Musiqueando 1 (20190403)

Como El Bandcamp de la Quincena pasó a mejor vida al acabar 2018 este blog se había quedado sin una sección musical periódica. Tras un trimestre de espera decidí realizar una consulta on-line en varias redes sociales ¿Quiere la gente una nueva sección musical en este blog? Las respuestas fueron pocas, pero todas positivas y entusiastas así que me vengo arriba. Así que así nace Musiqueando, una sección anárquica donde esbardallaré sobre la música que haya estado escuchando últimamente, sin orden ni concierto (aunque de conciertos también puede que hable)

Arrancamos con un grupo que me produce sentimientos encontrados: Newen Afrobeat. Por un lado una banda chilena haciendo afrobeat me suena a “hippies practicando la apropiación cultural de forma intensa y descarada”, pero por otro hay que reconocerles que musicalmente son impecables y que su fusión de funk, jazz y músicas de inspiración africanas con devoción genuina por Fela Kuti, a la que añaden también elementos del folclore indígena chileno, es tremendamente pegadiza. De momento estos activos luchadores por los derechos del pueblo Mapuche tienen dos discos: un debut autoeditado en 2014 con temas en castellano y un EP tributo a su adorado saxofonista nigeriano. Hoy por hoy este género vive su momento de mayor popularidad desde su despegue en los años 70, tras haber tocado mínimos en los 90.

También llevo un par de días, por recomendación de una amiga, dándole vueltas a Obey, el último trabajo de los suecos Priest. Su debut, publicado en noviembre de 2017, ya lo habíamos comentado por aquí. Aunque el grupo nació de una escisión en Ghost su sonido orientado al synthpop tiene poco que ver con el de las huestes papales, menos guitarreo y más sintetizador, adoración por el pop electrónico de los 80 y constante reverencia a Depeche Mode, cojeando un poco por su falta de originalidad. Siempre he pensado que es la clase de banda que podría poner ambiente sonoro a un local donde gente vestida de látex usa como asientos y mesas a gente desnuda y atada, el título Obey parece indicar que ellos piensan lo mismo

La polémica ha rodeado estos meses en el mundo rockero a Greta Van Fleet, ganadores del Grammy al mejor disco de Rock en una gala donde también estuvieron nominados a otros tres galardones. Para sus fans más acérrimos son los sucesores naturales de Led Zeppelin, para sus detractores son una mala copia de Led Zeppelin sin ninguna personalidad. Yo por ser tocahuevos me suelo posicionar en contra tanto de los fans como de los haters. A mi sus discos me han gustado, pero sin más, tocan bien y hacen un hard rock bluesero que me gusta pero no me parecen una banda que me vaya a tomar como referente, al menos con lo que han presentado hasta el momento. ¿Que beben mucho de Led Zeppelin? Bueno, beben mucho de la rama hard rock de Zeppelin, porque no llegan a tocar estos chavales tantos géneros como tocaron sus maestros, los Van Fleet no se arriesgan tanto a experimentar ni tienen una vena folkie tan marcada, a pesar de haberse marcado una versión de Fairport Convention en su galardonado “From the Fires”. Además parece que sean los primeros que copian a Zeppelin, como si no lo hubieran hecho antes otros ¿Quienes? ¿Cinderella? ¿Kingdom Come? ¿The Black Crowes?¿The Answer? Hay muchos que los critican por poco originales y luego se gastan 20 pavos en ir a ver a un grupo de versiones de los Foo Fighters (es una opinión impopular, pero creo que montarse un tributo a Foo Fighters es el equivalente rockero a votar a Ciudadanos) o de Iron Maiden. Yo les sigo pegando una escucha de vez en cuando si me lo pide el cuerpo, aunque también pienso que gente como Blues Pills, The Vintage Caravan, Radio Moscow o The Black Wizards me aportan más dentro de un género similar.

En mis navegaciones por Youtube me sigo encontrando de vez en cuando cosas curiosas. Una de ellas fue la banda angoleña Heavy Band, un grupo de hard rock bluesero/protometal con algún deje de funk de los 70 procedente de la ciudad de Luanda, con un sonido un poco entre el de Deep Purple y el de los primeros Jethro Tull, pero por desgracia hay pocos registros suyos grabados, solo un par de singles de 7 pulgadas editados por Decca, como este Beggar Man. En el vídeo que añado debajo aparecen etiquetados como portugueses, pero hay que pensar que en aquella altura Angola todavía estaba bajo el dominio colonial de Portugal.

Y siguiendo con piezas protometaleras vamos con los estadounidenses Legend, otra cosa que me apareció por el Youtube con un sonido muy en la onda de nombres legendarios del underground como Manilla Road o Cirith Ungol. Esta banda de nombre poco original (en el Metal Archives hay como diez grupos llamados Legend) parece ser que gozó de cierta popularidad local en el área de Nueva Inglaterra allá por finales de los 70 y que sacó una limitada tirada autoeditada de su único disco From the Fjörds antes de desaparecer/reconvertirse en un grupo llamado Mercenary.

Y hasta aquí llegamos con esta primera entrega de Musiqueando. ¿Cuándo será la próxima entrega? Pues no lo se, he dicho que será una sección periódica pero a estas alturas todavía no se cuál será la periodicidad. Cuando coincida.

El Bandcamp de la Quincena: Kabbalah – Spectral Ascent (14/07/2017)

Me tengo que disculpar porque llega muy tarde la entrega de El Bandcamp de la Quincena de esta semana, con cinco días de retraso, pero con un discazo tremendo y recién salidito del horno.

Desde Navarra nos llega este Spectral Ascent de la mano de Kabbalah, un power trío femenino que con la presente suma cuatro entregas discográficas. La base rítmica de estas Kabbalah, formada pro la bajista Marga y la batería Carmen, se curtió por los escenarios de media península con la banda Las Culebras, grupo que se ganó la reputación de tener uno de los mejores directos del hard rock nacional. El grupo se completa con la guitarrista Alba, ex Prehistoric Mermaid, que entró en la banda en 2015.

Kabbalah - Spectral Ascent

Si musicalmente te estás esperando algo similar a Las Culebras te equivocas de cabo a rabo, el sonido de Kabbalah es oscuro, con un halo de mística, con ese deje Aleister Crowley meets Beach Boys a lo Ghost que tiene el tema The Reverend, es combinar Black Sabbath con The Sonics que tanto gusta a Uncle Acid & The Deadbeats y que ellas nos muestran en Phantasmal Planetoid, el devaneo grunge/pop en The Darkest End, el rollo stoner casi rozando a Queens of the Stone Age o Masters of Reality en The Shadow o ese puntillo más hippie de de Resurrected casi como rendición a los reverenciados Coven de Jinx Dawson. En general, la banda sonora para una fiesta retro 70’s con un extra de Satán, la música que Tarantino debería ponerle a su film sobre Charlie Manson.

Un disco que debería estar en todas las listas de Lo Mejor del Año que hace la prensa española, pero que al venir de la mano de Twin Earth records es posible que sea pasado por alto por los apaniaguados manglanos, pero que que no debería escapársele a todo buen amante de los sonidos oscuros y del palo más retro 70’s del stoner.

Sonic Blast Moledo 2016, previa.

No queda nada para el Sonic Blast 2016, en Moledo do Minho, al norte de Portugal. Ya sabéis que en este blog somos fans de dicho festi: estuvimos el año pasado y disfrutamos de unos clásicos como Pentagram entre otros, hemos comentado los discos de algunas bandas participantes como The Black Wizards, Vircator o Bala en nuestra sección El Bandcamp de la Quincena y este año repetiremos festi, donde nos toparemos con todo tipo de engendros del rock and roll y el metal, como nuestros colegas de Pelletier Horror. Y para ir calentado motores, una listita de reproducción, una lista con vídeos de youtube de las bandas participantes en esta edición 2016. Disfrutad, y recordad que todavía podéis asistir!

Colaboración en el blog de 1FM

En el blog de la emisora suiza 1FM han publicado una traducción de la crítica que hice del último album de los australianos Tarot. Aquí os dejo el enlace al artículo en inglés. La traducción corre a cargo de José Peña, otro gran bajista y programador (jejejeje).

Os recuerdo que podéis escuchar el disco entero en Bandcamp y que la portada y el arte del mismo corren a cargo del germano Karmazid, por si os ha gustado el diseño.

Tarot Reflections

El Bandcamp de la quincena: Wucan – Sow the Wind (20/03/2016)

Esta quincena viajamos a Alemania, en concreto a Dresden, así que puedes empezar a darle al play.

Hubo un tiempo en el que los primeros espadas del rock duro podían compartir escenario con los grandes del folk, el blues o el soul. Yo no puedo dar fe más allá que por las crónicas leídas dada mi edad, pero sería bonito poder volver a ver festivales con esa mezcla de estilos. Parece que los miembros de Wucan, aunque tampoco tengan edad para recordar eso son otros de los que lo añoran: en su estilo retro el hard rock y el proto-metal se da la mano con el folk, el blues más denso o hasta con elementos del primer funk.

He de decir que la flauta del primer tema, Father Storm, me trae a la cabeza la música de Ñu, aunque no creo que estos germanos hayan tenido contacto con el legado de José Carlos Molina. La flauta siempre invita a pensar en Jethro Tull aunque he de decir que en general el grupo no me recuerda demasiado a la banda de Ian Anderson. Por la voz femenina y la cierta aura de misticismo que rodea a la banda he pensado en los Coven, aunque cuando se acercan a los dejes más funk/soul sea el MKIII de Deep Purple lo que se me ocurre, e incluso a Janis Joplin cuando se ponen con temas más folk-blues. Incluso en algún momento me llega un regustillo a Fleetwood Mac, al primer Santana y a se dejen algún guiño al progresivo y al kraut rock, y a cosas más modernas como Jex Thoth, Blood Ritual o Blues Pills.

El liderazgo de esta banda de Dresden recae, al menos en apariencia, sobre Francis Tobolsky: esta carismática mujer además de encargarse de las voces lo hace también de la flauta, los teclados, el theremin y algunas partes de guitarra. El resto de miembros de la banda hacen un trabajo muy competente y cumplidor, no destacaría a ninguno como un músico que vaya a cambiar mi concepción de la música, pero todos hacen su labor de forma correcta y aportando su toquecillo a la banda.

Wucan Sow the Wind

Nos presentan un disco compuesto por seis temas, que pueden parecer pocos pero que superan los 40 minutos en total dado que los dos últimos, King Corea y Wandersmann, suman casi 23 minutos, componiendo la cara B de la edición en vinilo. He de decir que el último tema, de casi 16 minutos, se hace un pelín largo y sería tal vez el punto débil del disco.

El disco se publicó en septiembre de 2015, sólo 10 meses después de su anterior entrega titulada Vikarma. Siendo sincero, la portada basada (prácticamente copiada) en el trabajo del ilustrador anarquista Rufus Segar no me ha acabado de convencer.

Resumiendo: tengo unas ganas tremendas de ver un concierto de esta gente, si bien parece complicado de momento porque se mueven sólo por tierras centroeuropeas. Una banda a seguir, a la vista de la calidad de los dos trabajos que nos han presentado. Este Sow the Wind es un disco para reescuchar durante mucho rato y recibir muchas alegrías.

Blue Cheer – Vincebus Eruptum

Seguimos con pioneros del heavy, del stoner y del rock pesado en general, y vamos con unos de los más veteranos: Blue Cheer. Porque se puede ser ‘pre’, se puede ser ‘proto’… y luego se puede ser Blue Cheer. Por sus pintas podrías pensar que eran sólo otros hippies de San Francisco hasta atrás de ácido y mariguana, pero sin proponérselo iban a dar un salto cualitativo y, en términos de distorsión, cuantitativo a la evolución del rock and roll.

Blue Cheer - Vincebus Eruptum

Porque Blue Cheer fueron los más ruidosos. Antes de que Black Sabbath llegasen con su manto de oscuridad, antes de la suciedad del sonido Detroit de Stooges aparecieron en la costa oeste Blue Cheer. Por aquel entonces sólo MC5 podían competir con ellos en distorsión, si bien todavía no habían lanzado su debut Kick out The Jams. Porque el primer disco de Blue Cheer se grabó en 1967 y vio la luz en enero de 1968. Eran los hijos bastardos y embarrados de Jimi Hendrix, eran la evolución de Cream hacia los infiernos de la música.

Blue Cheer original line up
Si hasta tenían cara de buenos

Fueron 6 cortes los que compusieron el disco, la mitad de ellos versiones. Abren con su gran hit (llegó al número 14 del Billboard), una cover de Summertime Blues de Eddie Cochram cargada de distorsión tanto en el bajo como en la guitarra, y con una batería pesadísima, cargando el ritmo sobre el bombo y los timbales. Un trío que hace más ruído que una orquesta sinfónica, pero antes que ZZ Top, mucho antes que Motorhead. Siguen con otra versión, Rock me Baby de BB King, blues pesado, psicodélico, arreglos hendrixianos a la guitarra, solos de bajo cargados de distorsión al estilo de The Who. Doctor Please nos trae la primera de las composiciones propias, a cargo del líder, vocalista y bajista Dickie Peterson, que también firma Out of Focus. Una versión del clásico bluesero Parchman Farm rebautizada como Parchment Farm (que también hacían otras bandas como Cactus o John Mayall and the Bluesbreakers) dará paso a la final Second Time Around, otra composición de Peterson.

Dickie Peterson
Peterson, activo hasta que la enfermedad se lo llevó

Todo el mundo ve claramente las raíces del heavy metal, el doom metal, el grunge o el stoner en Black Sabbath, y razones no faltan para ello. Pero no conviene olvidar a Blue Cheer, una banda que se anticiparon a su época en términos de agresividad, pesadez y distorsión. La evolución posterior del grupo sería hacia sonidos más blues rock standar, tipo Cactus – Led Zeppelin – Steppenwolf, y se mantendrían en activo hasta 2009, cuando un cáncer de próstata se llevo a Peterson en su Alemania adoptiva (el grupo se había trasladado allí en los 80 y desde aquella habían vivido más en Europa que en América). Su último disco What doesn’t kill you… data de 2007 y se trata de un magnífico trabajo de blues rock (del que puede que algún día hable aquí). Curiosamente ese último trabajo fue elegido por la revista sobre mariguana High Times como «mejor disco del año para escuchar fumando». Como no soy fumador no puedo opinar, pero si alguno quiere comentar si realmente lo cree puede hacerlo en los comments.

JPT Scare Band – Sleeping Sickness (1973-1976)

La historia de JPT Scare Band es curiosa. No sacaron su primer disco hasta 1994 a pesar de haberse fundado a principios de los años 70. Puede que fuesen demasiado raros e innovadores incluso para la época más rara e innovadora de la historia del rock and roll.

JPT Scare Band - Sleeping Sickness
JPT Scare Band – Sleeping Sickness

El nombre del grupo procede las iniciales de sus miembros: Jeff Lintrell (batería), Paul Grigsby (bajo) y Tony Swope (guitarra), y lo de Scare Band viene por lo tenso y tenebroso de sus composiciones. La influencia de las atrevidas y psicodélicas guitarras de Jimi Hendrix junto al blues pesado y distorsionado del disco debut de Blue Cheer, más una buena dosis de jazz y ácido, inspiraron las mentes de este trío de Kansas para componer estos temas durante los setenta. Porque aunque este disco no vería la luz hasta el año 2000 de la mano de Monster Records, todos los temas fueron grabados por la banda en su local de ensayo en el periodo 1973-1976.

Puede intuirse en esta colección de siete temas un alto componente de improvisación, suponiendo que las sesiones de grabación fueron más bien jam sessions donde la banda daba rienda suelta a su creatividad, planteando desarrollos instrumentales largos donde las voces juegan un papel apenas secundario.

Contraportada

Desde la inicial Sleeping Sickness, un cuarto de hora de paranoia hendrixiana cargada de fuzz intercalado con partes limpias. Extravagancia, experimentación, imaginación… Slow Sick Suffle no baja el listón, nos lleva de paseo por el infierno, pesadillas venéreas que provocan vigilias ácidas, pura locura. King Rat nos hace de nuevo a volar con 13 minutos de guitarrazos psicodélicos. It’s too late o I’ve been waiting nos transporta a pasajes más blueseros, más Cactus o Led Zeppelin, mientras que Acid Acetate Excursion o Time To Cry se mueven por registros de absoluta psicodelia. Por cierto, en esta última la línea de bajo es impresionante.

Siete temas que conforman más de una hora de grabación dada su larga duración, conformando un enorme discazo que por suerte no se perdió para siempre tras años guardando las grabaciones en un sótano. Curiosamente la banda sigue activa y desde su primer lanzamiento en los años 90 han publicado discos con bastante asiduidad.

JPT Scare Bande

Pioneros del heavy metal y el stoner, JPT Scare Band no recibieron apenas reconocimiento durante sus primeros años a pesar de su estilo musical innovador y arriesgado, si bien han alcanzado finalmente en status de banda de culto pionera por parte de la crítica y de publicaciones especializadas como Classic Rock Magazine o This Is Rock.