Musiqueando 14 (20191109)

Si en la entrega 13 iba buscando que el postureo normie me llamase «Elitista» en el Twitter esta semana voy a buscar que los metalfrikis me llamen pacazo y los clasicotes del metal me tachen de modernillo. Vamos con el Musiqueando 14 y arrancamos con un tema de Gary Moore, que estoy muy volcado estos días con el Celtic de Glasgow.

Algunos dicen que Baby Huey, cuyo verdadero nombre era James Ramey, es la mayor estrella del soul que nunca llegó a saber que lo era. Su único disco de estudio se publicó de forma póstuma tras su muerte: The Baby Huey Stroy: The Living Legend. El título ya es una despedida en sí. Huey tenía un talento descomunal pero se cuidaba poco, la suma de sus excesos con el alcohol y la heroína junto a un marcado sobrepeso hicieron fallar su corazón con solo 26 años, privándonos de un excepcional registro vocal, de una garganta que era un verdadero huracán. En su único LP, grabado durante 1970 y publicado en febrero de 1971,cuatro meses después de su muerte, realizó una de las mayores obras del soul psicodélico, incluyendo un par de versiones: una psicodélica y estremecedora revisión de A Change It’s Gonna Come del malogrado Sam Cooke y una revisión del mítico California Dreamin’ que popularizarían The Mammas and the Papas, además de un par de temas propios y varias composiciones de Curtis Mayfield, productor del disco y principal valedor de Baby Huey en el mundillo musical, el único loco decidido a apostar por un músico empeñado en autodestruise. El disco tuvo poco éxito, pues no había mucho interés por parte del sello en invertir dinero para promocionar a un músico ya fallecido del que no podría sacar futuros réditos, pero con el paso del tiempo se convirtió en un trabajo de culto que sería redescubierto por diversas generaciones a través de diversos músicos de hip hop y R&B que utilizaron samplers de sus temas.

Un amigo mío abría el otro día en Facebook un debate curioso, coincidiendo con el 39 aniversario de la publicación del Heaven and Hell de Black Sabbath: ¿preferís el Blizzard of Ozz de Ozzy o el Heaven and Hell de Black Sabbath? Había que razonar la respuesta pero llegué a la conclusión de que es imposible hacerlo. Sopesemos: ambos son dos discos de heavy metal melódico y clásico publicados en 1980, ambos cuentan con una buena producción y un buen puñado de temas icónicos. Uno nos presenta a unos Black Sabbath menos oscuros, influenciados por una naciente NWOBHM, más épicos, casi poniendo la primera piedra de lo que derivará en el género epic doom unos años más adelante, con la dupla Iommi/Geezer en plena forma y con el cambio radical que supone incorporar la voz de un Dio en estado de gracia a la banda. El otro nos trae a un Ozzy que también se aleja del sonido oscuro de los Sabbath clásicos pero virando hacia un sonido más americanizado, más hard & heavy, con músicos estadounidenses, con sus líneas de voz más trabajadas y presentando en la guitarra al Randy Rhoads más pirotécnico. Desde otra óptica también podría decirse que aunque ambos son dos discos sobresalientes y excelentes ninguno de ellos es un disco especialmente rompedor, ninguno marcaría un punto de inflexión en el heavy metal que nos permitiera darle un mayor valor histórico que al otro. Así que razonando la respuesta la única respuesta racional es que no hay respuesta racional posible, la elección recae en las tripas y el corazón y para mí ahí no hay duda: cuando tenía 14-15 años el Long Live Rock and Roll de Rainbow y el Heaven and Hell de Black Sabbath eran mi banda sonora, me los sabía de memoria. Por puro sentimentalismo gana el Heaven & Hell.

Volemos ahora a la ciudad italiana de Parma, capital del histórico Ducado de Parma, situada en un bello paraje de la Emilia-Romagna. Abramos un espumoso Lambrusco y sirvamos una copa mientras ponemos el disco debut de AyahuascA, un trabajo que se publicó el pasado día de difuntos. Se trata de un disco conceptual publicado por el sello australiano Salty Dog Records titulado Naad, donde se nos explica qué es Naad: una entidad antropomórfica que representa el aparato auditivo del universo y la capacidad de escuchar nuestras propias emociones. La voz de Domiziana Pritchard nos irá conduciendo por ese viaje de descubrimiento a través de sonidos psicodélicos durante 10 cortes de inspiración sesentera y cabaretera deudora de gente como The Doors.

Hace unos días, el 25 de octubre, los madrileños Grim Comet publicaban su nuevo trabajo: Afterlife, así que lo he celebrado comprándome toda su discografía en Bandcamp. Siguen mostrando una evolución que los aleja del sonido más doom metal de sus inicios y los acerca a sonoridades más rockeras. En este nuevo trabajo abren ya con un riff crudo decorado con toques de slide sureño y bluesero que no puede sino evocar al gran Billy Gibbons de ZZ Top y si bien hay guiños durante todo el LP a los Corrosion of Conformity más rockeros o a los Metallica en su etapa Load/Reload, el disco parece por momentos querer incorporar elementos del hard rock más crudo y de la depresión grunge noventera, con detalles donde parecen lanzar guiños a bandas tan diversas como Soundgarden, Candlebox, Pearl Jam, Bush o hasta Chris Rea. Con todo se trata de un trabajo muy variado en el que se han dado el gustazo de experimentar en muchas direcciones musicales.

Y a Vigo nos vamos para cerrar la entrega de esta semana con Mano de Piedra, que también han publicado largo debut estos días (previamente habían sacado un EP hace como cosa de dos años). Algunos les han catalogado como la resurrección de los míticos Supa Scoopa por la presencia de su guitarrista Mano, pero aunque molaría tener a otros Supa Scoopa no será en este proyecto donde vayas a encontrarlos pues Mano de Piedra tienen un sonido mucho más brutote y metalero. Today’s Ashes navega más por las aguas de un sludge metal  que no hace ascos a tomar prestados elementos del death ‘n roll, el metalcore o del doom. Un disco de metal agresivo y contemporáneo con una gran producción de Iago Alonso que les sitúa como una de las bandas más interesantes que seguir en el cercano 2020.

Musiqueando 11 (20190923)

Si la anterior entrega del Musiqueando estuvo en clave ibérica esta vez nos vamos a otra península europea: la Itálica. A nivel comercial las dos tendencias de la música italiana más conocidas fuera de sus fronteras han sido sus cantantes melódicos/moñas y su música disco bailable allá por los ‘70-’80 (con Raffaella Carrá siempre en nuestro corazón). También es la nación responsable de la más abyecta perversión del heavy metal: el power metal italiano de finales de los 90 encabezado por los entonces llamados Rhapsody, a secas (luego Of Fire, Luca Turillis’, etc.), y tuvo su muestra más caricaturesca e hiperbolizada con Skylark. Por otra parte los estudiosos del rock progresivo no dejarán de señalar que entre los 60 y 70 Italia gozó de una escena de tremenda técnica, creatividad y espíritu artístico que nos trajo a bandas como Biglietto Per L’Inferno, Premiata Forneria Marconi, Banco del Mutuo Soccorso, Alphataurus, Area o Le Orme capaces de parir verdaderas obras maestras del género que pueden mirar de tú a tú a los mejores trabajos de Pink Floyd o King Crimson. Y creo que para empezar este pequeño recorrido por lo contemporáneo lo mejor será arrancar con un clásico que recoge mucho de la tradición italiana, un camaleónico músico que ha tocado muchos de estos palos: Franco Battiato interpretando una de las baladas más bonitas y delicadas que se hayan escrito en los últimos 30 años: Le Sacre Sinfonie del Tempo

Fundados en 2014 en Padua en la región del Veneto, la patria del tiramisú, Messa son todo lo contrario al famoso postre italiano: si el dulce es una delicia que nos eleva el ánimo la música de Messa es una constante maldición intentando torpedearlo para que baje hasta las profundidades abisales. Combinan doom metal, black metal y algo de progresivo para un sonido que oscila entre partes cristalinas y melódicas con verdaderas tormentas de fango metalero inspiradas por nombres como Windhand o The Devil’s Blood. Hasta el momento presentan dos discos y un EP en su discografía y este mismo verano fueron una de las bandas que se unieron al proyecto fílmico Planet of Doom.

Mi historia con Giöbia es curiosa. Tocaban el tercer día del Sonic Blast, no los conocía y no pensaba verlos sino que aprovecharía el rato para sentarme y tomarme una birra con martini. Pero un colega alemán se cruzó en mi camino y me dijo que tenía que verlos, así que me fui con él al recinto de la piscina. Resultó ser una banda muy curtida, cerca de 20 años de carrera, de la zona de Milán. Han publicado cuatro LP’s, entre los que destacan Magnifier e Introducing Night Sound, varios 7» y un directo recogido en el Freak Valley de 2017. Su sonido es atmosférico, psicodélico y algo oscuro, beben del space rock de Hawkwind, del shoegaze británico de los primeros 90, el pop de inspiración Mod de los 60 y de una psicodelia de toques minimalistas. Recientemente ficharon por el sello Heavy Psych Sounds de Gabriele Fiori, con el que reeditarán varios de sus trabajos.

Los friulanos Lizard Queen desde la ciudad de Gorizia reparten toneladas y toneladas de humeantes riffs de stoner metal de inspiración desértica. Guitarrazos repetitivos, directos y machacones cargados de fuzz para una temática letrística muy marcada por las experiencias de evasión y alucinaciones derivadas del uso de alucinógenos. Comenzaron en 2013 como proyecto paralelo de un miembro de la banda de stoner DEEP y desde aquella han publicado dos discos, de los que el segundo fue reeditado en 2018 con todos los temas remasterizados. Un ep de tres temas con un regusto más blues completa una discografía que ofrecen de forma gratuita, pudiendo pagarse “la voluntad”, en su página de Bandcamp.

Segumos con un dúo modernillo de batería y guitarra inspirado por The White Stripes, The Dodos o The Black Keys, los Bud Spencer Blues Explosion, abreviado BSBE, se bautizaron con mucho humor  juntando a la banda legendaria del punk-blues alternativo Jon Spencer Blues Explosion con el mítico y nunca suficientemente ponderado actor italiano Bud Spencer. Nacidos en Roma en 2006, combinan blues-rock con pop indie y algún ramalazo de rocanrol. La banda formada por Adriano Viterbini y Cesare Petulicchio ha publicado ya cinco largos, el primero de los cuales se publicó solamente dos meses después de la formación del grupo, gozando de gran apoyo por parte de la prensa musical italiana.

Galaverna son puro paganismo musical, un folk rock acústico y apocalíptico inspirado por gente como los reverenciados británicos Comus, que seguramente sean su referente más claro y directo, o los holandeses Omnia, incluso cercanos a Sangre de Muérdago o incluso a una versión oscura de Labanda e incluso la flauta me haría pensar en grupos más rockeros como Ñu o Jethro Tull. No hace mucho que publicaron su debut Dodsdans, un trabajo que nos transporta a oscuros bosques alpinos y a olvidados rituales pre-romanos a través de su sonido donde el folk de raíz centroeuropea se tiñe de sus matices más oscuros, con algún guiño a la psicodelia.

Y acabamos el recorrido itálico en Piamonte, en la ciudad de Tortona. Allí a finales de los 90 surgieron Ufomammut, una banda que ha oscilado entre el más pesado sludge metal y el más denso drone-doom. Han pasado 20 años sin cambios de formación, girando habitualmente por toda Europa y publicando la nada desdeñable cifra de 10 discos. Su estilo se caracteriza por el uso de ritmos de batería lentos y marcados, riffs complejos ejecutados con tremenda precisión, canciones compuestas por partes muy diferenciadas y voces muy agresivas y desgarradas. Por sus influencias y sonido les pondría en el barco de Neurosis, Eyehategod o algunas cosas de los Melvins.

El Bandcamp de la Quincena: Marijannah – Till Marijannah

Esta semana en El Bandcamp de la Quincena nos vamos de cabeza a por una ración de Stoner Doom a Asia, a Singapur, de la mano de Marijannah.

No tengo un máster en metal y rock asiático, pero por lo que leo estos Marijannah no son unos novatos a pesar de que este sea su disco debut, puesto que algunos de sus miembros han militado en bandas con una trayectoria sólida como los grindcoretas Wormrot, donde toca el guitarrista Rasyid Juraimi o la banda de sludge Abolition AD del bajista Muhd Azri.

Marijannah

En este Till Marijannah nos traen cuatro temas largos del palo stoner/doom donde la influencia de bandas como Sleep o Electric Wizard en las guitarras se dan la mano con algunas melodías más catchy y pop que les emparentan con Uncle Acid & The Deadbeats o Blood Ceremony. El primer tema, 1974, que habla del intento de asesinato contra Ronald Reagan a manos de un perturbado obsesionado con Jodie Foster en Taxi Driver, bien podría resultar una rendición a la temática de Church of Misery. Snakecharmer, el single del que han sacado vídeo, tira por los derroteros más estandarizados del género con algún guiño a Melvins y Black Sabbath, mientras que la más larga Bride of Mine tiene ese rollo tan «fiesta de los 60 con extra de ácido y Satán» que te lleva a pensar en los antes citados Uncle Acid. Para cierre del disco seguramente se dejen la pieza más pesada y atmosférica, una All Hollows’ Eve que seguramente sea el corte más limpio y oscuro, con unos coros sesenteros a lo Ghost de fondo.

Como primer acercamiento a la escena stoner de Singapur puedo decir que estos Marijannah me han dejado una impresión positiva y un gran sabor de boca. Queda por saber si podremos degustar su música a corto plazo en Europa.

El Bandcamp de La Quincena: It was The Elf – Fire Green (05/03/2017)

Vamos con una de las bandas que tocarán en el Monolithic Fest 2017 y de la que todavía no habíamos hablado por aquí en El Bandcamp de la Quincena: It Was the Elf.

Llevo un buen rato dándole al Firefox haciendo búsquedas, ya sea con el Google Maps, el OSM, el Bing Maps y hasta las imágenes por satélite de la NASA… hacedme caso, un rato largo con el tema que cierra este disco como banda sonora. Llevo ese ratillo intentando ver qué tienen en común Palm Desert con la Serra da Estrela, porque para componer estos riffs de inspiración Kyuss tiene que existir algún componente ambiental común. Pero no, mira por donde que ese distrito del noreste de Portugal que vio nacer a It Was the Elf no tiene mucho que ver con la patria de Josh Homme.

It Was the Elf Fire Green

Fire Green apareció el pasado verano y es el primer LP de It Was The Elf, tras un un EP publicado en 2014. Presenta un stoner con algunos dejes más heavies, orbitando entre el sonido desértico y el de NOLA. El magisterio de Kyuss y de sus bandas secuelas como Unida, Hermano o Mondo Generator se toca en esta banda con elementos más metálicos y agresivos como Down, los primeros Melvins, Crowbar o la etapa más stoner de Corrosion of Conformity. La banda nos presenta una colección de temas riff-driven, monolíticos y directos, canciones para desencajar cuellos a golpe de fuzz con una voz que orbita entre registros más rockeros a lo John García y arranques más agresivos y metaleros a lo Anselmo.

He de reconocer que el arte de la portada, a cargo de Vasco Duarte, me llevó a pensar más en una banda de hardcore en un primer momento que en el estilo stoneriano que practican estos chavales, pero con todo es un trabajo más que excelente.

It Was The Elf no inventan nada nuevo, pero en lo suyo, en dar temas contundentes y directos, tienen oficio y son efectivos. Si disfrutas del stoner desértico y pesado, si te va el palo más americano del género, es una banda que no deberías dejar pasar. Una oída y te convencerán.

Sonic Blast Moledo 2016: la crónica express.

Quería currarme la crónica ayer cuando llegué a casa pero venía muy cansado así que, aprovechando el festivo, aquí os va la condensada crónica express del Sonic Blast Moledo 2016.

  • Organización y ubicación
    • Pues la ubicación es la misma que el año pasado, así que a esa crónica me remito. La cuestión es que este año para el sábado vendieron todos los abonos y da la impresión de que el camping y el escenario de la piscina se quedan un poco pequeños. En los conciertos de primera hora había sitio en la piscina, pero en los últimos de ese escenario ya la cosa se apelotonaba. Suponiendo que, como parece indicar la lógica, para el año debería haber la misma gente o más deberían estar buscando ya una solución para no verse superados.sonicblast
    • Los precios siguen estando muy bien dentro del recinto a nivel de birra/sidra/refrescos/aguas. Se hacía caro para los que querían beber copas, no tanto por el precio de una sino por el tamaño ya que las servían en unos vasos muy pequeños. En cualquier caso, sabiendo buscar era posible encontrar bares locales donde tomarse un refrigerio baratito (ejemplo real, y tengo testigos: dos tercios de superbock y un gin-tonic de Gordons por 3.40 euros). Para comer también era fácil encontrar sustento a buen precio: en los puestos de la entrada del festival había bocadillos y raciones a precios populares y en el pueblo el domingo nos tomamos una parrillada consiste en pollo a la brasa y bifanas a la brasa, con patatas y arroz como para una boda, que nos salió a 6 euros por cabeza.
    • El sonido en el escenario grande estuvo bien, como el año pasado. En la piscina en cambio lo noté peor, daba la impresión de que intentaron dar más volumen que el año pasado, que estaba un pelín bajo, pero sin aumentar la potencia de la amplificación, de modo que sonaba algo saturado en exceso. El primer día los horarios se cumplieron con impecable puntualidad, y se mejoró el tiempo excesivo de los últimos cambios que se apreció el año pasado. El segundo día el escenario grande empezó con media hora de retraso, pero se cumplió bien con los tiempos y los cambios de forma que no se acumuló más, tocando cada grupo media hora más tarde de lo previsto pero sin más incidente.
    • Muy bien en el escenario grande el tema de la iluminación, muy currada este año y que ayudó a magnificar la puesta en escena de varias bandas.
    • Cosas a mejorar: ha dado la impresión de que este año no esperaban tanta gente. El primer día, a las 10 de la noche, escuché a un camarero decir que necesitaban pedir urgentemente cerveza para el día siguiente porque ya habían superado la cantidad que esperaban vender el viernes. Las colas para comprar bebida o para usar los baños del recinto se hicieron mucho más grandes, así que para la próxima edición seria el punto a revisar: más baños y más barras. En todo caso, a nivel organizativo se merecen una buena nota.
  • Bandas del viernes
    • Vamos con lo que todo el mundo quiere saber ¿qué tal los conciertos? Bueno, este año no pude ir el jueves a la fiesta de presentación y entre pitos y flautas, llegar, instalarnos… pues nos perdimos casi todo el escenario de la piscina, llegando justo para ver a Correia, que nos ofrecieron un stoner contundente con dejes metaleros. Hicieron un buen concierto que, para mi, fue de menos a más acabando muy potentes.piscina día 1 Tras eso desaparecí un rato y me perdí a Brain Pyramid y a Acid Mess, aunque desde mi posición podía escucharles y ambas bandas sonaron bien, pero no puedo deciros mucho más. Llegamos al recinto para ver a Miss Lava, que cuajaron un directo enérgico muy centrado en su último trabajo y dieron muestras de ser una banda con actitud y tablas. Tras ellos asaltaron el escenario los Sacri Monti con su estilo setentero y melódico, rodeados de luz violeta nos dieron una buena ración de su sonido que evoca a unos primos psicodélicos de Deep Purple o Uriah Heep y completaron un concierto estupendo. sacrimontiLo de All Them Witches ya fue de otro mundo, qué forma de destilar clase por los cuatro costados, qué forma de sonar y hacer volar al público desde el norte de Portugal a un paisaje fantasmal y desértico, su sonido me hacía sentir siseos de serpiente de cascabel, arena en el calzado y olor a flores de cactus, simplemente un concierto de sobresaliente. Cerraban la noche Valient Thorr, la banda que había entrado como recambio tras la caída de Eyehategod. Desde un primer momento pensé que no pegaban mucho con el cartel, aunque a mi me gusten. Valient Thorr suenan como si unos heavys clasicorros y cerveceros del sur de los EEUU intentaran grabar un disco de punk escandinavo, lo que da una combinación muy divertida. Su vocalista, Valient Himself, se pasó el concierto saltando de un lado a otro como poseído, muy enérgico, y soltando tremendas parrafadas entre tema y tema (nos inventamos «El Juego de beber con Valient Thorr«, cada vez que el cantante diga «Ya’ know we’re talkin’ ‘bout» te tienes que beber un chupito… ojo, peligro de muerte). Una banda muy divertida, aunque no acabara de pegar con el resto del cartel demasiado. Tras eso after-party y un montón de anécdotas absurdas sobre las que correr un tupido velo…
  • Bandas del sábado
    • Vamos con el segundo día. Subimos temprano a la piscina para ver a las Bala, una banda que me había gustado en disco pero cuyo directo no me convenció, dando la impresión de que el escenario se les quedaba grande y que salieron a tocar como si ya tuvieran ganado al público de antemano. balaTras ellas aparecieron Cachemira, una banda catalana que practica un sonido proto-metal/psicodelia setentera y que están girando en estas fechas con Sacri Monti por la península. Me gustaron a nivel instrumental aunque no me convenció de todo la voz, pero en general les doy mi aprobación. cachemiraCon mucho dolor de mi corazón me tuve que perder a Vircator por causas logísticas, y mira que su último disco me había gustado mogollón, y tampoco llegué para ver a Spelljammer. piscinadia2Llegué al recinto a las siete y me encontré con que todavía quedaba un rato para arrancar. A las 19:30 saltaban al escenario The Black Wizards, que el año pasado me habían gustado mucho en el escenario pequeño y también cuando les volví a ver meses después en un local pequeño, por lo que quería ver qué tal pegaban en el grande. Estuvieron muy bien tanto de actitud como a nivel instrumental, mostrando que durante el último año han ganado muchas tablas sobre el escenario y que saben cumplir en un recinto grande. Sólo le pondría un punto negro a su actuación: la voz no sonaba bien, cosa que no pasó en las dos ocasiones anteriores que los había visto así que imagino que sería un problema puntual (aquí lo leeréis cuando haga la crónica del Monolithic Fest, en Compostela dentro de un mes, ya que son uno de los grupos del cartel).The Black Wizards De Killimanjaro vi sólo la primera canción, estaban sonando bien pero no son muy de mi estilo, por lo que aproveché para cenar. Volví al recinto para Stoned Jesus: conciertazo de los ucranianos, le di a la cabeza hasta que casi se me desenrosca el cuello, muy bien, muy sólidos, cada vez más stoner y menos doom, eso sí, pero cumplidores sobre las tablas. Tras ellos nos esperaban Uncle Acid and the Deadbeats ¿alguien dijo que ya no salían buenas bandas del Reino Unido? Pues ni caso, lo de este grupo es sobrenatural mis queridos lectores. Como el híbrido bastardo que son entre Black Sabbath y los Beatles nos regalaron un concierto impresionante donde cada canción era una bofetada en la cara del público a base de hipnóticos riffs. En una palabra, y con mayúsculas, IMPERIALES. UncleAcidTras ellos salían Truckfighters, con la papeleta de tener que cumplir tras la monolítica exhibición de Uncle Acid. Desde el primer minuto salieron a comerse el escenario con una garra y una actitud inmejorables, sobre todo por parte del guitarrista Dango Källgren que no paró de animar, correr, saltar, revolcarse y provocar al público con una energía que sólo podría comparar  con la de Ruyter Suys de Nashville Pussy o Joel O’Keeffe de Airbourne. Aunque en algunas partes creo que se alargaron en exceso completaron un gran concierto. TruckFightersAhí mi cuerpo dijo basta, y aunque tenía ganas de ver a Salem’s Pot la contractura de mi hombro tenía más ganas de estar en cama. Escuché un rato sentado en la terraza tomándome la última cerveza y sonaban bien, pero no les vi. Me dijeron, gente en cuyo criterio confío, que tuvieron la mejor puesta en escena del festival con una escenografía muy cuidada, pero ahí ya os hablo de oídas. No hubo after-party el segundo día, y el tercero nos despedimos de Moledo con una opípara comida de uno de los restaurantes locales (si visitáis Moledo do Minho, aunque no sea para el festi, buscad la parrillada que está junto a la estación de tren, al lado del paso a nivel: ojito a lo bien que se come allí, ojito).

En resumen, que la edición de 2016 ha sido muy grande. Han agotado entradas y creo que están llegando al punto de tener que pensar en qué hacer para poder seguir creciendo, pero no me cabe duda de que estarán trabajando en ello. Hay cosillas que mejorar para que el año que viene no se queden superados por la afluencia de público, pero ha sido un festival memorable, con un gran ambiente y sin esa sensación de «parque de atracciones» que dan muchos festivales ya masificados. Todavía queda un año para la próxima edición, pero en mi cabeza ya está la idea de repetir si las circunstancias personales me lo permiten, porque vale la pena.

En este link os dejo una cuenta de youtube con variado material audiovisual del festival como este videaco de los Uncle Acid que cierra el artículo. Y también le mando toda mi gratitud a Noelia por dejarme robarle sus fotos de Uncle Acid y Truckfighters para ilustrar esto un poco (que las que saqué yo con mi móvil quedaron horripilantes… como ya veríais) y un saludo a los Pelletiers que me imagino que dentro de nada colgarán también una crónica guapa.

El Bandcamp de la quincena: Slomatics – Estron (10/07/2016)

Esta semana viajamos a Belfast, y a 2014, en El Bandcamp de la Quincena. Puedes darle al play.

No es una novedad este disco de Slomatics, y de hecho dentro de un par de meses tienen anunciado sacar un nuevo disco (para septiembre de 2016). Una banda veterana, fundada en un ya lejano 2004, la propuesta de estos chicos de Belfast busca ofrecernos unos ritmos y riffs crudos y primitivos, muy básicos y cargados de sucia distorsión que surge de sus amplificadores Dunwich (con un nombre tan Lovecraft está claro que tienen que sacar un sonido totalmente primigenio).

Como comentaba nos vamos a 2014, a febrero, que fue cuando se publicó este disco que llegaba precedido de tres álbumes y de múltiples EP y splits y que se cocinó durante el otoño de 2013. Respecto a sus predecesores este Estron aportaba al sonido una serie de influencias del rock progresivo y setentero que añadían más variedad a su estilo denso y contundente.

Si bien la inicial Troglorite nos presentaba el sonido ya conocía de la banda en anteriores entregas, Tunnel Dragger nos presentaba esos ambientes más espaciales, psicodélicos y setenteros, entre esos riffs claustrofóbicos de hormigón, que progresan lentos como las gotas de sudor goteando desde la frente en una tarde de verano. La tralla de Lost Punisher o el largo y majestuoso final con los más de 10 minutos de The Carpenter marcarían los otros momentos álgidos del disco.

Llámalo doom metal, llámalo sludge, pero sobre todo llámalo discazo, discazo que no te debes perder. Con ambientes que por momentos llegan a emular la sensación de agobio de Sunn O))), pero sin el deje hipster/gafapasta de estos, y un sonido para amantes de propuestas como las de Belzebong, Bongripper y, como no, Conan. Estos últimos están bastante hermanados con Slomatics, habiendo publicado juntos un split que tiene la mejor portada que jamás haya visto para un disco de doom metal (en serio). Y es que hasta el arte de la portada me encanta en este disco, a cargo de Anthony Roberts al que es posible que conozcas por su trabajo con Electric Wizard, Cathedral o Conan.

Stron Slomatics

Doom pesado que te dejará sin aliento, banda sonora para Lovecraft, Robert Bloch, August Derleth, Robert Howard o Clark Ashton Smith. Ciencia ficción, sacrificios rituales y terror primigenio aderezados con buenos y densos riffs y empujados por una maníaca percusión. ¿Lo vas a dejar pasar?

El bandcamp de la quincena (07-02-2016): Black Smoke Dragon – Earth Have Jaiah

La semana pasada arrancamos la sección El Bandcamp de la quincena hablando del último trabajo de los Mutant. En esta ocasión vamos a seguir por tierras gallegas. Ponte este tema que viene a continuación y mientras vamos con una lección de geografía e historia.

En los últimos años muchos se han lanzado a crear paralelismos entre Ferrol y Detroit. Urbes que antaño tuvieron una rica vida industrial, un fuerte sector productivo, pero a las que el tiempo y los cambios de mercado y modelo económico han dejado arrasadas económicamente. Pero yo creo que esta similitud la podemos extrapolar a otra ciudad de otro tiempo, a la ciudad que vio nacer al heavy metal: Birmingham. Una ciudad que entre los 60 y los 80 pasó tiempos muy duros, pero que nos legó varias bandas fundamentales: Judas Priest, Napalm Death, a Robert Plant y, sobre todo, a Black Sabbath.

El magisterio de Black Sabbath es evidente sobre todo lo que pretenda sonar oscuro y pesado en este mundo. No fueron la primera banda pesada, densa y oscura, pero sí fueron la primera que triunfó siéndolo, marcando el inicio del heavy metal, del stoner y del doom. Y de stoner y doom estos compatriotas míos entienden bastante, como habrás podido comprobar si me hiciste caso en el primer párrafo y le diste al play en el primer tema.

bsm

Los puertos de mar siempre han sido más permeables frente a la llegada de elementos exteriores. Date una vuelta por el área de Ferrol y entra en una pastelería: verás queiques y sachas, y no corras que te dirán que vas todo filispín, puede que hasta alguien te tilde de conacho si te das muchos aires. Como puedes ver, casi tienen un idioma propio allá arriba, ya que recogen y reformulan expresiones llegadas de muchos sitios. Con la música ha pasado lo mismo. Si bien siempre se dice que la llegada del heavy metal a Galicia fue a través del Morrazo, los más viejos del lugar te dirán que en Ferrol allá por finales de los 80 ya los Tábano intentaban hacer rock duro. Cuando en Madrid los hermanos De Castro todavía tocaban en Coz, casi nada.

En Ferrol hay mucha gente tocando, bastante buen nivel de instrumentistas y hace unos años había bastantes bolos por la zona. Antes de llegar a montar Black Smoke Dragon sus fundadores se curtieron en bandas sobradamente conocidas en la escena local como MySelf o Id3m, tocando otros palos más metaleros/brutotes.

Ahora en cambio han cambiado el metal-zone por el fuzz y han decidido mirar hacia delante pero con un ojo mirando hacia muy atrás, hacia Black Sabbath, Saint Vitus, Corrosion of Conformity o Electric Wizard. Esta bizquera musical nos ha traído un resultado óptimo.

El disco es prácticamente instrumental, aunque en algún tema hayan introducido una pista de voz pregrabada en alguna parte, como ya has podido escuchar. Podrías pensar que un disco de stoner/doom/sludge podría ser plano y aburrido. Para nada, muestran gran variedad de influencias y matices en su música, échale un ojo a la intro surf de Samuel over a Sea of Green, que luego da paso a un riff muy sabrosón/vacilón.

De hecho a pesar de la falta de letras el humor, un humor muy ferrolano, está bastante presente en títulos como Abroalacabra, Where Putas Live, Fucking new year o la, a pesar de su título, tétrica Fenechild, donde los teclados hacen una estelar aparición dotando al tema de una teatralidad digna de Vicent Price.

A nivel producción yo tal vez hubiera preferido un bajo con más peso y presencia, pero la mezcla final, para mi tal vez un pelín demasiado brillante, le confiere al trabajo un extra de pegada. Y si optas por la edición física lo han editado en digipack con una preciosa portada en blanco y negro que puedes ver en la foto de arriba (y que cualquiera desearía tener impresa en una camiseta).

Resumiendo, un viaje al núcleo duro de Fene y recorrido lisérgico por la idiosincrasia ferrolana. Si después de escuchar este disco no tienes ganas de verles en directo, comprarte el álbum de cromos de Tus Muertos Favoritos y comer una ración de tripas de cerdo entonces es que no tienes corazón y no has tenido infancia. Uno de los discos más a tener en cuenta de la escena stoner ibérica del pasado 2015. Si te gusta menear la cabeza con riffs pesados como lo era la extinta industria de sus orígenes, si amas los discos de guitarreo con pegada y distorsión por toneladas, si el concepto stoner te pone los ojos rojos, entonces este disco es para ti, no pierdas un segundo y póntelo.

Para la próxima entrega ya dejamos por una temporada Galicia, pero dudo entre si la cosa irá por Portugal, Australia  o Bélgica… os tocará esperar.