No es la primera vez que Ubuntu Studio llega a estas páginas, ya hablamos en su día de la anterior versión LTS, y la pasada semana nos llegó la última revisión de esta distribución orientada a la grabación, edición de audio, vídeo, fotografía o maquetación.
Una de las cosas buenas del software libre es que permite la proliferación de sistemas operativos específicos para una actividad, como es el caso de este Ubuntu Studio. Y no sólo por venir con una serie de drivers y software específico para esos trabajos (cosa que podríamos instalar en cualquier otro equipo con un Ubuntu normal) sino por peculiaridades propias como el kernel de baja latencia (si no sabes lo que es, desde Usemos Linux te lo explican muy bien) o su ligero pero elegante escritorio inspirado en XFCE.
Pero vamos con el software ¿Qué nos trae «de serie» esta nueva versión de Ubuntu Studio?
Pues en el terreno el servidor de audio de baja latencia Jack, la estación de trabajo con audio digital Ardour, el editor Audacity (con el que grabo mi podcast), el sintetizador Yoshimi, la caja de ritmos Hydrogen, el secuenciador MIDI/estación de trabajo Qtractor o el previo de guitarra Rakarrack.
Para temas de diseño trae el software de modelado 3D Blender, el editor de gráficos vectoriales Inkscape, el sofware de manipulación de imágenes y fotografías GIMP y la herramienta de dibujo orientada a tabletas táctiles MyPaint. Y en temas de fotografía nos encontramos con el cuarto de revelado virtual Darktable, para trabajar con archivos en formato RAW, y el software Shotwell para gestionar y organizar tus colecciones.
Para el tema del vídeo nos encontramos el sencillo editor OpenShot, el programa DVDStyler para crear menús, subtítulos, audios múltiples y demás opciones típicas del formato DVD y el framework FFMPEG.
Y terminamos con el tema de edición y maquetación, donde vienen los populares Calibre, Scribus y, como no, la suite ofimática Libre Office.
Ubuntu Studio sigue presentándose como una gran opción para hacerte un estudio casero totalmente basado en software libre, sin olvidar que podemos complementarlo con mucho más software que pudiéramos necesitar y que tiene unos requisitos de hardware relativamente bajos para el trabajo que vamos a desempeñar.
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