Hace dos años el cáncer nos dejaba sin el enorme Jon Lord, uno de los superclase del rock and roll, pura elegancia tras su órgano Hammond. El mejor teclista que haya visto el rock and roll (apreciación totalmente personal pero que considero un axioma) como demostró con Deep Purple, Whitesnake y en sus diversos proyectos en solitario. Como decía un amigo mío, «el señor Purple»