Seguramente el portapapeles sea una de las funciones más usadas de Windows: pulsas Ctrl+C para copiar una cosa y después Ctrl+V para pegarla, pero ¿cuántas veces han pulsado Windows+V? Seguramente mucha de la gente que está leyendo esto no conoce este atajo de teclado y esta funcionalidad.
Tradicionalmente el portapapeles en Windows tenía una memoria limitada a un solo item: copiamos algo y si después copiamos otra cosa entonces la primera se va al mágico limbo donde van los sueños cuando nos despertamos (o similar). Desde Windows 10 esta memoria puede ampliarse para que guarde múltiples registros, algo que podemos hacer de dos formas:
- La primera es irnos a la configuración de Windows, allí buscar en el menú de la izquierda la sección portapapeles y una vez escogida marcamos Activado el Historial del Portapapeles.
- La otra opción es pulsar directamente la combinación de teclas Windows+V, si está desactivado nos dirá que tenemos que activarlo y ya tendremos allí un botón de Activar para hacerlo sin tener que ir a la configuración.
Una vez hayamos activado esto, cada vez que usemos el comando Copiar o Ctrl+C se añadirá una entrada al historial. Si pulsamos Ctrl+V funcionará como siempre y pegará lo último que hayamos copiado, pero si pulsamos Windows+V entonces veremos una lista con lo que tengamos copiado y desde ahí podremos escoger la que queramos pegar.
Incluso, si utilizas una cuenta de Microsoft para acceder a Windows, podrás sincronizar este portapapeles entre varios dispositivos, pudiendo acceder a todo el historial desde todos. Esto puedes configurarlo desde el menú de configuración que veíamos en el primer punto.
¿Contras y riesgos de esto? Bueno, por motivos de privacidad y seguridad es recomendable borrar el historial de vez en cuando, dado que si una persona accede al dispositivo podría ver todo lo que hayamos copiado y pegado.