En 2008 los suecos Enforcer hicieron su aparición en el mundillo heavymetalero. Desde sus frías tierras nos trajeron toda esa frescura en un soplo de aire que hizo estremecerse de placer a los seguidores del estilo.
Enforcer, en cierto modo, representan el concepto que muchas veces defiendo de recuperar una vía muerta de la evolución musical. Esto suena raro, así que me explico: A lo largo de la historia del rock a veces aparecen bandas innovadoras, con un sonido original, pero por cambios en el mercado o en la percerpción de las discográficas nadie sigue la senda marcada por ese sonido. Enforcer beben de las bandas más melódicas y a la vez speedicas de la NWOBHM: Raven, Angel Witch, los primeros Cloven Hoof, Tank, Grim Reaper o los Iron Maiden de la etapa DiAnno…
Pasando de producciones saturadas modernillas, Enforcer nos ofrecen un bajo Maideniano y distorsiones old school (Marshall / Engl), una voz aguda y limpia bombos graves.
El disco se abre con un speedico ataque cargado de buen humor, con el tema Black Angel clara muestra de lo que se nos presentará a lo largo del álbum y que viene seguido de un Mistress from Hell con unas guitarras con aroma a los Judas de los setenta. Sin dar ni un segundo de descanso Into the Night es el tercer tema del disco, siguiendo la misma receta de velocidad extrema sin renunciar a la melodía y al rock, pues no son unos vulgares Dragonforce o Cellador haciéndole pajas al mástil. El riff de Speed Queen, por su parte, podría traer recuerdos al speed metal americano, a los canadienses Exciter o a los Riot de Thundersteel. En On the Loose levantan un poco el acelerador, mostrando un poco lo que sería el sonido de su también excelente segundo disco, y nos ofrecen un tema con una cadencia más maideniana de los tiempos Dickinson. La instrumental City Lights ya sí que nos transporta al primer disco de Maiden, con un fuerte aroma al Transylvania. Scream of the Savage podría recordarnos a unos primos más melódicos de SDI, con un riff algo más thrash metal, pero con una producción más clásica. Curse the Light no se por qué me recuerda a Spotlight Kid de Rainbow en su riff principal (tocada a triple tempo, claro). Y para cerrar una joya como Evil Attacker, una canción de puro headbanging, un hit por derecho propio.
Si te gusta el heavy metal clásico, la NWOBHM o simplemente las guitarras tocadas a toda hostia, este disco de Enforcer aporta humor, frescura y unos temazos impresionantes. Para no perdérselos.