Cinco géneros, cinco películas (vol II)

En fin, segunda parte tras el Vol I llega la segunda parte de «Cinco géneros, cinco películas» que finalmente se extenderá hasta el volumen IV. ¿Por qué? Pues por ejemplo porque el género «comedia» decidí dividirlo en 3, como veréis a continuación: Comedia dramática, comedia absurda y comedia gamberra. Y junto a estos tres géneros en esta entrada también trataremos la ciencia ficción y el «survival horror«. Así que vamos allá.

  • El apartamento (comedia dramática): Dirigida por el genio y maestro de maestros Billy Wilder, con un Jack Lemmon impresionante, El Apartamento logró aquel año arrasar en los premios de la academia llevándose 5 Oscars y otras tantas nominaciones más. La historia nos sitúa en el New York de la época, donde un joven oficinista descubre la forma de medrar en la empresa: Dejar su apartamento a los directivos para que se lleven allí a sus amantes. Pero el plan se empezará a estropear cuando se enamore de la amante de uno de sus jefes, lo cual le llevará a una serie de enredos cada vez más complejos. Por medio de este argumento Wilder nos transporta a un relato sobre hipocresía social, duplicidad moral, falta de escrúpulos a la hora de utilizar a las personas como objetos y un humor inteligente, sutil, cínico y un pelín negro por momentos. En dos palabras OBRA MAESTRA.
  • La vida de Brian (comedia absurda): Brian de Nazareth nace el mismo día que Jesucristo y vive una existencia casi paralela a la suya, aunque sea por accidente. En medio de la ocupación romana se une a un grupo disidente judío y acaba convertido en un profeta sin él buscarlo. Hablar de La Vida de Brian es hacerlo del punto álgido de la carrera del grupo cómico inglés Monty Python. Ya habían tenido éxito en la televisión y conseguido relevancia en el cine con sus anteriores películas, pero La Vida de Brian fue su pasaporte hacia la historia. Estrenada en agosto de 1979, la película se convierte en una corrosiva sátira tanto política como religiosa, hecho este último que ha llevado a que todavía a día de hoy siga prohibida su proyección en algunos pueblos de EEUU y Reino Unido. Incluso hubo debates televisados en la BBC donde varios representantes de distintas ramas del cristianismo debatían si la película debía considerarse blasfema o no. Los Monty Python, imbuídos por un espíritu provocador, gamberro y desafiante que llegaba más allá de la línea que había marcado la generación del punk británico, dejaron múltiples gags para la historia. Y para el final, nada menos que el temazo Always look on the bright side of life.
  • Le llamaban Trinidad (comedia gamberra): Aunque a largo plazo Bud Spencer y Terence Hill abusaron en exceso de sus personajes y de repetir los mismos gags hasta la saciedad, no se puede negar que varias de sus primeras películas son comedias muy bien logradas. Le llamaban Trinidad, primera parte de una trilogía que se completa con Le seguían llamando Trinidad y Y después de llamaron El Magnífico, nos muestra las claves de su posterior filmografía: Chistes tabernarios, mamporros por doquier, acrobacias de Terence Hill que intenta seducir a toda mujer que se le cruza y la típica dualidad «gruñón pero con buen corazón» de Bud Spencer. De ambientación western, nos cuenta la historia del forajido ligón Trinidad (Terence Hill), que en su vagar por el desierto se encuentra con que su hermano, un ladrón de ganado interpretado por Bud Spencer, ha sido nombrado sheriff de un pequeño pueblo, donde espera a que el resto de su banda salga de la cárcel para dar un buen golpe. Con la intención de seducir a dos hermanas mormonas, Trinidad intentará convencer a su hermano de ayudarlas y hacerle la vida un poco más difícil al alcalde del pueblo. Si te estabas esperando un guión sesudo y complejo… va a ser que no, pero si quieres un rato de risa y choteo, no te la pierdas.
  • Dark City (ciencia ficción): Dirigia por Alex Proyas, más conocido por ser el director de El Cuervo, esta película australiana de 1998 ha sido llamada la hermana mayor de Matrix. Producida por el mismo estudio, parte de sus fondos y decorados fueron reutilizados luego por los hermanos Wachowsky. Al igual que Matrix juega a revisar el mito de la caverna de Platón en un ambiente cyberpunk oscuro y opresivo, aunque en este caso centrándose más en los diálogos y la investigación, al estilo del cine negro de los 50, que en los tiroteos y las secuencias de artes marciales que usaron los Wachowsky, estando realmente más cerca del cine de David Lynch. En Dark City se nos plantea una ciudad que parece no tener límites, donde el protagonista se despierta en la escena de un crimen, aquejado de una fuerte amnesia. Poco a poco irá descubriendo que unos personajes, los Ocultos, manipulan la realidad de la ciudad a su antojo. Si todavía no la habéis visto, creo que la reedición de la película de 2008, con el montaje del director está mejor que la que salió en cines. Dark City es una pequeña joya olvidada, no la dejéis pasar.
  • Asalto a la comisaría del distrito 13 (survival horror): Tras un intenso debate tabernario sobre si esta peli era acción, thriller o si la podíamos meter en survival horror, ha acabado aquí. Porque me da la gana que para algo el blog es mío. A pesar del infame remake con Ethan Hawke, este clásico de 1976 de John Carpenter sigue siendo un film muy válido. El argumento: Un bus que transporta a tres presidiarios para en una comisaría para buscar medicamentos para uno. Dicha comisaría va a ser cerrada a la mañana siguiente por traslado, y sólo quedan dentro un par de agentes de guardia y poco equipo. En medio de esa situación llega un ciudadano corriente que ha matado, por venganza, al miembro de una peligrosa banda que asesinó a su hija en un tiroteo, por lo que el resto de la banda aparece siguiéndole y asediando la comisaría con ansias de linchamiento. Y ahí comienza la acción: la banda intenta penetrar en el recinto y los de dentro sobrevivir. Con un reparto de desconocidos y un presupuesto de sólo 100.000$, escueto incluso para la época, Carpenter logra sacar adelante una película muy resultona, divertida, tensa y con personajes carismáticos. En un principio pretendía hacer un western, muy influenciado por Rio Bravo, pero la falta de presupuesto le llevó a darle una ambientación contemporánea. Películas como esta demuestran que Carpenter es un maestro cuando se trata de trabajar con pocos medios.

Y con esto toca su fin el Vol II. Próxima entrada… Vol III (mañana o pasado)

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