¿Han sido Riot la banda de heavy metal con peores portadas?

Una duda que me planteaba esta mañana cuando un colega en facebook proponía que citáramos las peores portadas de la historia del rock y el metal ¿Han sido Riot la banda con peores portadas de la historia del metal? No me malinterpretéis, a mi me encatan Riot como banda, un grupo con una sólida trayectoria desde finales de los 70 que han pasado por muchos cambios de sonido sin perder su esencia, que grabaron uno de los discos esenciales del power-speed americano con Thundersteel y que fueron abanderados del sonido Rainbow/Purple en los 90, cuando las modas dictaban que había que ser depresivo. Pero si bien su música ha sido siempre de una factura impecable, no puede decirse lo mismo de sus portadas. Su gran clásico de finales de los 80, Thundersteel, presenta una ilustración tipo «soy el que dibuja guay del insti y me he currado este dibujo de los X-Men«, varios de sus discos de los 90 presentan fotomanipulaciones de primera clase de curso de inciación al Photoshop, aunque en esa década la palma se la lleva el Nightbreaker: un disco excelente que se publicó con tres portadas distintas, una para Europa, otra para USA y otra para Japón… y las tres son horribles. Aquí debajo os dejo una muestra con todos estos trabajos.

Es cierto que no son todas sus portadas, y que hay algunas más decentes como la de The Privilege of Power o la de Sons of Society, que sin ser maravillas no llegan a niveles de horror. En todo caso, les perdonamos su cutrerío portadil por todas las horas de buena música que nos legó el difunto y genial Mark Reale (no hablaré de lo que opino de que hayan continuado el grupo sin él…)

La polémica y no definitiva lista de los 50 Mejores Baterías

Ya hubo una polémica y no definitiva lista de guitarristas en este blog, y como estos días he visto que la Rolling Stone ha publicado una de baterías he optado por hacer lo mismo. Y ¿por qué hoy 5 de abril? Porque es el aniversario de la muerte de mi batería favorito de todos los tiempos: Cozy Powell.

Así que tra el vídeo en recuerdo de Cozy os dejo la lista, encabezada por él.

  1. Cozy Powell
  2. Ian Paice
  3. Neil Peart
  4. Jeff Porcaro
  5. Barriemore Barlow
  6. John Bonham
  7. Rod Morgernstein
  8. Carmine Appice
  9. Keith Moon
  10. Lenny White
  11. Buddy Miles
  12. Bill Ward
  13. Mike Bordin
  14. Mike Mangini
  15. Ginger Baker
  16. Cindy Blackman
  17. Chad Smith
  18. Virgil Donati
  19. Deen Castronovo
  20. Tommy Clufetos
  21. Adrienne Davies
  22. Dennis Chambers
  23. Vinnie Colaiuta
  24. Jody Linscott
  25. Danny Carey
  26. Bobbye Hall
  27. Bill Bruford
  28. Terry Bozzio
  29. Marco Minneman
  30. Gene Krupa
  31. Dave Weckl
  32. Buddy Rich
  33. Stewart Copeland
  34. Mikkey Dee
  35. Eric Carr
  36. Future Man
  37. Butch Trucks
  38. John Fishman
  39. Scott Travis
  40. Billy Cobham
  41. Nick Menza
  42. Gregg Bissonette
  43. Vinnie Paul Abbot
  44. Carl Palmer
  45. Brian Downey
  46. Aynsley Dunbar
  47. Steve Smith
  48. David Garibaldi
  49. Bobby Jarzombek
  50. Igor Cavalera

La lista va  sin mayor orden concreto que los cinco primeros puestos, que sí son mis cinco preferidos en ese orden concreto, así que vale que os quejéis de que falta nosequién, pero no me digáis que x está por encima de y, porque no llevan un orden claro.

El bandcamp de la quincena: Dracula – Black Wings over Transylvania (02/04/2016)

Buenos días, una semana más vamos con El Bandcamp de la Quincena, y esta semana tomamos otra vez un vuelo hacia Tasmania, Australia:

Seguro que recuerdas, y si no te lo recuerdo, que hace cosa de un mes hablamos por aquí de un grupo australiano llamado Tarot, y allí os comentaba que su líder The Hermit, también fundador de Heavy Chains Records, formaba parte de una banda llamada Dracula donde cambia su pseudónimo por el de Will Spectre. Pues esta semana vamos a hablar de la segunda entrega de este grupo, un single en 7″ que nos ofrece dos temas de la mejor factura metalera.

Si en Tarot el señor Will «Spectre» Fried apostaba por un hard rock de cortes setenteros, épicos y medievales, en Dracula la referencia es clara: siguiendo la estela de bandas como Portrait o los ya desaparecidos In Solitude estos chavales australianos nos traen una buena descarga de heavy metal oscuro y clásico en la onda de los legendarios daneses Mercyful Fate.

Black Wings over Transylvania Dracula

Esta entrega sigue la onda de su primer EP, Open graves at midnight, aunque presentando un sonido bastante mejor que en aquel trabajo primerizo, seguramente porque al tratarse de sólo dos canciones, la inicial Black Wings over Transylvania y The Baroness, hayan podido pagar una mejor masterización. Al contrario que en Tarot, aquí Will Fried sólo se encarga de la guitarra, dejando las labores vocales al bajista Count Hawlok, cuya combinación de tonos medios con falsetes exagerados, livianos y con poco cuerpo indefectiblemente recuerdan al peculiar estilo vocal de King Diamond. Instrumentalmente lo más destacable es el trabajo de Will a la guitarra, con unos arreglos clasicotes de muy buen gusto, sobre una base rítmica sólida y competente.

En cuanto a la portada, el concepto de la foto «enmarcada» me trae a la cabeza el Eine Kleine Nachtmusik de Venom o el Speak of the Devil de Ozzy, por citar dos entre muchos. La foto con velas, calavera de bóvido y cálices sobre altar y frente a fondo oscuro la verdad es que no podría ser más tópica, aunque le da un puntillo simpático.

Resumiendo, un single interesante para quellos que gusten del sonido Mercyful Fate… son los dos temas que ya os he puesto durante la crónica, así que ya lo podéis escuchar aquí, y si os interesa haceros con una copia en vinilo o digital, os dejo aquí el enlace.

 

35+1 Motivos para amar/odiar los 80

Hace años, así, a lo loco, me pillé un disco de The Who que se llamaba It’s Hard. No me sonaba de nada, el acceso a internet era más limitado, tenía menos conocimientos de la historia musical y pasaba una temporada de brutal obsesión por el triunvirato The Who/Led Zeppelin/Cream en aquella época. Así que me lo pillé, le pegué una serie de escuchas y me cagué en todo por las 1200 pesetas que había gastado en un disco tan flojo. Luego se lo presté a un colega más ducho que yo en temas rocanroleros y dijo una frase de esas que uno debería tener enmarcadas en casa, que debería salir en todas las recopilaciones de citas:

Para los grandes de los 70 los 80 fueron muy duros.

Aquel disco de los Who era un ejemplo, y podría irme a otros como Bowie o Queen que en aquella época bajaron muchos enteros. El intento de subirse al carro de un nuevo sonido llevo a muchas bandas muy grandes y dignas en las décadas previas a abrazar la horterada y a, posteriormente, intentar hacer desaparecer esos temas de sus set-lists y de las cabezas de sus fans. No en vano muchas de estas bandas no sólo es que no toquen esos temas en directo, es que ni en sus canales oficiales de youtube aparecen aquellos vídeos.

La llegada de las televisiones de temática musical propició una dictadura del videoclip (que es lo peor que le ha pasado a la historia del rock y el heavy metal), hundió a muchas bandas con menos recursos que no podían acceder a la difusión televisiva porque se tenían que pagar además del disco un vídeo y elevó a nuevas y aberrantes cotas el machismo en la industria musical, imponiendo su dictadura de la imagen: si era un grupo formado por mujeres, obligatoriamente debían ser guapas, si era un grupo formado por hombres entonces debían salir rodeados de mujeres guapas y que a poder ser llevaran menos maquillaje que ellos.

Por otra parte los 80 (que en general duraron hasta 1992, y en España creo que hasta 1996) tienen también un aire simpático entre canciones desenfadadas y fiesteras, optimismo reaganiano, señores con mucha laca, lentejuelas por doquier y ganas de situar la diversión por encima del ridículo y la vergüenza ajena. Las gafas rayban de Tom Cruise en Risky Business, los tonos pastel de Corrupción en Miami, Tony Montana contando billetes en su mansión y la NBA convirtiendo la rivalidad Celtics-Lakers en leyenda. Los 80 eran una fiesta donde no se escatimaron excesos, por eso Nirvana fueron un dolor de cabeza: eran la resaca.

Como ya he dicho, lo mío es una relación amor/odio: odio a los 80 por ser el puto Bon Jovi, pero los amo por no ser el puto Kurt Cobain. (A Bon Jovi y a Kurt Coban está claro que no los amo). Y el motivo para mantener vivo este amor/odio es el vídeo +1 de la lista de reproducción que acompaña a este artículo: Porque cualquier día The Hoff es capaz de resucitarlos!