El Bandcamp de la quincena: Slomatics – Estron (10/07/2016)

Esta semana viajamos a Belfast, y a 2014, en El Bandcamp de la Quincena. Puedes darle al play.

No es una novedad este disco de Slomatics, y de hecho dentro de un par de meses tienen anunciado sacar un nuevo disco (para septiembre de 2016). Una banda veterana, fundada en un ya lejano 2004, la propuesta de estos chicos de Belfast busca ofrecernos unos ritmos y riffs crudos y primitivos, muy básicos y cargados de sucia distorsión que surge de sus amplificadores Dunwich (con un nombre tan Lovecraft está claro que tienen que sacar un sonido totalmente primigenio).

Como comentaba nos vamos a 2014, a febrero, que fue cuando se publicó este disco que llegaba precedido de tres álbumes y de múltiples EP y splits y que se cocinó durante el otoño de 2013. Respecto a sus predecesores este Estron aportaba al sonido una serie de influencias del rock progresivo y setentero que añadían más variedad a su estilo denso y contundente.

Si bien la inicial Troglorite nos presentaba el sonido ya conocía de la banda en anteriores entregas, Tunnel Dragger nos presentaba esos ambientes más espaciales, psicodélicos y setenteros, entre esos riffs claustrofóbicos de hormigón, que progresan lentos como las gotas de sudor goteando desde la frente en una tarde de verano. La tralla de Lost Punisher o el largo y majestuoso final con los más de 10 minutos de The Carpenter marcarían los otros momentos álgidos del disco.

Llámalo doom metal, llámalo sludge, pero sobre todo llámalo discazo, discazo que no te debes perder. Con ambientes que por momentos llegan a emular la sensación de agobio de Sunn O))), pero sin el deje hipster/gafapasta de estos, y un sonido para amantes de propuestas como las de Belzebong, Bongripper y, como no, Conan. Estos últimos están bastante hermanados con Slomatics, habiendo publicado juntos un split que tiene la mejor portada que jamás haya visto para un disco de doom metal (en serio). Y es que hasta el arte de la portada me encanta en este disco, a cargo de Anthony Roberts al que es posible que conozcas por su trabajo con Electric Wizard, Cathedral o Conan.

Stron Slomatics

Doom pesado que te dejará sin aliento, banda sonora para Lovecraft, Robert Bloch, August Derleth, Robert Howard o Clark Ashton Smith. Ciencia ficción, sacrificios rituales y terror primigenio aderezados con buenos y densos riffs y empujados por una maníaca percusión. ¿Lo vas a dejar pasar?

El Bandcamp de la quincena: Bala – Human Flesh (26/06/2016)

Volvemos a Galicia en El Bandcamp de la quincena. Vete dándole a play:

Esta vez con dos señoras, Ánxela Baltar y Violeta Mosquera, que publican un disco muy de la primera mitad de los 90. La primera se ocupa de las guitarras y la segunda de las baterías, repartiéndose ambas las labores vocales. Ya sabéis que yo voy a echar en falta una bajista… pero a pesar de eso, me han convencido.

Presentan siete canciones en este trabajo, publicado en septiembre de 2015, que se mueven entre el stoner, el grunge y el pop más ruidoso y cerdo, basado en riffs pesados, intensos y contundentes, con muchísima distorsión. El disco fue editado por el sello gallego Matapadre.

Bala Human Flesh

Como ya comenté, el disco me suena muy a principios de los 90, con unos riffs que parecen estar gritando me mola mucho Kyuss, pero también se aprecian otras influencias como el el sonido saturado de Garbage, el deje un pelín más metalero de Melvins, algo de las partes más cañeras de Fugazi o algo de las L7 pero sin kas de limón. Me decía un colega que es lo que deberían haber acabado siendo Dover si no hubieran tenido tantas ganas de hacer caja a cualquier precio, pero siendo sinceros en ningún momento de su carrera las hermanas Llanos habían metido tanta caña.

Su rabia concentrada se plasma en temas como la inicial Tripas+Chained, Human Flesh, Hell’s Waiting o el cierre con Joan Vollmer, canción dedicada a la prominente poeta de la generación Beat que fue asesinada por su marido William S. Burroughs. Durante los más o menos 20 minutos que este dura el grupo no levanta el pie del acelerador, ofreciéndonos canciones cortas (sólo una llega a los 4 minutos) e intensas, basadas totalmente en los riffs y con pocos arreglos y artificios, todo muy directo.

La grabación se ha realizado en los estudios Montealto de A Coruña (supongo, con ese nombre, que estarán situados en ese barrio) y la masterización ha ido de la mano del israelita afincado en EEUU Maor Appelbaum, que ha trabajado con Cynic, Halford, Fates Warning, Hirax, Nekromantix o los últimos trabajos de Sepultura y Faith No More. La portada, por su parte, ha ido a cargo del artista gallego Leo Sousa.

En resumen, una de las bandas más interesantes no ya del stoner gallego sino de toda la escena del estado español. Si eres fan del género es imperdonable no darle una escucha al disco.

El Bandcamp de la quincena: minimál Bogart – Fire on Soyuz (12/06/2016)

Esta semana en El Bandcamp de la Quincena vamos a darnos una vuelta por un país del que, sinceramente, no conocía muchas bandas.

Seguro que más de uno recuerda cuando hace un tiempo hablamos por aquí en la sección Joyas Musicales de un disco titulado Sleeping Sickness de la banda JPT Scare Band, que incluso figura en mi lista de discos indispensables. Si os gusta ese rollo de psicodelia y jam band, de improvisación musical pura y dura, entonces también os gustarán  minimál Bogart.

Os decía en el párrafo introductorio que es una banda venida de un país cuya tradición rockera desconozco: Hungría. Más allá de los heavymetaleros Ossian, que hasta tienen un combinado dedicado por mis colegas, Kalapács y Pokolgép, no conocía más bandas húngaras. Y desde luego estos minimál Bogart no tienen mucho que ver las antes citadas bandas de heavy metal clásico.

El sonido de esta banda bebe mucho de los años sesenta, y nos presenta largos temas instrumentales con guitarras blueseras cargadas de fuzz donde la harmónica toma el mando cubriendo el rango de las voces. Las raíces más clásicas de T-Bone Walker, John Lee Hooker o Little Walter (no podemos hablar de harmónica de blues y no citarle) se tocan con la generación Woodstock: Jimi Hendrix, Cream, Fleetwood Mac, el primer Santana, Leaf Hounds, Ten Years After, Big Brother and the Holding Company… y me vuelvo a la JPT Scare Band citada al principio. Y es que no sólo los suecos como Graveyard o Witchcraft saben recuperar el mejor sonido setentero.

Blues psicodélico, instrumental y pesado desde el este de Europa, ejecutado con elegancia y con pasión por aquellas bandas de finales de los sesenta. Esta jam band húngara vale mucho la pena. Además, a día de escribirse esta crítica, te puedes hacer con sus tres discos por muy buen precio (de hecho te saldrían más baratos que comprarte sólo este), así que puedes aprovechar el momento. De hecho en el primer disco también utilizan flauta, trayendo un deje a los primeros Jethro Tull, Coven o Ñu. Realmente toda su discografía es muy recomendable.

minimál Bogart

Fire on Soyuz es un disco intenso, que invita a la evasión, un trabajo para dejar tu mente volar mientras te tumbas tras un día intenso de trabajo, una obra que pulsará tus resortes cerebrales para crear bellos pasajes en tu cabeza durante los, aproximadamente, 40 minutos que dura.

Mucho me temo que debe ser complicado verles tocar fuera de su país, pero es una banda con enorme potencial, que sabe de qué va su música y que no se limita al blues funcionarial de sesión vermú que se ha puesto de moda en los últimos años.

El Bandcamp de la quincena: Astrodome – Astrodome (16/05/2016)

Volvemos a Portugal en esta sección, con otra banda también instrumental y psicodélica: Astrodome.

Intenso cuarteto llegado desde Porto que a finales de 2015 nos presentaba este LP debut, precedido de una demo recogida en directo en 2014. De hecho de esa primera demo, grabada con espíritu de jam-band, recuperan tres temas en este LP.

Repartidos en 6 cortes los Astrodome nos ofrecen más de una hora de viaje cósmico y uso y abuso del fuzz.Psicodelia, doom, stoner, heavy metal, blues, progresivo… todo se da la mano en este trabajo de excelente y virtuosa factura, con una base rítmica atronadora impulsado al doblete guitarrístico que oscilan entre lo atmosférico y lo pesado. Pero no sólo de saturación vive el hombre, logrando momentos de prístina claridad cuando levantan el pie de sus pedales para atreverse con líneas más limpias y melódicas.

Astrodome

Astrodome bebe de la devoción por Black Sabbath y seguro que no han hecho ascos en el pasado a Eyehategod o Pentagram, y podrían pasar por ser los primos del sur de los polacos Belzebong o los hijos adoptivos de JPT Scare Band, pero en su música se aprecia también que han disfrutado las influencias del lejano oriente o de la misteriosa India, como muestran los dejes asiáticos de The Arrival o esa explosión final, casi una eyaculación, de Coronation, donde la batería toma el primer plano, el protagonismo total como en el Moby Dick de Led Zeppelin o el The Mule de Deep Purple.

Astrodome es una banda que, ya sea en directo o en estudio, te transportará a otros mundos y dimensiones, te ofrecerá una banda sonora ideal para Heinlein, Asimov o Philip K. Dick, o para tumbarte un rato en el sofá y dejar volar tu cabeza. Junto a Vircator y The Black Wizards conformarían el tridente esencial del rock guitarrero y denso salido de tierras lusas en este curso musical 2015-2016. No te los pierdas, ni a Astrodome ni a los otros dos que ya fueron por aquí mencionados.

Colaboración en el blog de 1FM

En el blog de la emisora suiza 1FM han publicado una traducción de la crítica que hice del último album de los australianos Tarot. Aquí os dejo el enlace al artículo en inglés. La traducción corre a cargo de José Peña, otro gran bajista y programador (jejejeje).

Os recuerdo que podéis escuchar el disco entero en Bandcamp y que la portada y el arte del mismo corren a cargo del germano Karmazid, por si os ha gustado el diseño.

Tarot Reflections

El Bandcamp de la quincena: Wucan – Sow the Wind (20/03/2016)

Esta quincena viajamos a Alemania, en concreto a Dresden, así que puedes empezar a darle al play.

Hubo un tiempo en el que los primeros espadas del rock duro podían compartir escenario con los grandes del folk, el blues o el soul. Yo no puedo dar fe más allá que por las crónicas leídas dada mi edad, pero sería bonito poder volver a ver festivales con esa mezcla de estilos. Parece que los miembros de Wucan, aunque tampoco tengan edad para recordar eso son otros de los que lo añoran: en su estilo retro el hard rock y el proto-metal se da la mano con el folk, el blues más denso o hasta con elementos del primer funk.

He de decir que la flauta del primer tema, Father Storm, me trae a la cabeza la música de Ñu, aunque no creo que estos germanos hayan tenido contacto con el legado de José Carlos Molina. La flauta siempre invita a pensar en Jethro Tull aunque he de decir que en general el grupo no me recuerda demasiado a la banda de Ian Anderson. Por la voz femenina y la cierta aura de misticismo que rodea a la banda he pensado en los Coven, aunque cuando se acercan a los dejes más funk/soul sea el MKIII de Deep Purple lo que se me ocurre, e incluso a Janis Joplin cuando se ponen con temas más folk-blues. Incluso en algún momento me llega un regustillo a Fleetwood Mac, al primer Santana y a se dejen algún guiño al progresivo y al kraut rock, y a cosas más modernas como Jex Thoth, Blood Ritual o Blues Pills.

El liderazgo de esta banda de Dresden recae, al menos en apariencia, sobre Francis Tobolsky: esta carismática mujer además de encargarse de las voces lo hace también de la flauta, los teclados, el theremin y algunas partes de guitarra. El resto de miembros de la banda hacen un trabajo muy competente y cumplidor, no destacaría a ninguno como un músico que vaya a cambiar mi concepción de la música, pero todos hacen su labor de forma correcta y aportando su toquecillo a la banda.

Wucan Sow the Wind

Nos presentan un disco compuesto por seis temas, que pueden parecer pocos pero que superan los 40 minutos en total dado que los dos últimos, King Corea y Wandersmann, suman casi 23 minutos, componiendo la cara B de la edición en vinilo. He de decir que el último tema, de casi 16 minutos, se hace un pelín largo y sería tal vez el punto débil del disco.

El disco se publicó en septiembre de 2015, sólo 10 meses después de su anterior entrega titulada Vikarma. Siendo sincero, la portada basada (prácticamente copiada) en el trabajo del ilustrador anarquista Rufus Segar no me ha acabado de convencer.

Resumiendo: tengo unas ganas tremendas de ver un concierto de esta gente, si bien parece complicado de momento porque se mueven sólo por tierras centroeuropeas. Una banda a seguir, a la vista de la calidad de los dos trabajos que nos han presentado. Este Sow the Wind es un disco para reescuchar durante mucho rato y recibir muchas alegrías.

El bandcamp de la quincena: The Black Wizards – Lake of Fire

Portugal, tan cerca, tan lejos. Al menos para el fan español rockero/metalero medio, que parece que, por obra y gracia de la prensa musical tradicional, vive más cerca de Finlandia, Alemania o los EEUU que del país vecino.

Para un fan gallego es más rápido y barato acercarse a Porto que a Madrid haciendo uso del coche o incluso del autobús y la posible barrera idiomática no es acusada (es fácil hacerse entender incluso no sabiendo ni papa de portugués), pero hay quien sigue planteándose como primera opción Barcelona o Madrid frente a cruzar la frontera del Miño.

No podría hacer un análisis profundo del circuito underground portugués porque tampoco lo conozco con profundidad, pero sí da la impresión de ser más activo que el español, o al menos que el gallego. Tienen festivales muy especializados, como el SWR Barroselas dedicado a las tendencias más extremas del metal, el Sonic Blast más orientado a la psicodelia, el doom y el stoner o el Amplifest en una rama más alternativa. Y tienen una buena cantidad de bandas muy interesantes pero de las que en España rara vez se oye hablar. No sólo estos The Black Wizards que hoy nos ocupan, también otras bandas como Vircator, Lâmina o Astrodome (que probablemente acaben saliendo en este blog también). Si os suenan sus nombres es porque probablemente los leísteis en mi crónica del Sonic Blast 2015 (este año creo que tocará repetir).

Como ya os decía, a esta banda la conocí viéndola en directo. Tocaban muy temprano en el escenario pequeño y allí me senté a verlos con mi girafa de Super Bock. En la primera canción ya me había enamorado: espíritu setentero, riffs pesados y fuzz a tope. Al frente del grupo Joana Brito, te la podría describir como la hija que nunca engendraron juntos Grace Slick y Tony Iommi, derrochaba carisma y presencia. Y el otro guitarra, Paulo Ferreira, tampoco le daba mal. En la batería otra mujer, Helena Peixoto, aportaba una buena dosis de empuje y contundencia y abría un debate sobre cual era la mejor batería femenina del festi: ella o la batería de Lâmina. Sobre el bajista que vi en aquel concierto no puedo deciros si era el que grabó este disco o la anterior demo, sólo que cumplió muy bien su trabajo aportando el extra de peso necesario para los temas, con un sonido cálido pero distorsionado.

¿Qué nos ofrecen The Black Wizards en su Lake Of Fire? Bueno, lo primero que verás es un bonito artwork obra del artista Vasco Duarte, y como te decía arriba fuzz, psicodelia, pasión por el blues rock más contundente de finales de los 60 y principios de los 70.

Lake of Fire - The Black Wizards

El nombre de Black Sabbath es evidente, desde luego, al pensar en una banda así. Aunque su distorsión es más saturada que la que usaba el colega Iommi y a mi me trae más a la cabeza nombres como Blue Cheer, los primeros trabajos de Grand Funk Railroad o Sir Lord Baltimore. Incluso en algún momento mencionaría la influencia de Ten Years After, Cream o Jimi Hendrix (escucha el tema Lake of Fire que te he dejado arriba). Si queremos comparar con una banda más actual creo que Kadavar sería lo primero que me vendría a la cabeza.

El deje retro para nada te creas que le resta garra y contundencia a su sonido, o que hace que la banda no suene actual. Todo lo contrario, ofrecen un sonido muy fresco sin renunciar a sus raíces más old school.

El disco lo componen ocho cortes en una línea muy homogénea, sin sorpresas o grandes saltos estilístico entre un tema y otro: hacen muy bien lo que hacen y saben hacer y no se lanzan a otrs aventuras. Desde la inicial Pain hasta el cierren con Fallen Leaves la banda ofrece lo mismo: riffs densos, atmósferas pesadas, tempos lentos: como la primera birra después del trabajo, como el sexo en tu tienda de campaña tras una noche de festival, algo que hay que hacer con calma y deleitándose. A pesar de contener sólo 8 canciones no se trata de un trabajo para nada corto, ya que se trata de composiciones bastante largas, oscilando entre los 6:23 que dura el segundo tema, I don’t mind (la canción más corta del disco) y los 10:17 de Wicked Brain, el corte más largo, oscuro y funerario del álbum, 100% primeros Black Sabbath. Y aunque se trate de un trabajo compositivamente homogéneo tampoco peca de repetitivo como otras bandas del estilo, ofreciendo esos pequeños detallitos compositivos que dan vidilla y color a las canciones.

Para amantes del rock duro más pesado y denso Lake of Fire será una delicia, un disco debut que debería meter a esta banda en tu lista de «gente a la que tener en cuenta a medio plazo«. No te voy a vender que The Black Wizards son the next big thing, desde luego, pero si tienes la oportunidad de acercarte a su directo no deberías dudar. Y desde luego lo que no puedes perdonar es darle una escucha entera a este disco.

El bandcamp de la quincena (07-02-2016): Black Smoke Dragon – Earth Have Jaiah

La semana pasada arrancamos la sección El Bandcamp de la quincena hablando del último trabajo de los Mutant. En esta ocasión vamos a seguir por tierras gallegas. Ponte este tema que viene a continuación y mientras vamos con una lección de geografía e historia.

En los últimos años muchos se han lanzado a crear paralelismos entre Ferrol y Detroit. Urbes que antaño tuvieron una rica vida industrial, un fuerte sector productivo, pero a las que el tiempo y los cambios de mercado y modelo económico han dejado arrasadas económicamente. Pero yo creo que esta similitud la podemos extrapolar a otra ciudad de otro tiempo, a la ciudad que vio nacer al heavy metal: Birmingham. Una ciudad que entre los 60 y los 80 pasó tiempos muy duros, pero que nos legó varias bandas fundamentales: Judas Priest, Napalm Death, a Robert Plant y, sobre todo, a Black Sabbath.

El magisterio de Black Sabbath es evidente sobre todo lo que pretenda sonar oscuro y pesado en este mundo. No fueron la primera banda pesada, densa y oscura, pero sí fueron la primera que triunfó siéndolo, marcando el inicio del heavy metal, del stoner y del doom. Y de stoner y doom estos compatriotas míos entienden bastante, como habrás podido comprobar si me hiciste caso en el primer párrafo y le diste al play en el primer tema.

bsm

Los puertos de mar siempre han sido más permeables frente a la llegada de elementos exteriores. Date una vuelta por el área de Ferrol y entra en una pastelería: verás queiques y sachas, y no corras que te dirán que vas todo filispín, puede que hasta alguien te tilde de conacho si te das muchos aires. Como puedes ver, casi tienen un idioma propio allá arriba, ya que recogen y reformulan expresiones llegadas de muchos sitios. Con la música ha pasado lo mismo. Si bien siempre se dice que la llegada del heavy metal a Galicia fue a través del Morrazo, los más viejos del lugar te dirán que en Ferrol allá por finales de los 80 ya los Tábano intentaban hacer rock duro. Cuando en Madrid los hermanos De Castro todavía tocaban en Coz, casi nada.

En Ferrol hay mucha gente tocando, bastante buen nivel de instrumentistas y hace unos años había bastantes bolos por la zona. Antes de llegar a montar Black Smoke Dragon sus fundadores se curtieron en bandas sobradamente conocidas en la escena local como MySelf o Id3m, tocando otros palos más metaleros/brutotes.

Ahora en cambio han cambiado el metal-zone por el fuzz y han decidido mirar hacia delante pero con un ojo mirando hacia muy atrás, hacia Black Sabbath, Saint Vitus, Corrosion of Conformity o Electric Wizard. Esta bizquera musical nos ha traído un resultado óptimo.

El disco es prácticamente instrumental, aunque en algún tema hayan introducido una pista de voz pregrabada en alguna parte, como ya has podido escuchar. Podrías pensar que un disco de stoner/doom/sludge podría ser plano y aburrido. Para nada, muestran gran variedad de influencias y matices en su música, échale un ojo a la intro surf de Samuel over a Sea of Green, que luego da paso a un riff muy sabrosón/vacilón.

De hecho a pesar de la falta de letras el humor, un humor muy ferrolano, está bastante presente en títulos como Abroalacabra, Where Putas Live, Fucking new year o la, a pesar de su título, tétrica Fenechild, donde los teclados hacen una estelar aparición dotando al tema de una teatralidad digna de Vicent Price.

A nivel producción yo tal vez hubiera preferido un bajo con más peso y presencia, pero la mezcla final, para mi tal vez un pelín demasiado brillante, le confiere al trabajo un extra de pegada. Y si optas por la edición física lo han editado en digipack con una preciosa portada en blanco y negro que puedes ver en la foto de arriba (y que cualquiera desearía tener impresa en una camiseta).

Resumiendo, un viaje al núcleo duro de Fene y recorrido lisérgico por la idiosincrasia ferrolana. Si después de escuchar este disco no tienes ganas de verles en directo, comprarte el álbum de cromos de Tus Muertos Favoritos y comer una ración de tripas de cerdo entonces es que no tienes corazón y no has tenido infancia. Uno de los discos más a tener en cuenta de la escena stoner ibérica del pasado 2015. Si te gusta menear la cabeza con riffs pesados como lo era la extinta industria de sus orígenes, si amas los discos de guitarreo con pegada y distorsión por toneladas, si el concepto stoner te pone los ojos rojos, entonces este disco es para ti, no pierdas un segundo y póntelo.

Para la próxima entrega ya dejamos por una temporada Galicia, pero dudo entre si la cosa irá por Portugal, Australia  o Bélgica… os tocará esperar.

Proto-metal y orígenes del heavy metal y/o el stoner.

Vamos con otra lista de reproducción, esta con cierta vista histórica: viajamos a finales de los 60 y principios de los 70 para buscar las raíces del heavy metal y el stoner en el rock más pesado y contundente de la época.

La conjunción de blues, rock pesado y psicodelia daría lugar a múltiples estilos, desde clasicos del rock como Cream o Jimi Hendrix a Black Sabbath, paradigma de este concepto, a la conjunción con la velocidad punk de Motorhead que influenciaría al primer thrash metal, a unos Pentagram considerados padres del stoner, a unos Judas Priest esenciales para la generación del heavy metal tal y como lo conocemos… una lista de 40 temas cargados de distorsión y fuerza para recorrer estos inicios.

https://www.youtube.com/playlist?list=PLLhsHHbrwwtW27L9iauIRw1vn1XoWsVg-

Sonic Blast Moledo 2015: La crónica express

Voy a intentar un ejercicio condensado para contaros cómo fue el Sonic Blast de Moledo de este año sin romperme ni romperos mucho la cabeza con largas crónicas. Así que me marco un análisis por partes:

horarios mapa sonic blast moledo 2015

  • Organización y ubicación:
    • La zona de acampada es grande y se pueden encontrar sitios a la sombra. En 10-15 minutos se llegaba caminando, dependiendo del aplomo.
    • Los precios bien, al menos desde el punto de vista de alguien que visita festivales españoles. Cañas a 1.50 en el recinto, te puedes cascar una feijoada en la puerta por 5 pavos. Comer y beber en el pueblo, más barato todavía (3.60 € por tres tercios de Superbock en terraza de primera línea de playa, 7 euros por una bandeja de pollo, ensalada, patatas y arroz que daba para dos personas).
    • El pueblo es bonito, una zona clásica de surf de Portugal. Una lástima el tiempo gris que coincidió este año, con un finde soleado habría sido increíble.
    • Sonido muy bien: le daría un 8/10, incluso en el escenario pequeño se podía escuchar todo con nitidez. El volumen tal vez un poco bajo, pero mejor eso que el que sea molesto o se convierta en una bola ininteligible. Horarios con puntualidad británica, aunque hubo algún cambio excesivamente largo (casi 50 minutos entre The Vintage Caravan y Pentagram, 40 minutos entre Greenleaf y My Sleeping Karma).
    • A mejorar: lo único diría que si hubiesen puesto el doble de duchas en la acampada y algunos retretes más (y los hubiesen limpiado con mayor asiduidad) habría quedado perfecta la zona. Otro fallo fue el no tener al final after party con música hasta el amanecer, porque llegaba la gente con ganas de fiesta al camping y para la gente que quería dormir era una putada. Mi propia experiencia en ese sentido fue que el viernes me metí en la tienda con idea de dormir temprano y ante la imposibilidad de hacerlo acabé quedándome hasta casi las seis tocando canciones de Motorhead con un ukelele junto a los de la tienda de al lado.
  • Bandas del viernes:
    • Pool Stage: El concepto de piscina junto al escenario es cojonudo, una pena que el astro rey no acompañara más para disfrutarlo al 100%. Diría que menos Nervous, que no me agradaron en absoluto con su hardcore californiano, el resto de las bandas cumplieron muy bien su papel. A los The Black Wizards, con un toque muy setentero, y a los The Attack of the Brain Eaters, con un rock guitarrero noventero con buena pegada, les dejo la etiqueta de «bandas a seguir en el futuro», ya que son grupos jóvenes y que me dejaron buenas sensaciones. Tampoco me desagradaron los Mantra, a pesar de tener un toquecillo muy grunge/alternativo en su sonido stoneriano. De Cuchillo de Fuego no me esperaba gran cosa porque lo que había oído no me había gustado pero su directo cambió totalmente mi percepción: locura y delirio, un directo con mucha fuerza y momentos surrealistas que me sorprendió muy gratamente.
    • Main Stage: Como dije antes, Nervous no me convencían y bajamos al pueblo a tomar unas cervezas. Nos perdimos a High Fighter y llegamos para Belzebong. Los polacos, con su stoner/doom instrumental, pesado y primitivo, mezclado con el humo, las imágenes malrolleras proyectadas detrás y la intensa iluminación verde sobre el escenario lograron un efecto hipnótico muy profundo con su directo. Para mi, los «subcampeones» del día. Vi un rato de Plus Ultra, aunque su propuesta extremadametne experimental no era muy de mi agrado y salí a cenar. Volví justo para ver como el cantante se ponía a destrozar el equipo en una vorágine destructiva. No son de mi gusto, pero desde luego el directo es intenso. Tras estos llegaron los que, para mi, fueron los campeones del primer día: Greenleaf. Los suecos, con una combinación de stoner con hard rock clásico, bromearon con que no eran ZZ Top por tener todos barba y luego nos regalaron una buena ración de riffs digna de Texas. Me quedé enamorado de su sonido y lamenté que no hubieran durado un ratito más. Quedaban My Sleeping Karma, pero 40 minutos de cambio sumados a una noche de camping y un día con mucho caminar y mucha cerveza hicieron mella en mi y me bajé al camping (el resto de la historia, ya la habéis leído arriba).
  • Bandas del sábado:
    • Pool Stage: El tiempo todavía acompañó menos el sábado en el pool stage. Por motivos diversos (gastronómicos) llegué cuando llevaban sólo un par de temas tocados mis vecinos los Puma Pumku, aunque por suerte ya había visto a los Galactic Superlords y a Astrodome el jueves en la warm up party, y he de decir que los primeros me gustaron mucho, otra banda con ticket de «a seguir» que juega con un sonido de rock pesado setentero pero con unas guitarras dobladas muy heavys, muy NWOBHM. Las dos bandas que cerraron este escenario estuvieron excelentes: Lámina descargaron una buena ración de stoner metal de riffs cañeros y ritmos obsesivos, pero la lluvia comenzó a caer más fuerte desplazando a la gente hacia la parte cubierta a la derecha del escenario. La lluvia continuó mientras los ucranianos Somali Yatch Club levantaban un poco el pie de nuestros aceleradores con su stoner rock más psicodélico. Como ya he dicho, estos dos últimos grupos también bandas «a seguir»
    • Main Stage:: Entré con la intención de pillar una camiseta (y pipear si andaba con los Pentagram el inefable Sean Pelletier) y de bajar al camping a por ropa de abrigo, pero Libido Fuzz me convencieron con su apuesta por la psicodelia con dejes clasicotes. Bajé a toda prisa pero a pesar de eso me perdí el comienzo de los Wight, otra banda que apostaba por la psicodelia old school pero jugando con alguna influencia del rock de los 90, muy buenos. Y llegamos a los platos fuertes: los ascendentes islandeses The Vintage Caravan (aunque no hagan tantos solos de ballena como deberían), si no se agotan ni echan a perder, son una banda que puede llegar muy lejos pues todavía son muy jóvenes (a pesar de que ya cuenten con tres discos, si contamos el autoproducido de 2009). Lo de Pentagram fue harina de otro costal. Impresionante el concierto de los discípulos de Bobby Liebling, tremendos. Superaron todas mis espectativas y se cascaron un set list con sus clásicos junto a algunas piezas de su último trabajo. Tras los años de frustración que vimos en Last Days Here al fin las cosas le sonríen musicalmente a Liebling y nos ofrece conciertos dignos de ese talento que las drogas sepultaron por tantos años. Acabaron Mother Engine, pero tras dos temas me recogí. Ojo, que el grupo no está mal, pero cerrar con una banda de psicodelia instrumental a mi no me acaba de levantar, si hubieran tocado a media tarde me los habría visto enteros porque estaban sonando bien, pero era el típico momento que el cuerpo te pideo o caña o cama.
The Vintage Caravan Moledo
Foto del concierto de The Vintage Caravan a cargo de mi colega Gaius Baltar

¿Una conclusión? Pues que si para el año el cartel trae algo de mi gusto (cof cof cof The Sword, Witchcraft o Graveyard sería un puntazo, cof cof cof y Sandford Music Factory cof cof cof) no dudaré en repetir. Un festival que de momento se ha posicionado muy bien entre mis preferencias.