Existe este año cierto paralelismo entre la final del Este y la del Oeste. Por un lado llega uno de los máximos favoritos, por otro un equipo que no contaba tanto en las quinielas.
Miami se ha plantado en la final sin sorpresas. Con un contundente 4-1 dejaron fuera a unos Bulls donde el debate sobre la actitud de Rose ante estos playoff ha quedado abierto. El guión ha sido el esperado: Big Three machacando y los “obreros” dando el empujón extra de calidad al equipo. Poco pudo hacer el mejor Nate Robinson desde que salió de los Knicks y un Bellinelli sólido como tirador de banquillo. Si algo me queda claro es que Chicago debería deshacerse del megacontrato de un Boozer que aporta números pero que no es capaz de dar la cara en los momentos calientes.

Por su parte Indiana, contra mi pronóstico, se ha plantado en la final de conferencia. Cierto es que su tercer puesto en liga regular hace que no sea tan sorprendente, pero pocos apostarían por ellos a principios de año, sobre todo con Granger lesionado toda la temporada y con un Roy Hibbert que en liga regular no fue el de la pasada campaña (aunque en estos PO ha recuperado su mejor nivel). New York llegaba fuerte tras un año bueno contra todo pronóstico, muy cargados de moral, pero pesaron muchas cosas en su contra en esta eliminatoria: Kidd sucumbió a la edad y se borró literalmente del equipo, Amare no estuvo por culpa de las lesiones y J.R. Smith pegó un terrible bajón en su juego, haciendo porcentajes de tiro horribles. Es cierto que hemos visto al mejor Carmelo, pero como Durant en el oeste por muy bueno que sea un jugador no puede ganar una eliminatoria solo.

Si nos remontamos a la temporada pasada recordaréis que ya hubo un Heat – Pacers. Critiqué mucho al entrenador de Indiana porque no supo aprovechar la ventaja que significaba tener a Hibbert frente a unos Heat que no tienen un pivot con talento que lo pueda defender. Este año en la eliminatoria contra los Knicks pasaba lo mismo. En el sexto partido, cuando era evidente que los balones a Hibbert finalizaban en un 90% de las jugadas en canasta o falta (y hablamos de un pivot que supera el 80% desde la línea, así que no se le puede hacer un “hack” como a Shaq, a Howard o a DeAndre Jordan) los Pacers se obcecaban en lanzar triples que no entraban. Entiendo que un entrenador quiera ser fiel a su sistema, pero si tienes a un jugador al que el rival no puede parar tienes que explotarlo. No hay nada malo en que en una eliminatoria tu pivot promedie 25 tiros por partido, por mucha filosofía de juego en equipo que se tenga, si el equipo rival carece de los recursos para detenerlo. Y es que si hablo tanto de Roy Hibbert es porque creo que es el jugador clave de esta eliminatoria. Si Indiana saben usarlo, si le sobreasignan, o acabará hinchándose a anotar o forzará que tengan que hacer una defensa especial sobre él, poniéndole a dos hombres encima y dejando liberado a algún jugador exterior para hacer daño. Pero si se empeñan en seguir con su fórmula habitual de juego serán más carne para la picadora de LeBron y compañía. Si de algo estoy seguro es de que la única posibilidad de los Pacers pasa por el gigantón.
Querría ser romántico y apostar por Indiana, pero la cabeza me dice que Miami van a pasar de ronda. Le doy un 4-2 a los de Florida.