El 10 de mayo de 2010 nos dejaba uno de los grandes dibujantes del siglo XX: Frank Frazetta. Seis días después le acompañaba el cantante más grande que ha dado el heavy metal: Ronnie James Dio. Su música, su voz, tenía una magia especial que hacía que una descarga eléctrica me recorriera la columna. Cuatro años sin estos dos grandes han pasado ya, y el mundo desde aquella es más oscuro.