En el reino de los mediocres el menos malo es el rey.

El pasado viernes tuve una tarde relajada. Al faltar uno de mis profesores pude darme un paseo por el centro de Compostela, el típico paseíllo escuchando una recopilación de temas de Barricada y Barón Rojo en el MP3, para estirar las piernas y relajar la cabeza. Claro, no había pensado que el concepto “relajar la cabeza” no es compatible con el concepto “apertura de la campaña electoral”.

Lo chabacano y mediocre está tan interiorizado entre nuestros políticos que daría la risa si no diera tanto miedo pensar que esa gente dirige nuestra vida. Las referencias que están haciendo en esta campaña los políticos locales son de delirio: El PSOE apuesta por un pulpo Paul sobre una urna con su logo, con el slogan “Vota polo polbo da túa vida” (para los no gallego-parlantes, polbo significa pulpo, y la frase sería un juego de palabras dado que aunque literalmente diga “Vota por el pulpo de tu vida” suena igual que “Vota por el polvo de tu vida”), ingenio de barra de bar y referencia futbolera. Pero aquí no acaba el show porque el candidato del PP, Conde Roa, se ha convertido en CR11… ¿qué clase de candidato a la alcaldía de una ciudad cree que puede ganar votos equiparándose a un futbolista portugués malencarado y sobre el que recaen sospechas, parece que bastante fundamentadas, de estar implicado en asuntos turbios (2008, Manchester United, prostitutas, cocaína…)? Vamos, que precisamente no es que Bugallo y Roa sean Kruschev y Churchill. Del resto de partidos no diré nada porque no me he dado de morros todavía con su publicidad.

El caso es que ver esto me hace pensar en los políticos que recuerdo de mi infancia y pre-adolescencia. Porque no es que sólo los políticos locales ya no sean lo que eran, es que la clase política española últimamente deja mucho que desear. Independientemente de las ideas de cada uno ¿hay en esta generación de políticos alguno con la cultura y preparación de los de la anterior? ¿tiene el BNG a alguien como Beiras? ¿tiene el PP a un Fraga(bueno, tiene a Fraga todavía… pero el hombre con esta edad mejor estaría jubilado)? ¿hay en Izquierda Unida un nuevo Anguita? ¿alguien el PSOE habla como Felipe González?.  Si Rubalcaba y Rajoy son lo mejor que los partidos mayoritarios pueden ofrecer… vamos jodidos. Desde que Aznar ganó unas elecciones su estilo se impone: gris, maleducado y mediocre.

No hace mucho veía un debate autonómico entre Beiras y Fraga, no recuerdo exactamente el año pero debía ser sobre finales de los ’90, uno puedo estar más o menos de acuerdo con las ideas de cualquiera de ellos, no quiero meterme en este artículo en cuestiones ideológicas, pero costaba seguir el debate, y no porque no hablaran claro sino porque lo que decían te hacía pensar, y a veces hasta te obligaba a consultar una enciclopedia para entender las referencias que se daban. Era un debate denso e ilustrado. Entonces se veía una cultura, una preparación y una inteligencia que yo no acabo de ver en los políticos actuales, eran políticos capaces de argumentar lo que defendían, aunque en muchos casos fuera hasta indefendible.

En la política española reinan los trepas, los “hombre del partido” que llevan años sabiendo qué espaldas rascar, qué pollas chupar y qué culos lamer, y en lugar de tener políticos capaces, bien formados e inteligentes tenemos a un montón de niños de papá, o neo-caciques adinerados por algún pelotazo bursátil/inmobiliario, que no saben hacer la o con un canuto y pasan sus noches mascando el insulto, lo que ha convertido los debates parlamentarios en discusiones de patio de colegio. “Tú eres un ladrón”, “pues tú más”. “Tú has hundido la economía del país”, “pues tú la hundiste antes”. Sobrecogedor. La política se ha futbolizado, hooliganizado y americanizado hasta niveles que rozan el absurdo, y la nueva norma es el «insulta que algo queda», práctica que los periolistos que pueblan esos panfletos, que algunos osan llamar prensa, realizan a diario. También es algo normal, desde que se ha impuesto el voto inútil y la gente, en lugar de votar al programa que más se adapta a sus ideas, vota a uno de los dos grandes para evitar que gane el otro, estos partidos sienten que no necesitan ni un programa ni un líder decente para conseguir la victoria, basta con acojonar lo suficiente al electorado indeciso y confiar en su electorado hooligan.

La gente se queja de los enormes sueldos de futbolistas y actores y yo me pregunto si no se dan cuenta de lo verdaderamente aterrador que es ver como se pagan sueldos exorbitados a chupópteros y correveidiles que, en tiempos de crisis, tiran el dinero público en chorradas (¿una playa artificial en un pueblo que ya tiene playa?¿tres aeropuertos enanos en Galicia mientras Oporto se lleva todos los vuelos importantes?¿una macrobiblioteca situada en un complejo cultural mal comunicado?) mientras se recorta en servicios sociales básicos (9 horas en urgencias para que te atienda un traumatólogo porque sólo hay uno de guardia y no hay radiólogos).

En fin, que con este panorama dan ganas de coger el primer vuelo a Vladivostok, que seguro que hay trabajo en la recogida de cebolla.

Un comentario en “En el reino de los mediocres el menos malo es el rey.

  1. Echo de menos los debates de política de verdad. Aunque me cogieron ya tarde, siempre puedo entrar en youtube y encontraré alguno.
    Y lo peor de todo no es que cada vez tengan menos cultura los políticos y los periodistas, sino la gente de a pie en general. Los «grandes» han ido reduciendo el nivel educativo español para manejar a la sociedad a su antojo. Pero un día, la gente se les echará encima, cuando vean que no tienen nada, que están en la calle y no tienen ni para comer. Algún día el pueblo abrirá los ojos y será tarde para detenerlo.

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