Quería currarme la crónica ayer cuando llegué a casa pero venía muy cansado así que, aprovechando el festivo, aquí os va la condensada crónica express del Sonic Blast Moledo 2016.
- Organización y ubicación
- Pues la ubicación es la misma que el año pasado, así que a esa crónica me remito. La cuestión es que este año para el sábado vendieron todos los abonos y da la impresión de que el camping y el escenario de la piscina se quedan un poco pequeños. En los conciertos de primera hora había sitio en la piscina, pero en los últimos de ese escenario ya la cosa se apelotonaba. Suponiendo que, como parece indicar la lógica, para el año debería haber la misma gente o más deberían estar buscando ya una solución para no verse superados.
- Los precios siguen estando muy bien dentro del recinto a nivel de birra/sidra/refrescos/aguas. Se hacía caro para los que querían beber copas, no tanto por el precio de una sino por el tamaño ya que las servían en unos vasos muy pequeños. En cualquier caso, sabiendo buscar era posible encontrar bares locales donde tomarse un refrigerio baratito (ejemplo real, y tengo testigos: dos tercios de superbock y un gin-tonic de Gordons por 3.40 euros). Para comer también era fácil encontrar sustento a buen precio: en los puestos de la entrada del festival había bocadillos y raciones a precios populares y en el pueblo el domingo nos tomamos una parrillada consiste en pollo a la brasa y bifanas a la brasa, con patatas y arroz como para una boda, que nos salió a 6 euros por cabeza.
- El sonido en el escenario grande estuvo bien, como el año pasado. En la piscina en cambio lo noté peor, daba la impresión de que intentaron dar más volumen que el año pasado, que estaba un pelín bajo, pero sin aumentar la potencia de la amplificación, de modo que sonaba algo saturado en exceso. El primer día los horarios se cumplieron con impecable puntualidad, y se mejoró el tiempo excesivo de los últimos cambios que se apreció el año pasado. El segundo día el escenario grande empezó con media hora de retraso, pero se cumplió bien con los tiempos y los cambios de forma que no se acumuló más, tocando cada grupo media hora más tarde de lo previsto pero sin más incidente.
- Muy bien en el escenario grande el tema de la iluminación, muy currada este año y que ayudó a magnificar la puesta en escena de varias bandas.
- Cosas a mejorar: ha dado la impresión de que este año no esperaban tanta gente. El primer día, a las 10 de la noche, escuché a un camarero decir que necesitaban pedir urgentemente cerveza para el día siguiente porque ya habían superado la cantidad que esperaban vender el viernes. Las colas para comprar bebida o para usar los baños del recinto se hicieron mucho más grandes, así que para la próxima edición seria el punto a revisar: más baños y más barras. En todo caso, a nivel organizativo se merecen una buena nota.
- Pues la ubicación es la misma que el año pasado, así que a esa crónica me remito. La cuestión es que este año para el sábado vendieron todos los abonos y da la impresión de que el camping y el escenario de la piscina se quedan un poco pequeños. En los conciertos de primera hora había sitio en la piscina, pero en los últimos de ese escenario ya la cosa se apelotonaba. Suponiendo que, como parece indicar la lógica, para el año debería haber la misma gente o más deberían estar buscando ya una solución para no verse superados.
- Bandas del viernes
- Vamos con lo que todo el mundo quiere saber ¿qué tal los conciertos? Bueno, este año no pude ir el jueves a la fiesta de presentación y entre pitos y flautas, llegar, instalarnos… pues nos perdimos casi todo el escenario de la piscina, llegando justo para ver a Correia, que nos ofrecieron un stoner contundente con dejes metaleros. Hicieron un buen concierto que, para mi, fue de menos a más acabando muy potentes.
Tras eso desaparecí un rato y me perdí a Brain Pyramid y a Acid Mess, aunque desde mi posición podía escucharles y ambas bandas sonaron bien, pero no puedo deciros mucho más. Llegamos al recinto para ver a Miss Lava, que cuajaron un directo enérgico muy centrado en su último trabajo y dieron muestras de ser una banda con actitud y tablas. Tras ellos asaltaron el escenario los Sacri Monti con su estilo setentero y melódico, rodeados de luz violeta nos dieron una buena ración de su sonido que evoca a unos primos psicodélicos de Deep Purple o Uriah Heep y completaron un concierto estupendo.
Lo de All Them Witches ya fue de otro mundo, qué forma de destilar clase por los cuatro costados, qué forma de sonar y hacer volar al público desde el norte de Portugal a un paisaje fantasmal y desértico, su sonido me hacía sentir siseos de serpiente de cascabel, arena en el calzado y olor a flores de cactus, simplemente un concierto de sobresaliente. Cerraban la noche Valient Thorr, la banda que había entrado como recambio tras la caída de Eyehategod. Desde un primer momento pensé que no pegaban mucho con el cartel, aunque a mi me gusten. Valient Thorr suenan como si unos heavys clasicorros y cerveceros del sur de los EEUU intentaran grabar un disco de punk escandinavo, lo que da una combinación muy divertida. Su vocalista, Valient Himself, se pasó el concierto saltando de un lado a otro como poseído, muy enérgico, y soltando tremendas parrafadas entre tema y tema (nos inventamos «El Juego de beber con Valient Thorr«, cada vez que el cantante diga «Ya’ know we’re talkin’ ‘bout» te tienes que beber un chupito… ojo, peligro de muerte). Una banda muy divertida, aunque no acabara de pegar con el resto del cartel demasiado. Tras eso after-party y un montón de anécdotas absurdas sobre las que correr un tupido velo…
- Vamos con lo que todo el mundo quiere saber ¿qué tal los conciertos? Bueno, este año no pude ir el jueves a la fiesta de presentación y entre pitos y flautas, llegar, instalarnos… pues nos perdimos casi todo el escenario de la piscina, llegando justo para ver a Correia, que nos ofrecieron un stoner contundente con dejes metaleros. Hicieron un buen concierto que, para mi, fue de menos a más acabando muy potentes.
- Bandas del sábado
- Vamos con el segundo día. Subimos temprano a la piscina para ver a las Bala, una banda que me había gustado en disco pero cuyo directo no me convenció, dando la impresión de que el escenario se les quedaba grande y que salieron a tocar como si ya tuvieran ganado al público de antemano.
Tras ellas aparecieron Cachemira, una banda catalana que practica un sonido proto-metal/psicodelia setentera y que están girando en estas fechas con Sacri Monti por la península. Me gustaron a nivel instrumental aunque no me convenció de todo la voz, pero en general les doy mi aprobación.
Con mucho dolor de mi corazón me tuve que perder a Vircator por causas logísticas, y mira que su último disco me había gustado mogollón, y tampoco llegué para ver a Spelljammer.
Llegué al recinto a las siete y me encontré con que todavía quedaba un rato para arrancar. A las 19:30 saltaban al escenario The Black Wizards, que el año pasado me habían gustado mucho en el escenario pequeño y también cuando les volví a ver meses después en un local pequeño, por lo que quería ver qué tal pegaban en el grande. Estuvieron muy bien tanto de actitud como a nivel instrumental, mostrando que durante el último año han ganado muchas tablas sobre el escenario y que saben cumplir en un recinto grande. Sólo le pondría un punto negro a su actuación: la voz no sonaba bien, cosa que no pasó en las dos ocasiones anteriores que los había visto así que imagino que sería un problema puntual (aquí lo leeréis cuando haga la crónica del Monolithic Fest, en Compostela dentro de un mes, ya que son uno de los grupos del cartel).
De Killimanjaro vi sólo la primera canción, estaban sonando bien pero no son muy de mi estilo, por lo que aproveché para cenar. Volví al recinto para Stoned Jesus: conciertazo de los ucranianos, le di a la cabeza hasta que casi se me desenrosca el cuello, muy bien, muy sólidos, cada vez más stoner y menos doom, eso sí, pero cumplidores sobre las tablas. Tras ellos nos esperaban Uncle Acid and the Deadbeats ¿alguien dijo que ya no salían buenas bandas del Reino Unido? Pues ni caso, lo de este grupo es sobrenatural mis queridos lectores. Como el híbrido bastardo que son entre Black Sabbath y los Beatles nos regalaron un concierto impresionante donde cada canción era una bofetada en la cara del público a base de hipnóticos riffs. En una palabra, y con mayúsculas, IMPERIALES.
Tras ellos salían Truckfighters, con la papeleta de tener que cumplir tras la monolítica exhibición de Uncle Acid. Desde el primer minuto salieron a comerse el escenario con una garra y una actitud inmejorables, sobre todo por parte del guitarrista Dango Källgren que no paró de animar, correr, saltar, revolcarse y provocar al público con una energía que sólo podría comparar con la de Ruyter Suys de Nashville Pussy o Joel O’Keeffe de Airbourne. Aunque en algunas partes creo que se alargaron en exceso completaron un gran concierto.
Ahí mi cuerpo dijo basta, y aunque tenía ganas de ver a Salem’s Pot la contractura de mi hombro tenía más ganas de estar en cama. Escuché un rato sentado en la terraza tomándome la última cerveza y sonaban bien, pero no les vi. Me dijeron, gente en cuyo criterio confío, que tuvieron la mejor puesta en escena del festival con una escenografía muy cuidada, pero ahí ya os hablo de oídas. No hubo after-party el segundo día, y el tercero nos despedimos de Moledo con una opípara comida de uno de los restaurantes locales (si visitáis Moledo do Minho, aunque no sea para el festi, buscad la parrillada que está junto a la estación de tren, al lado del paso a nivel: ojito a lo bien que se come allí, ojito).
- Vamos con el segundo día. Subimos temprano a la piscina para ver a las Bala, una banda que me había gustado en disco pero cuyo directo no me convenció, dando la impresión de que el escenario se les quedaba grande y que salieron a tocar como si ya tuvieran ganado al público de antemano.
En resumen, que la edición de 2016 ha sido muy grande. Han agotado entradas y creo que están llegando al punto de tener que pensar en qué hacer para poder seguir creciendo, pero no me cabe duda de que estarán trabajando en ello. Hay cosillas que mejorar para que el año que viene no se queden superados por la afluencia de público, pero ha sido un festival memorable, con un gran ambiente y sin esa sensación de «parque de atracciones» que dan muchos festivales ya masificados. Todavía queda un año para la próxima edición, pero en mi cabeza ya está la idea de repetir si las circunstancias personales me lo permiten, porque vale la pena.
En este link os dejo una cuenta de youtube con variado material audiovisual del festival como este videaco de los Uncle Acid que cierra el artículo. Y también le mando toda mi gratitud a Noelia por dejarme robarle sus fotos de Uncle Acid y Truckfighters para ilustrar esto un poco (que las que saqué yo con mi móvil quedaron horripilantes… como ya veríais) y un saludo a los Pelletiers que me imagino que dentro de nada colgarán también una crónica guapa.
Vircator sonaron muy guay. Spelljammer son una braga sucia, y suenan igual. The Black Wizards muy chachi, aunque la guitarrista/vocalista estaba muy muy muy nerviosa, hasta un punto que se le caían las cosas de las manos. Kilimanjaro molaron, Stone Jesus también, Uncle Acid increíbles, TruckFighters me decepcionaron un poco por alargar las cosas innecesariamente, y a Salem’s Pot no aguanté ni 1 tema… una puesta en escena más que discutible y una música nada-fuera-de-lo-corriente… Siempre tiene que haber un grupo que nifúnifá para cerrar los festis.
Volveré el año que viene, porque aunque no conozca a los grupos, como este año (que no conocía a ni uno), el estilo mola y los preciosa también. Y está ‘al lado’ de casa.