente representa lo opuesto al mensaje y espíritu de la obra original. Lo que en el tebeo es retratado como decadente, patético y desfasado en la película se reviste de épica, de gloria, de poderío… El problema no es que no sea fiel al material original, es que es totalmente lo contrario a este, aunque el director intente enmascararlo metiendo alguna composición de plano que copie el aspecto de alguna viñeta del tebeo. La pelea en el callejón, la muerte del Comediante o la de Rorschach, la violación de Espectro de Seda, la conversación en Marte, la explosión final… es que todo está mal aquí, todo está en un tono radicalmente opuesto a la obra original, envía un mensaje completamente distinto. La película de Zack Snyder no retrata a los personajes como lo hicieron Moore y Gibbons, la película de Zack Snyder ve a estos personajes con los mismos ojos con los que Rorschach se ve a si mismo: como héroes molones que están salvando la Tierra y que son capaces de proezas atléticas que superan los límites humanos, no como una panda de personajes sórdidos y perturbados cuyas motivaciones oscilan entre el descarado fascismo y un mal disimulado fetichismo.
  • Kick Ass: Vaya por delante que esta película no me desagradó en su momento, me pareció divertida y con un reparto muy solvente, pero creo que es una película cobarde, que no se atreve a dar un paso más allá, pues una de las grandes gracias del comic es lo crudo y sórdido de algunas situaciones que en él se plantean… y que por desgracia no están reflejadas en la película. Entiendo que intentaran rebajarlo para adecuarlo a un público más convencional, pero si no has leído el tebeo deberías ojearlo y no dejarte llevar por la película. Tampoco es que haya una diferencia abismal (como en otros casos aquí citados), la verdad, pero sí unos cuantos pequeños detalles que hacen que la percepción sobre la historia cambie mucho, sobre todo respecto al personaje de Kick Ass, que es bastante más «perdedor» en las viñetas.
  • La Liga de los Hombres Extraordinarios: Pobre Alan Moore, cada vez que le llevan al cine se cargan su guión, su salud cardiovascular, estomacal y mental se ha visto afectada por efecto de Hollywood. Debería montar la Liga de los Escritores Agraviados junto al difunto Michael Ende (ya debatiremos algún día si La Historia Interminable es la peor adaptación de la historia del cine). Si la adaptación de Watchmen como dije antes parece filmada por Rorschach, la de From Hell una invención que poco tiene que ver con el tebeo y la versión de V de Vendetta fue la versión «for dummies«, la adaptación de The League of Extraordinary Gentlemen… en fin, si el director se hubiera grabado cagando encima del comic y luego limpiándose el culo con sus páginas no habría menospreciado más esta obra del señor Moore que con la filmación de esa aberración: metiendo personajes que no salen para adaptarlo al gusto estadounidense, pasándose el guión por el forro para hacer una historia totalmente distinta, con unos efectos especiales de DVD de todo a cien chino y desaprovechando a un actor tan excepcional como Sean Connery al incluirle en esta bufonada, que encima fue la última vez que pudimos verle en pantalla. Joder, ¡¡¡que el bueno de Sean tuvo que salir con un taparrabos ridículo en Zardoz y aún así esta peli da más vergüencita ajena!!!!!. Entiendo que Mr. Connery leyera el gamberro y ameno tebeo y pensara «Quiero ser Quatermain«, pero es que esto fue… el horror, como diría Marlon en Apocalypse Now, EL HORROR. Absoluto sinsentido. No es de extrañar que haga años que Moore rechaza la pasta por sus adaptaciones a cambio de que su nombre no se vincule a ellas, es que no las tocaría nadie ni con un palito.
  • Lobezno Orígenes:  Empecemos por el principio: aunque coincida el título, realmente no es una adaptación del comic Lobezno: El Origen. Es más, los sucesos de dicha obra se los ventilan en los primeros 5 minutos de película y ale, a tirar para adelante. Tras eso meten una historia sobre Arma X que tampoco es que tenga mucho que ver con el mítico tebeo de Barry Windsor Smith, y para cerrar terminan con un muy mal llevado duelo final contra un Masacre hipervitaminado, haciendo después una cabriola muy forzada para que todo esto encaje con el argumento de X-Men 2. ¿Sabéis qué fue un milagro? Que le dejaran a Ryan Reynolds hacer Deadpool después de haber aparecido interpretándolo en esta. La explicación completamente absurda de cómo pierde la memoria Logan, la falta de coherencia interna en muchos detalles, lo absurdo de múltiples situaciones como cuando llega a la granja tras la huída de las instalaciones militares… en fin, como en Watchmen lo mejor es la efectista secuencia de los títulos de crédito y supongo que para quien guste de los músculos poder ver a Hugh Jackman más cachas que nunca. Lobezno: El Origen y el Arma X antes citado de Barry Windsor Smith son dos grandes comics (más el segundo que el primero), obviad esta película y dadles una leída.
  • Dragonball Evolution: Chow Yun-Fat de Mutenroshi (o Mutenroi para los que lo vimos en gallego) es la única idea buena de esta película. Se pasan la historia del manga por el forro alegremente y montan una mera película de venganza/revelación con los personajes (bastante diferentes a los de la serie, claro). Visualmente cutre y con un reparto atroz (el vampiro vestido de Billy Idol de Buffy como Piccolo…), el director reconoció no haber ni leído el manga ni visto la serie de animación. Básicamente esto es Dragon Ball como podría haber sido La Liga de la Justicia, Astro City, Los Vengadores, Ranma 1/2, Black Hammer o Betty y Verónica, no tiene nada que ver con el material original aparte de haber pagado la licencia para usar como gancho el título y los nombres de los personajes, pero podrían cambiar a Son Goku y Piccolo por Superman y Doomsday y haber hecho lo mismo.
  • Capitán Trueno y el Santo Grial: Aprovechando que arreglaba los links a imágenes externas, que estaban rotos, he decidido meter un par de aberraciones más, porque siempre me ha gustado más el 7 que el 5. Hablamos antes de mangas y de tebeos anglosajones, pero ¿el tebeo español se ha librado de las voraces garras del cine español? ¡Claro que no! Puede que los guiones del legendario Víctor Mora lograsen esquivar muchas veces las tijeras de la censura, pero lo que no pudieron salvar fue el enfrentamiento directo con el director Antonio Hernández y, sobre todo, con la elección de Sergio Peris-Mencheta como protagonista. ¿Cómo dije con Watchmen? Ah, sí, TODO MAL, lo único positivo que podría decir es que hay algunas escenas muy humorísticas, la desgracia para esta producción es que dichas escenas no pretendían hacer gracia, solo la hacen por lo cutre que es todo. Costó 10 millones y luciría zarrapastrosa incluso junto a los Cuatro Fantásticos de Roger Corman.
  • The Spirit: Hace años curraba algunas noches de portero en un bar que estaba en una galería. Del pub de enfrente, que solía tener una clientela conflictiva, salieron una vez dos borrachos discutiendo violentamente. Uno de ellos le propinó un efectivo gancho al otro, enviándolo al suelo. Parecía que tenía la pelea ganada, pero entonces en lugar de aprovechar la ventaja y marcharse victorioso y sano decidió ensañarse, intentó patear a su rival caído y este, recomponiéndose del derechazo, logró agarrarle el pie, derribarlo y la pelea pasó a un torpe intento mutuo de sujetarse en el suelo hasta que la policía, a quienes había llamado tras ver el primer puñetazo, llegó para zanjar el asunto. Podríamos decir que el borracho que había dado el primer golpe «se vino arriba» y entonces la cagó. ¿A qué viene esa historia? Pues a que Frank Miller también «se vino arriba» con el mismo resultado. El bueno de Frank llegó a lo más alto del tebeo comercial, a ser el dibujante estrella de Marvel y DC que reinventaba a Daredevil o Batman, tras lo que decidió ir por su cuenta y también en el mundo indie, en el mundo del tebeo de autor, se convirtió en leyenda con series como 300 o Sin City. De hecho esos dos tebeos fueron llevados al cine con bastante éxito en la primera década de los dosmiles, el primero a manos de Zack Snyder, que hizo un videoclip de Manowar a cámara lenta, pero no podemos negar que en ese caso sí respetaba el tono, espíritu y argumento de la obra original, y el segundo a cargo de Robert Rodríguez, que dijo que había utilizado como guión gráfico directamente los tebeos y entonces acreditó a Frank Miller como director. Craso error porque entonces Frank se creyó que realmente era un director de cine (NO LO ES, NO LO ERES FRANKIE) y se lanzó a hacer una película como director, no una de sus obras además, sino que eligió adaptar The Spirit, el clásico tebeo de Will Eisner que es considerado por muchos como la obra fundamental que redefinió el medio y dio paso a la era del comic moderno. Miller copia la estética de Sin City y trufa el guión con sus obsesiones personales, pero si cuando hace tebeos es un maestro de la narrativa cuando hace cine, en cambio, su forma de contar la historia se vuelve torpe, lenta a ratos y caótica en otros momentos, los personajes no son consistentes y su comportamiento es incoherente a lo largo de la película. En resumen, estaría disputándose el podio de «Lo peor de Miller» con aquel tebeo de Batman que hizo junto a Jim Lee.

Añado una última aclaración: alguien mencionó en Twitter que debería estar Spawn. Como respuesta voy a citar a una amiga mía, que decía que Spawn no es una mala adaptación pues el material que adapta ya era malo de por sí. Los primeros tebeos de Spawn tienen unos guiones terribles, la película es infame pero tampoco tenía mucho que rascar del material original. Así que se libra de la quema porque el título de esto es «Mejor en Viñeta» y con el infernal personaje de McFarlane no tengo muy claro que mejore.

Last Days Here. Documental rockero de obligado visionado.

Last Days Here es a Lemmy: The Movie lo que The Story of Anvil fue a Some Kind of Monster.

Porque si el documental sobre Metallica nos mostró los demonios y disputas de la banda con más éxito (y dinero) del heavy metal la de Anvil, en contraposición, nos mostraba la infructuosa lucha por triunfar de unos tipos que tienen que, a pesar de los años, ganarse la vida como pueden para dedicar luego el tiempo que les sobra a seguir adelante con su banda. La culminación del sueño del rock and roll contra la realidad más habitual, aunque narrada de una forma amable y esperanzadora.

Por otra parte, el documental de Lemmy nos mostró la vida, obra y milagros de Mr. Kilminster, el retrato con luces y sombras de la leyenda viviente, del hombre que representa la esencia del rock and roll mejor que Jagger, Richards y McCartney juntos, del rockero que a pesar del éxito y el reconocimiento nunca ha querido pasar a la jet set, se ha mantenido fiel siempre a sus raíces en el lado sucio del rock. Last Days Here, en cambio, nos muestra la situación de Bobby Liebling, vocalista de Pentagram, comenzando en 2007.

Ver la cara de Liebling en la primera escena del documental es como mirar a los ojos del abismo devolviéndote la mirada. Ido, desquiciado, perdido, agonizando en el sótano de su casa paterna, el cincuentón Bobby lamenta sus fracasos entre basura, jeringuillas y pipas de crack. Hijo de un rico ex consejero de defensa tenía el talento y el carisma necesarios para ser grande en el rock, a la vez que poseía todos los vicios y la actitud para mandarlo todo al carajo. Y es que el via crucis que pasa Liebling en este documental es completo: coqueteos con el suicidio, estancias en el hospital con la piel destrozada por los excesos con las drogas, la dureza del mono intentando dejarlo y las tristes recaídas, la ruptura con su pareja, su obsesión con ella que acabará llevándole a la cárcel tras una denuncia por acoso… demasiado oscuro hasta para ser el lado oscuro del rock and roll. La escena con Liebling buscando una piedra de crack entre los cojines de su sofá, encontrando hasta excrementos de rata por medio es totalmente significativa.

Pero en medio hay un rayo de esperanza: su manager y amigo Sean Pelletier intenta hacerle seguir adelante, Phil Anselmo y Jimmy Bower se deciden a financiar un nuevo disco de Pentagram, la oportunidad de volver a la carretera a girar por EEUU y ¿finalmente volverá el amor a la vida de Bobby?.

Last Days Here, un retrato de la cara oscura del rock, del fracaso más absoluto y del cómo intentar volver a sacar la cabeza, siempre con la inolvidable música de Pentragram de fondo, una banda que debería ser venerada no sólo por los amantes del doom, stoner o sludge, sino por casi cualquier amante del heavy metal y el rock and roll más auténtico.

 

Traidor en el Infierno

Aunque el título parezca una referencia a Mariano Rajoy no voy a hablar del que nos ha tocado por presidente/marioneta del Bundesbank. Aunque de Bündesbank hay algo, porque esta excepcional película de Billie Wilder está ambientada en un campo de prisioneros de la Alemania nazi.

Pero no nos adelantemos. Mi idilio con esta película comienza de casualidad una noche de jueves, mientras cenaba con la idea de bajar a tomar unas copas. Comenzaron a ponerla en Paramount Channel y comencé a verla, aunque me fui de casa sin ver el final (había quedado, el tiempo apremiaba). Como la susodicha cadena tiene por costumbre repetir la película varias veces, otro día acabé cogiéndola empezada, pero pude ver el final. A la tercera fue la vencida y en esa ocasión logré verla completa, de principio a fin… y desde aquella tres veces más, la última esta semana, que me pilló despierto a altas horas después de estar chapando un rato lo del curso del DNIe (hay que decir que la suelo ver además porque a esas horas no ponen nada mejor).

Metiéndonos ya en el terreno más técnico esta película en blanco y negro,originalmente titualada Stalag 17, data de 1953, recibió 3 nominaciones a los Oscar y se llevó uno (William Holden, mejor actor).  Se trata de una película con un guión sublime e inteligente, como toda buena obra de Wilder, sin cabos sueltos y sin insultar al espectador. Una película que mezcla el drama, la comedia y el suspense.

En un campo de prisioneros de guerra alemán, durante las navidades de 1943, comienza la historia con dos soldados, Manfredd y Johnson, que intentan fugarse infructuosamente. Su muerte aviva la teoría de que en el barracón cuatro del campo de prisioneros 17 hay un traidor. Esta sospecha sirve como excusa para mostrarnos la vida de los soldados encerrados, el cómo intentan burlar a sus centinelas captores, el como intentan mantenerse animados a base de bromas para no derrumbarse, para soportar la comida repugnante, la suciedad, los castigos arbitrarios… En cuanto al traidor todas las sospechas caen sobre Sefton, un sargento cínico y flemático que se dedica a comerciar con los centinelas del campo para darse una vida más cómoda. Él será quien tenga que buscar al verdadero culpable para exculparse y salvar su vida, el presunto villano que se convierte en ¿héroe?… antihéroe más bien. 

Muchas críticas recibió esta película por el uso de desahogos cómicos de Wilder, tildando de frívola su visión de la guerra (aunque parte de su familia muriera en Auswitzch), si bien yo creo que lo que Wilder busca es por un lado reivindicar el humor como vía de escape ante una situación extrema y, por otra parte, dar al espectador momentos de relajación en una trama verdaderamente tensa. Mientras muchos pedantes cuentan historias banales con enorme trascendencia, Wilder cuenta historias trascendentes de una forma relajada. Tal vez no sea tan conocida como Testigo de Cargo, El Apartamento o Un, dos, tres pero sin duda está al nivel de la leyenda del genio. No te la pierdas, vale la pena disfrutarla, una película esencial.

Cinco géneros, cinco películas (Vol VI, the spanish chapter)

Ya os lo advertí, puede que haya Vol VI, pero tendrá un matiz… y el matiz es que el volumen VI está dedicado a 5 películas españolas (bueno, o por lo menos de producción española)

  • ¿Quién puede matar a un niño (terror): Basada en la novela El juego de los niños de Juan José Plans, fue dirigida y guioniazada por Narciso Ibáñez Serrador (sí, el del Un, dos, tres) en un homenaje a El Pueblo de los Malditos, a los relatos de la saga de Innsmouth de HP Lovecraft y al cine de Hitchcock en general. Nos cuenta la historia de un matrimonio inglés que llega de vacaciones a una isla paradisíaca en el Mediterráneo, un pequeño pueblo de pescadores cerca de las Baleares. De repente en la isla algo parece muy raro, los niños de la misma y, poco a poco, la locura se desata. Excelente y tensa película de terror de 1976, en la que estuvo a punto de participar Anthony Hopkins, quien finalmente no pudo por otros compromisos contractuales.
  • Bienvenido, Mr Marshall (comedia): Sátira costumbrista de la mano de Berlanga, filmada en 1953 y que logró un enorme impacto en el festival de Cannes. Con Pepe Isbert y Manolo Morán como personajes principales, Bienvenido, Mr Marshall pretende retratar los tópicos del rural español de la época: el acalde sordo y anticuado, la profesora poco cualificada, el cura metomentodo, las fuerzas vivas (caciques varios), las ambiciones del pueblo (mayormente gente de la agricultura).La llegada del Plan Marshall revoluciona toda la comarca, y vemos como intentan no perder el tren del progreso rodeados por la chapuza y la caspa tan made in Spain. Obra maestra imprescindible del cine español, finamente hilada para pasar la censura y cuyo plano final, con la bandera estadounidense hundiéndose en la acacia, levantó ampoyas entre algunos actores americanos en el festival de Cannes.
  • El laberinto del fauno (fantasía): Co producción hispanomexicana de 2006, cuando logró estar nominada al Oscar en cinco categorías y se llevó tres (mejor maquillaje, mejor fotografía y mejor dirección artística). A esto hay que sumar una nominación a mejor película extranjera en los Globos de Oro, tres premios BAFTA (de un total de 8 nominaciones), 9 premios Ariel (otorgados por la academia de cine mexicana) y 6 premios Goya (de 12 nominaciones). Tras el guión y la dirección el genial director mexicano Guillermo del Toro, el cual suele hacer sus mejores trabajos en producciones independientes en España y Latinoamérica que cuando se pone a las órdenes de las productoras de Hollywood. La película es un cuento de hadas ambientado en el pirineo aragonés de la posguerra, donde un capitán del régimen está dando caza y captura a los maquis que todavía resisten en la región. Allí llega una niña fantasiosa y amante de los cuentos con su madre, viuda casada en segundas nupcias con el nombrado capitán, que verá como la fantasía se mezcla con la brutalidad de la realidad ¿evasión para huir del presente cruel o magia? Corresponde al espectador juzgar, en esta maravillosa película que forma parte de una trilogía, comenzada en El espinazo del diablo y todavía no conclusa.
  • Airbag (narco comedia): Dirigida por Juanma Bajo Ulloa, se trata de su primera narco comedia, género que reivindica haber inventado. Aunque todo el mundo crea que Torrente fue la primera película española en estar llena de cameos de famosos, Airbag llegó un año antes, y contaba con apariciones de gente como el cocinero Karlos Arguiñano o de bandas como Def Con Dos y Barricada en pequeños papeles. Se trata de una Road Movie donde un grupo de amigos recorren todos los prostíbulos de la cornisa cantábrica en busca del anillo de boda de uno de ellos, sin saber que su coche está lleno de cocaína. Humor gamberro y cafre con un Manquiña inolvidable en su papel del sicario Pazos. El conceto es el conceto.
  • La cabina (cortometraje): Ok, un corto es más un formato que un género, pero no podía dejar fuera La Cabina. Premiado cortometraje de Antonio Mercero, donde Garci colaboró como guionista adaptando… un relato de Juan José Plans (sí, como en el caso de ¿Quién puede matar a un niño?). Magistralmente dirigido, logra crear una atmósfera agobiante, desesperante, con un José Luis López Vázquez pletórico (demostrando ser un actor de talla, aunque muchos quieran relegarle a un mero persiguesuecas) y enraizando con obras como La Metamorfosis, de Franz Kafka. En 37 minutos logran un cruce de terror y surrealismo digno del mayor de los elogios. Pieza fundamental para cualquier cinéfilo y cinéfago.

Y con esto, ahora se acaba. Podría hacer un segundo volumen de cine español, con clásicos como Amanece que no es poco, Arrebato, Los lunes al sol, Celda 211, Gritos en la Noche, Pánico en el Transiveriano, Viridiana… En fin, basta con nombrarlas, siempre puedes buscarte la vida para visualizarlas. Con esto, ahora sí, ciclo finiquitado. Espero que te haya valido para conocer alguna película que desconocías y disfrutarla.

Cinco géneros, cinco películas (vol V)

Volumen final… o tal vez no, puede haber un sexto pero… lo decidiré cuando acabe de escribir este, que ya estoy con ganas de volver a la informática y el rock and roll.

  • El Padrino (gangsters): La elección siempre es dura cuando se trata de decidirse entre El Padrino y el Padrino II. ¿La historia del ascenso de Michael o la de la llegada de Vito? Finalmente me quedaré con la primera: Al Pacino, James Caan, Robert Duvall y, como no, Marlon Brando. Todos movidos por la batuta del genial Coppola, y con el autor de la novela, Mario Puzzo, revisando el guión. La película es simplemente perfecta: actores, guión, dirección, ambientación… nada falla. La escena de la boda, historia del cine. Es complicado decir nada que no se haya comentado antes sobre este clásico, ya que incluso todas las historias que rodearon la filmación fueron apasionantes. Simplemente, si no la has visto deberías correr ya a hacerte con ella. En 1972 consiguió 11 nominaciones a los Oscar (llevándose 3: película, guión adaptado y mejor actor), 5 globos de Oro y 4 nominaciones a los BAFTA (llevádose uno).
  • La noche de los muertos vivientes (zombies): En plena zombiexploitation no está de más recordar al padre del género: George A. Romero, aunque realmente en La Noche de los muertos vivientes no se hable nunca de zombies. En aquella época el término zombie era algo más relacionado con el caribe que con devoradores de carne humana. Influenciado por Soy Leyenda, de Richard Matheson, Romero sólo se planteaba el hacer una película sobre una catástrofe, centrándose en el comportamiento de la gente ante esa situación. La catástrofe, en este caso, es que los muertos salen de sus tumbas para devorar carne humana, y todo el que es mordido por ellos resucita reconvertido en otro comedor de carne. No hay ninguna justificación de por qué han resucitado (se insinúa que un satélite venido de Venus puede ser el culpable, pero como mera especulación), ya que según el propio Romero las criaturas no eran lo importante en la película, sino los humanos. De hecho las «reglas» sobre el comportamiento de los zombies no estaban para nada claras (se mueven a cámara lenta casi siempre, pero el primero ataca a gran velocidad) En su momento desechada por la crítica y el público mayoritario, por sus niveles de violencia (incluso a día de hoy sigue dando mal rollo en algunas secuencias, a pesar de haber películas mucho más sangrientas), postriormente ha terminado por recibir el aplauso de muchos que la abuchearon en su día. Curiosamente, por un error legal, la película carece de copyright y es de dominio público (al menos, según he leído en la Wikipedia).
  • Historia de O (bondage): Basada en la novela de Pauline Réage de 1954, quien la había escrito para deleite de su amante y no para publicar, esta película de 1975 es un clásico del erotismo bondage. Narra la la historia de la joven fotógrafa de moda O, la cual será introducida por su amante en el mundo del bondage y el sadomasoquismo. Sus vivencias la irán haciendo evolucionar, pasando su iniciación como sumisa para acabar convirtiéndose en dominante. Historia de O es una de las producciones eróticas europeas más importantes de los años 70, y una de las más populares también, inspirando a múltiples directores y autores de comic. Curiosamente, la película no logró licencia en su día para ser distribuida en Reino Unido.
  • Ed Wood (biopic): Una de las biografías más interesantes de la historia del cine es la de Ed Wood, que fue llevada al cine por Tim Burton, en el tiempo en que no se había convertido en una parodia de si mismo. Burton se centra en la vida de Ed Wood entre el rodaje de la autobiográfica Glenn or Glenda y Plan 9 from Outer Space, en su relación con Bela Lugosi y en la camarilla de actores de segunda y personajes sórdidos de Hollywood que le rodean. Para recrearlos cuenta con el habitual Johnny Depp, Martin Landau, Sara Jessica Parker, Patricia Arquette y el siempre genial Bill Murray. A pesar de ser una de sus obras con menor éxito comercial y popularidad (a pesar que Landau se llevó el Oscar y el Globo de Oro a mejor secundario, amén también de un Oscar al mejor maquillaje), seguramente se trate de una de las mejores y más frescas películas del director favorito de la chavalada goticosa. Un homenaje a la serie B de los 50 y a la cara menos vendible de Hollywood, la de actores fracasados presa de sus adicciones y el recuerdo de un tiempo mejor.
  • Alien: El octavo pasajero (alienígenas): ¿Hay un mejor momento para reivindicar Alien que este? Ahora que Ridley Scott (sí, ese tío que sigue teniendo un crédito ilimitado en Hollywood a pesar de llevar 30 años sin hacer una peli decente) ha decidido hacer una ¿precuela? (no se si lo de Prometheus pretenderá ser una saga, pero el final no engancha para nada con el principio de Alien, así que podemos temernos una segunda parte si esta hace caja) que os recomiendo que no os molestéis en ver. Pero hay que reconocer que la película original de Alien, de 1979, sí es una obra maestra y una gozada. Olvídate de los tiros de la segunda parte (dirigida por el siempre sobrevalorado James Cameron), la primera parte de Alien es una película de terror donde el xenomorfo no tiene tanta importancia como las relaciones entre los miembros de la Nostromo. Con Sigourney Weaver dando vida a la teniente Ripley, una trama trepidante y muchas cuestiones que los personajes desconocen (que habrían dado lugar a una gran precuela, si hubieran tenido un guionista decente y no un intento de venderos por enésima vez el rollito místico/inconexo de Perdidos) Alien se ganó por méritos propios un lugar en la historia del cine de terror y de ciencia ficción

Y con esto despedimos el ciclo… ¿o no? Tal vez haya un volumen 6 pero… irá en otro sentido.

Cinco películas, cinco géneros (vol IV)

Acaban las olimpiadas y continúa el cine en este blog. Es complicado competir en audiencia con las 22 medallas de Phelps, la locura de Usain Bolt convirtiéndose definitivamente en el mejor velocista de la historia, otra final de basket épica al nivel de la de Pekín, el record de 4×100 femenino que llevaba 27 años sin batirse… En fin, han sido unos enormes juegos olímpicos, pero lo que nos atañe ahora es el penúltimo volumen (o tal vez antepenúltimo) de este ciclo de cine. De nuevo 5 películas, de nuevo cinco dispares géneros.

  • Ong Bak (artes marciales): Decía un colega mío que la evolución de las artes marciales en el cine fue Bruce Lee – Jackie Chan – Jet Li – Tony Jaa, suena muy contundente como frase pero realmente no es descabellado. También debatía con él si había sido mejor Ong Bak o Thai Dragon, y es que la secuencia del ataque de múltiples enemigos con múltiples luxaciones es una de las mejores del género, pero con todo me voy a quedar con Ong Bak, puede que porque vino antes. Fue un impacto ver en carteleras de cines comerciales un cartel de una película asiática de artes marciales. Decía mi colega Rubén, el guitarrista de The Brosas Tes que ver Ong Bak, hostias como panes!!!. Y es que Prachya Pinkaew sabía lo que busca el espectador en este género. No se rompe la cabeza con un argumento sesudo (Roban el ídolo religioso de su pueblo, el chaval se va a la capital, su primo el delincuente caradura le intenta tangar, se pelea con mucha gente y acaba recuperando el ídolo), no hay grandes diálogos, no hay ninguna pretensión intelectual ni experimental. Hay las ya citadas hostias como panes. Sirviéndose de la capacidad atlética y el carisma de Jaa, ya desde el minuto uno se nos ofrece una sucesión de proezas físicas, junto a golpes espectaculares y acrobacias increíbles, en muchos casos repetidas desde distintos ángulos para poder apreciar mejor la complejidad de la acción. Un tremendo espectáculo de golpes, saltos y malabares, con momentos de desahogo cómico y momentos de trepidante acción.
  • Conan el Bárbaro (fantasía épica): Glorioso filme de John Milius, con un Schwarzenegger tremendo, aunque realmente su físico no fuera el más indicado para asemejarse al cimmerio (rubio y extremadamente musculoso, cuando conan es descrito en las novelas como moreno y fuerte pero sin una musculatura extrema). Está claro que Arnie no es el mejor actor de la historia, pero clava la interpretación del bárbaro, con un rostro pétreo y una mirada fría. Además, si querías actorazos también los tenías en James Earl Jones interpretando a Thulsa Doom y en Max Von Sydow como el anciano monarca. La falta de diálogos se cubre magistralmente con la banda sonora impresionante de Basil Poledouris, una de las mejores de la historia del cine. Como guionista nada menos que Oliver Stone trabajando junto a Milius para dar vida al universo de Robert E. Howard. La película comienza en la tierna infancia de Conan (interpretado por Jorge Sanz) y nos narra su evolución como guerrero y ladrón, hasta que comienza a intentar cobrar venganza contra Thulsa Doom, mesiánico caudillo que arrasó su pueblo en la secuencia inicial. Milius nos ofrece una aventura épica cargada de acción y momentos memorables, un clásico al que las secuelas no han hecho justicia.
  • The Warriors (acción): Aupa Cyrus!!, estrenada en su día en España como Los amos de la noche (esa manía de cambiar los títulos que tienen en este país) The Warriors fue dirigida por Walter Hill en 1979, adaptando la novela de Sol Yurick del mismo título. A su vez, la novela de Yurick bebía de Jenofonte (Anábasis) y Homero (La Odisea), llevándonos a pensar la universalidad de los clásicos griegos, fácilmente adaptabes milenios después a un contexto totalmente diferente. La epopeya de estos guerreros contemporáneos comienza cuando el mesiánico lider Cyrus, siendo consciente de que todos los pandilleros de Nueva York superan en 3 a 1 a la policía, decide reunir a los principales miembros de las bandas más importantes de la ciudad para pactar una unión y hacerse con el control de la misma. Pero durante esto, el líder de una banda rival le asesina, culpando luego a los Warriors. Estos deciden volvera su territorio, pero para ello tendrán que cruzar una ciudad hostil, perseguidos también por la policía, los Riffs y los Rogues. Un clásico de la acción y el macarrismo consumado.
  • Mystic River (suspense): De magnífica, de incomparable y de excepcional es de todo lo que podemos tachar a la trayectoria de Clint Eastwood en las dos últimas décadas. Si previamente se hizo un nombre como tipo duro del cine en su faceta de actor, sobre todo en el western y el cine policiaco, posteriormente se ha convertido en uno de los directores más sólidos del cine estadounidense: Sin Perdón, Cartas desde Iwo Jima, Banderas de nuestros padres, Gran Torino, Deuda de Sangre, Invictus, Million Dollar Baby, Los Puentes de Madison… un impresionante curriculum. En Mystic River, basado en la novela del mismo nombre, Eastwood nos hace un retrato sobre la amistad, los traumas infantiles y las relaciones entre la mafia irlandesa en los barrios del acomodado noreste católico estadounidense, apoyándose en un impresionante triunvirato interpretativo formado por Sean Penn (Oscar al mejor actor por esta película), Tim Robbins (Oscar a mejor actor secundario) y Kevin Bacon, junto a los cuales también lucen Marcia Gay Harden (nominada a mejor actriz de reparto) y Lawrence Fishburne. El asesinato de Katie, la hija adolescente de Jimmy, que en su día trabajó para la mafia de la zona, despertará viejos fantasmas del pasado, de una historia que parecía enterrada en 1975. Sean, uno de los jóvenes amigos que acabó en la policía, tendrá que hacerse cargo del caso y a la vez evitar que Jimmy se tome la justicia por su mano.
  • El Golpe (robos): Y había quien decía que el clásico en este género es Oceans Eleven… en fin, si no fuera por que en 1973 Georghe Roy Hill dirigió El Golpe puede que eso fuese… no, a pesar de eso tampoco sería cierto. Sólo la escena de Paul Newman y Robert Shawn en el tren jugando al poker vale muchísimo más que toda la megaproducción de estrellitas del cine comercial de los 90. Un guión extremadamente inteligente y bien hilado, con un ritmo y una ambientación perfectos, unas interpretaciones magistrales a cargo de Newman, Retford y Shawn, una banda sonora perfectamente elegida, momentos de tensión, momentos de humor, momentos emotivos y ese final que te deja con la sensación de que también has picado en la estafa. Siete Oscars, y tres nominaciones más, para un clásico que además envejece muy bien. Porque el cine inteligente no tiene que ser aburrido, porque pocas veces la conjunción guión/reparto/dirección ha sido tan buena. Una película que lo tiene todo, no defrauda.

Se acaba así el volumen IV en este ciclo que crece y crece. El V está al caer ¿habrá sexto? Es posible, pero si lo hay tendrá un matiz. Próximamente en estas páginas.

Cinco géneros, cinco películas (vol III)

Tercera parte del ciclo de cine, que cada día crece más. Empezó con la idea de dos partes, y ya estoy con la tercera, la cuarta programada y tal vez una quinta…

  • Easy Rider (road movie): Aunque creo que ya hablé de ella en el pasado, está claro que esta excepcional road movie, a cargo de Dennis Hopper y Peter Fonda, merecía el lugar de honor en su género. Dos moteros, tras cobrar una pasta por un traslado de droga, deciden hacer un viaje cruzando EEUU para ir a celebrar el Mardi Grass a New Orleans. Por el camino se toparán con diversos personajes que retratan lo más variopinto de la sociedad estadounidense de la época: un abogado alcohólico, unas hippies, varios gañanes violentos. Para regar toda esta historia, una de las bandas sonoras más acertadas de la época, cargada de hits del rock clásico como Jimi Hendrix, Steppenwolf, etc. Le temen a la libertad, gran verdad pronunciada por Jack Nicholson, que borda su interpretación (aunque por lo que parece, decidió curtirse a base de whiskazos y porros antes de empezar a actuar, lo cual ayuda bastante para ese papel)
  • Halloween (slasher): Dentro del género de terror de tío con cuchillo muuuuuy grande, o slasher para los angloparlantes, está claro que Viernes 13 y Halloween ocupan dos lugares privilegiados. Aunque en la batalla entre Jason y Myers, yo soy del segundo. Además, la presencia de un clásico de los Blue Oyster Cult en la banda sonora, siempre decanta la balanza. Dirigida por el rey de la serie B John Carpenter y estrenada en 1978, aunque no te lo creas fue un éxito entre la crítica. Halloween daba un paso adelante, con una atmósfera opresiva sin precedente en el género y alcanzando unas cotas de violencia entonces inusitada. Realmente, si ves la primera parte de La Matanza de Texas te darás cuenta de que es bastante menos hemoglobínica que Halloween. Todo el argumento de la película se centra en Mike Myers, que a la tierna edad de 6 años comete su primer asesinato (su hermana y el novio de esta) y que 15 años después logra huir del psiquiátrico para cometer nuevos crímenes en la noche de Halloween. Pero Myers no es un maníaco cualquiera, es la encarnación del puro mal, es imparable, indestructible, lo que dará lugar… a varias secuelas de la película. Halloween contó con un presupuesto de 325.000 $ y ha logrado recaudar 150 millones, siendo una de las películas más rentables de la historia, y dejándonos una de las caras más famosas del terror.
  • La chaqueta metálica (bélica): Stanley Kubrick es otro maestro de maestros (como los ya citados en esta serie Peckimpah, Wilder… y si me apuras Carpenter, aunque me llamen hereje), la fotografía de sus películas es simplemente acojonante. La de Barry Lyndon o la de 2001:Odisea en el espacio deberían ser de estudio obligatorio en las escuelas de cine (igual lo son, nunca he estado en ninguna). En este caso, Kubrick realiza una reflexión sobre la barbarie bélica y la condición humana, ambientada en la guerra de Vietman. La película se divide en dos partes: En la primera nos muestra el entrenamiento de los reclutas, toda la fase de instrucción, cómo el sargento instructor trata de endurecer a sus hombres y la forma en la que alguno no soporta la presión y acaba por convertirse en una máquina asesina sin sentimientos ni despojada de toda cordura. La segunda se sitúa en el campo de batalla, en la violencia cruda y en la sinrazón de la guerra, donde el protagonista trata de refugiarse en un cinismo práctico que acaba por resquebrajarse ante la barbarie que ven sus ojos. El mundo es una mierda, pero me alegro de estar vivo, un razonamiento resignado y tristemente real que cierra el filme con una escena de lo más curiosa. Kubrick, un maestro en todos los géneros que ha tocado, demuestra su buen hacer en el bélico, como ya había hecho años antes con Senderos de Gloria, y es que hay quien parece haber nacido tocado con un talento especial para la narración audiovisual.
  • Taxi Driver (drama): Una prostituta pre adolescente, un camello proxeneta, un ex veterano de Vietnam perturbado e incapaz de integrarse en la sociedad… Scorsese irrumpía con fuerza en 1976, con la película que acabó de lanzar su carrera tras la prometedora Malas calles, acompañado de un impresionante Robert de Niro, una jovencísima Jodie Foster y un siempre genial Harvey Keitel, el maestro del papel secundario que ha demostrado que lo de que no hay papeles pequeños es totalmente cierto. Taxi Driver nos cuenta la historia de un ex veterano de Vietnam, con una moral estrictamente conservadora pero adicto a la pornografía, con un comportamiento errático y problemas para lograr ser aceptado, que decide comenzar a trabajar conduciendo un taxi en el turno de noche neoyorkino. En este mundo de noche será donde entre en contacto con una joven prostituta preadolescente que huyó de casa de sus padres, y con su chulo, un camello proxeneta. Entre medias, nuestro taxista intentará mantener una relación con una joven colaboradora de un candidato a la presidencia que, tras huir de él al descubrir algunas peculiaridades de su carácter, acaba volviendo a sus brazos cuando se convierte en un héroe. Un retrato de corrupción, violencia, hipocresía y planteando una cuestión ¿está más loco el personaje del taxista o la sociedad americana?. Se llevó cuatro nominaciones a los Oscar, la Palma de Oro en Cannes y convirtió a Scorsese en uno de los directores de moda en el momento. La escena de De Niro frente al espejo y el controvertido final… historia del cine, con mayúsculas.
  • Batman: El caballero Oscuro (superhéroes): En los últimos años tanto Marvel como DC han decidido explotar sus franquicias con múltiples películas. Por desgracia, la gran mayoría son una puta mierda: The Punisher, Lobezno: Orígenes, Daredevil, Superman returns, Electra, El motorista fantasma, Catwoman, Los Cuatro fantásticos… Lo cual hace que las pocas decentes sean como una bendición para los amantes del género. Y dentro de dicho género brilla con luz propia la segunda parte de la trilogía de Nolan sobre Batman, con un impresionante Heath Ledger como Joker, y unos siempre sólidos Michael Cane, Morgan Freeman y Gary Oldman como secundarios de lujo. Nolan divide la larga película en dos partes: La primera, con todo el proceso de introducción y posterior caza del Joker está muy cercano al cine negro más clásico, investigación y trampas varias para cazar al criminal, estratégico juego de ajedrez entre el héroe y el villano. Pero a partir de la conversión Dent/Dos Caras (dando por hecho que has leído comics de Batman esto último no fue un spoiler) el film toma un cariz más enérgico, hacia el cine de acción, con un ritmo trepidante. Gran ejercicio narrativo de Nolan, girando alrededor de la idea de la gloria y la responsabilidad.

Y con esto finiquitamos el Vol III. Al final alargamos hasta el 5. A estas alturas supongo que ya no sabéis a qué ateneros y qué esperar… así que ferpecto, os sorprenderá