Llevamos dos semanas de NBA. No es mucho, pero mirando ciertas cosas hay que reconocer que la temporada a empezado de una forma «inesperada».
En el Este no se qué es más sorprendente, si que los Knicks estén teniendo el mejor arranque de la liga (cinco partidos, cinco victorias) sin Amare Stoudemire, o si que los Charlotte Bobcats, con su flojo equipo estén con un balance positivo de 4-3 (el año pasado hicieron el peor porcentaje de victorias de la historia). Washington Wizards con un 0-7 van camino de igualar su vergonzoso 0-8 del año pasado, Detroit con 1-8, Cleveland con 2-6 y Orlando con 2-5 están en la línea que se esperaba: peleando por no ser los peores. Indiana, con un 3-6 no ha arrancado todo lo bien que se podría esperar, con Granger lesionado, Hill irregular y Hibbert haciendo sus peores números desde su año rookie (no llega a 9 puntos por partido con un 38% en tiros de campo). Miami bien, pero menos intratables de lo que se podría esperar, Chicago competitivos a pesar de la baja de Rose y sorprende el buen inicio de los Bucks, a pesar de que Ilyasova tras su cara renovación se está «dejando llevar» en este inicio.
El Oeste por su parte soprendió con un horrible inicio de los Lakers, con Nash lesionado en el segundo partido, que acabó llevando fuera a Mike Brown. Llegará D’Antoni con un 3-5 a intentar hacer funcionar a un equipo que gira demasiado alrededor de Kobe Bryant. Soprenden los T-Wolves, machacados por las lesiones (ayer jugaron con sólo 9 jugadores, con varios titulares «out») y sin sus estrellas Ricky Rubio y Kevin Love logran arrancar con un 5-3. San Antonio, sólidos con su largo banquillo veteranas estrellas lideran la conferencia con un 7-1, seguidos por los soprendentes Grizzlies de Gay, Marc Gasol y Zach Randolph que además de ir con un 6-1 han derrotado tanto a Oklahoma como a Miami de forma clara y contundente. Los Clippers con un 6-2 han comenzado como se esperaba de un equipo que aspira a jugar play-off, y soprende que New Orleans estén con un 50% cuando partían como uno de los peores equipos a priori. Los peores de momento están siendo Sacramento con un 2-6 (que además han visto como Cousins se quedaba sancionado varios partidos) y el club del 3-5 formado por Lakers y Portland.
En cuanto a actuaciones individuales cabe destacar el antes citado mal juego de Roy Hibbert en este inicio de temporada, tras haber sido all-star y haber firmado una gran renovación. Entre los novatos el número 1 Anthony Davis se mueve en las cifras esperadas: 15 puntos, 7 rebotes y 2.8 tapones, aunque la gran sorpresa está siendo Damian Lillard en Portland con 18.4 puntos y 6.6 asistencias, erigiéndose líder del equipo. Decepciona el inicio de Austin Rivers a pesar de tener minutos (poco a poco perdiendo el puesto frente al venezolano Graivis Vasquez) y el de Jonas Valanciunas, no sólo por sus flojos números sino por ser incapaz de parar a sus rivales. Kidd-Gilchrist por su parte se muestra irregular, mezclando grandes partidos con actuaciones más flojas. La apuesta de Houston por Lin y Harden va mostrando que el taiwanés es más inconsistente de lo que prometía en New York y que el barbudo puede liderar… cuando tiene el día, porque combina exhibiciones anotadoras con partidos discretos; aunque el que sí está sorprendiendo en la franquicia tejana es el inicio de Omer Asik, sólido en el rebote y la defensa aunque limitado en ataque. Y siguiendo por Texas, al que no le están pesando los galones es a OJ Mayo en Dallas, perfilándose como el lider anotador del equipo mientras esperan a que vuelva de su lesión Nowiztki. Otra sopresa entre los pivots está siendo el arrollador inicio del brasileño Anderson Varejao, con casi 16 puntos y 14 rebotes por partido, que está siendo una de las sensaciones más agradables para los seguidores de Cleveland. Y el que está reboteando cosa fina es Kevin Durant, que de momento promedia 10.3 rechaces capturados, sumados a una media de 24 puntos y 4 asistencias con buenos porcentajes de tiros, perfilándose otro año más como uno de los candidatos al MVP; MVP por el que parece estar dispuesto a pelear con uñas y dientes un Carmelo Anthony que se está mostrando más sólido que nunca, más centrado, que con sus 26.8 puntos y 7.4 rebotes se muestra más cercano al jugador que sorprendió en los Juegos Olímpicos liderando al USA Team que al egoísta inconsistente que ha fracasado en sus intentos de ganar algo los últimos años. Por su parte LeBron con 24 puntos, 9.4 rebotes y 6.2 asistencias lleva muy bien su reconversión definitiva al puesto de ala-pivot en Miami; y Kobe en su línea con 26 puntos y la filosofía «cojo el balón, lo subo, me lo tiro» que en parte está hundiendo a LA.
Y más o menos todo esto es un rápido resumen de cómo han sido estas primeras dos semanas de NBA. Seguimos esperando los retornos de Ricky, Rose, Love, Nowitzki, Stoudemire… que darán más chicha a la competición. Se ha jugado poco para poder decir nada, pero desde luego apunta a que puede ser una temporada impredecible.