La dimisión de un Papa es un hecho poco usual. De hecho antes de que Joseph Ratzinger, aka Benedicto XVI (equisuvepalito), dimitiera el precedente más cercano era Gregorio XII, en el siglo XV. Y en este caso ni siquiera ha mediado un antipapa para forzar la caída (al menos no uno oficial).  Aunque la TVG ya está preparando el publirreportaje «Rouco Varela, o Papa Galego» por lo que pueda pasar (y viendo los antecedentes de fachorros gallegos que se enganchan al poder, véase Fraga y Franco, sería una garantía de no dimisión, de morir pegado a la poltrona como si exudara cianocrilato) yo tengo una lista mucho mejor de papables. Más fiables, más solemnes y más apuestos además:

• Lemmy: ¿Por qué poner a un autoproclamado intérprete de dios en la Tierra si podemos tener directamente a dios como papa. Y es que Lemmy es dios, por mucho que lo niegue (recordemos su frase «Una vez le vi, en un colocón de ácido en los 70, y era más alto que yo«). Y es que Lemmy es un tío que ha estado relacionado de siempre con la iglesia, basta con decir que su padre era cura (o eso supone). Además, en su atuendo suele lucir cruces, bueno cruces de hierro alemanas, pero cruces a fin de cuentas. Además ¿no fue un best seller «Dios vuelve en una Harley«? Pues un papa motero les vendría a juego con el popular libro.

  

   

• Bud Spencer: En todas las quinielas para Papa siempre tiene que haber un italiano. ¿Y quién mejor que Bud? Tiene el cariño del pueblo, es carismático y fenómeno a la hora de repartir hostias. Además, sería el primer Papa que participó en unas olimpiadas.

  

   

• Clyde: Pensaba proponer  a Clint, porque Clint es grande, pero la verdad es que hoy tengo el día un pelin Homer Simpson (creo que me comeré un donut al salir) así que mejor entonar el Hail to the Chimp y proponer a Clyde (el mono boxeador que le acompaña en Duro de pelar y La gran pelea) como papa (y Clint cardenal, o algo así). Es que entre lo bien que creo que le quedaría la mitra y la gracia que me haría ver a todas las conachas del PP con mantilla decimonónica arrodillándose y besando el anillo a un orangután hasta pondría la X en la casilla de la iglesia para cofinanciarla.

  

   

• El papa Espacial: Adelantémonos al futuro. Si, según Futurama, en el año 3000 todas las religiones monoteístas se habrán unido en una sola y el Papa Espacial será un cocodrilo superevolucionado ¿por qué no poner ya a un cocodrilo? Luego se le pone una grabación de algún papa dando la bendición en varios idiomas y ya cumple. Ok, gastará más en comida, pero no necesita caros trajes dorados ni abalorios de platino y oro.

  

   

• Berlusconi: Y de nuevo volvamos a los candidatos italianos (y humanos, aunque de este último no lo tengo muy claro). Il Cavaliere ha naufragado en su intento de volver a la presidencia del gobierno. Pero si no puede serlo en Italia ¿por qué no en el Vaticano? Vale que las fiestas bunga-bunga pueden parecer alejadas de la moral de un Papa, pero a su favor hay que decir que aunque le gustan jovencitas no llega a pederasta. Además, siempre ha tenido buena relación con los principales clientes de la Banca Vaticana (la mafia, of course).

  

   

• Emeritus II: La ventaja del satánico Papa sueco de los Ghost es que tiene experiencia en el cargo de Papa, traje propio y estudios musicales (ideal para misas cantadas). Además, aunque sea un pelín satánico al menos no ha militado en las juventudes Hitlerianas, como su predecesor (Ratzinger y Tintín, dos ejemplos de que tener un pasado nazi no es óbice para no triunfar). Y es que aunque ponga la cruz del revés y acabe sus oraciones con NEMA su candidatura es poderosa, la experiencia es un grado. Además, sale muy guapo en el merchandising.

  

En fin, aqui lo dejamos con 6 (66) posibles Papas. Al final, como la iglesia católica es rancia y aburrida, elegirán a alguien más conservador, ya lo veréis. Y si no os gusta el oficial, siempre os podéis hacer fieles del Papa del Palmar de Troya, si es que es lo bueno del capitalismo, la variedad de productos en el mercado.