El Bandcamp de la Quincena: Hypnos – GBG Sessions.

Desde Suecia nos llega esta semana el disco a reseñar en el Bandcamp de la Quincena.

Publicado el pasado 20 de abril por el sello The Sign nos llega una nueva entrega de esta banda de Göteborg, un disco de 2018 pero que suena como si hubiera sido compuesto y grabado 40 años atrás.

Hypnos GBG

Formados en el año 2013 estos Hypnos no tardaron en llamar la atención del sello Crusher Records, publicando dos LP y un con ese sello. Ahora nos traen esta nueva entrega, estas GBG Sessions, donde regraban cinco de esos temas en directo desde un estudio y añaden alguna novedad y alguna sorpresa.

El disco se abre con las dos canciones nuevas: Aint no Fool y Border Patrol, dos piezas cuyo sonido nos transporta a los inicios de la NWOBHM, a un heavy metal primitivo, veloz y melódico, ¿Como la primera entrega de sus compatriotas Enforcer? Mmmmm, no, con un espíritu similar pero en su caso más rockero. Las guitarras podrían estar sacadas del primer disco de Iron Maiden o de los momentos más heavies de Thin Lizzy y la voz suena como una mezcla entre Bruce Dickinson y el Joey Tempest de la época más metalera de Europe. Tras eso llegan las revisiones de sus temas antiguos con piezas como Hands of Evil, donde su sonido se acerca a los Judas Priest de los años 70, una Looking Out donde la velocidad se duplica para ofrecernos una pieza de rocanrol heavirulo y desenfrenado a la Girlschool o temas como Nightmares, The Mountain o 1800 donde el blues se hace con el mando y hasta coquetean con la psicodelia, por una parte con mucho de sus compatriotas Graveyard y por otro con cierto aire a Wishbone Ash en esas dobles guitarras. Como sorpresa final, una versión de Gimme, Gimme, Gimme de Abba, que ya parece obligatorio que todo grupo sueco haga una versión de sus compatriotas eurovisivos (este mismo tema también había sido metalizado previamente por Yngwie Malmsteen)

Se trata de una grabación un poco rara el sacar un directo desde un estudio, pero supongo que tendrá algo que ver con el cambio de sello. En cualquier caso, una buena colección de temas para introducirse en el universo de estos Hypnos.

El Bandcamp de la Quincena: Iron Spell – Electric Conjuring (25/06/2017)

Esta semana en El Bandcamp de la Quincena nos calzamos la chupa cruzada y las mallas de cebra para tomar un vuelo a Chile. Si la ultraliberal Inglaterra de la Thatcher fue la cuna de la NWOBHM, el ultraliberal Chile actual nos trae a una banda con clara reminiscencias a este movimiento.

Nacidos en Santiago de Chile en 2013, tras la agrupación de unos músicos ya veteranos, Iron Spell son una clara apuesta por el heavy metal clásico tanto a nivel de sonido como de estética. El quinteto chileno está formado por la dupla guitarrera formada por Fire Jack y Raiden Holmes, la aguda voz de Merciless, Steelhammer a los parches y el bajo de Rocko Van Roman.

Iron Spell

En 2014 publicaron su primera demo, titulada Heavy Metal Witchcraft, y en 2016 nos presentaron este primer LP titulado Electric Conjuring donde siguen la estela de otras bandas contemporáneas como White Wizzard y Enforcer, ofreciendo un heavy metal melódico y clásico, deudor de la NWOBHM, con mucho punteo a doble guitarra y de producción muy brillante, con patente influencia de Iron Maiden y de otras bandas británicas como White Spirit, Saxon o de la ola germana de los primeros ochenta como Warlock y los Scorpions pre «banda de baladas en masa»  de los primeros años de Matthias Jabs y hasta de grupos americanos como Riot o Warlord. En la parte vocal de hecho no puedo evitar acordarme de los primeros trabajos de los vallecanos Easy Rider, con Eugenio en la voz, creo que por la forma en la que dobla las partes agudas.

Un disco enérgico y clásico este Electric Conjuring, que nace con la pretensión de ofrecer una buena dosis de heavy metal directo y sin experimentos: «si funciona, no toques«, que suele decirse. Iron Spell es un nombre que esperamos seguir escuchando durante mucho tiempo, y sin que decaiga este espíritu.

Hell – Human Remains

La historia de los Hell es una de las más curiosas de la NWOBHM. Si rebuscas un poco podrás encontrar sus primeras maquetas de allá por el año del mundial de Naranjito, con muchos de los temas que formaron parte de este Human Remains, pero no verás ningún LP. Incluso hay algún vídeo de la época, en una calidad bastante deficiente (bueno, tampoco te creas que el sonido de las maquetas es una superproducción, una maqueta autoproducida de aquella época puedes imaginarte que no tiene un sonido nítido y claro) pero que dan muestra de la capacidad de convocatoria y la espectacularidad de los directos de esta banda. Su show, con pirotecnia y blasfemia por doquier, impactaba tanto como el de los mismísimos Venom, y sus temas eran buenos, tenían todo el potencial para ser importantes pero la mala suerte se cruzó en su camino. Justo antes de sacar su primer LP la discográfica que les había hecho el contrato, la belga Mausoleum que sacó a muchas bandas de la escena underground, se fue a la quiebra, y poco tiempo después su vocalista David G. Halliday se suicidó. Hell morían prematuramente, antes de que la mayor parte del público les conociera.

Hay que saltar dos décadas en el tiempo, hasta 2008, para llegar al comienzo del renacimiento. Son Andy Sneap (Sabbat), como productor y guitarrista, y Martin Walkyier (Sabbat, Skyclad), quien se ofrece en un principio para ser el vocalista en una reunión de la banda, los artífices de la reencarnación, cumpliendo así un sueño de adolescencia ya que habían sido grandes fans de la banda en su día. Pero la voz de Walkyier, demasiado personal, no acaba de convencer a los miembros originales del grupo, que decían que no guardaba ningún parecido con la voz original. Parecía que Hell volverían a desaparecer, hasta que finalmente aparece un vocalista, David Bower, el hermano del guitarrista Kev, salido del mundo del teatro y sin mucha experiencia como músico, pero con una voz y una actitud escénica perfectas para banda. Y la máquina se reactiva para, finalmente, dar a luz este Human Remains en 2011, acompañado de una gira de presentación por Europa.

El grueso de los temas del disco son las canciones que formaron parte de su primera maqueta, si bien la producción logra darle un toque muy contemporáneo, sin dejar de ser heavy clásico. Tras la intro Overture (Themes from Deathsquad) el tema On earth as it is in hell nos da una muestra del peculiar sonido de estos Hell contemporáneos, donde los riffs de espíritu Saxon casan perfectamente con arreglos propios de la década, más modernos tirando de teclados y samplers, y donde ya podemos comprobar el dramatismo de sus letras (la de esta en concreto, sobre un mensajero infernal, me recuerda mucho a De Guindos apareciendo los viernes por la tele… si la escuchas ya entenderás por qué). Plague and Fyre, inspirada en la plaga de peste y el gran incendio que asolaron Londres en el siglo XVII nos regala una teatralidad en la interpretación vocal propia de un King Diamond, en una enorme tema de heavy metal que comienza con una agónica intro para llevarnos a una canción donde el tono agónico parece medrar hacia lo épico en un loco remolino, un hijo bastardo de Broadway, Mercyful Fate y el show de los horrores de Arthur Brown. El disco no deja un solo momento de silencio, las intros sirven para unir los temas de forma que parezcan formar un todo indivisble. The Oppressors muestra un riff de inspiración muy Black Sabbath blueseros aunque con un toque de Judas Priest, jugando de forma inteligente con los teclados para dar un ambiente más apocalíptico a la canción. Tirando de arreglos disonantes, juegos a dos voces y tensiones en la armonía Blasphemy and the Master continúa este paseo entre la oscuridad y la agonía, aunque Let Battle Commence nos de un respiro de tanta maldición llevándonos a una pieza más speedica y épica. Con más de 10 minutos The Devil’s Deadly Weapon es el tema más largo del disco, si bien dos minutos ya son de intro, para dar paso a unos teclados muy ochenteros y melódicos que dan paso a las guitarras dobladas en una canción que parece más relajada y melódica que las precedentes, si bien la tardía entrada de la voz vuelve a llevarnos a unas atmósferas más apocalípticas y oscuras, mientras el teclado y muchos arreglos de guitarra parecen querer ir hacia derroteros más propios de Praying Mantis. The Quest por su parte da un descanso a la voz, con una tesitura más melódica para esta en un tema de heavy metal con riffs más rockeros y una estructura más hacia la epiciedad, con mucha guitarra doblada, muy melódico, muy Iron Maiden o Saxon. Con una gaita y las risas de las brujas entra Macbeth, y sería de perogrullo hablar de “inspiración Shakespiriana”, un tema con un riff muy clasicote que da paso a un doble bombo poderoso y arreglos de guitarra más tensos. Save us from those who would save us recupera tanto el ritmo frenético y el dramatismo agónico en las voces como la temática religiosa y más oscura, con un gran juego de voces en el estribillo. Para cerrar el disco No Martyr’s Cage, de nuevo un tema muy largo, muy desquiciado y muy tenso.

No se si los Hell de 1982 habrían llegado lejos de haber tenido más suerte en aquel momento, pero los Hell de 2011 sacaron uno de los mejores discos de heavy metal de lo que llevamos de siglo, a pesar de que al menos 6 de los temas ya aparecieran en alguna de sus maquetas de los 80 (se han dejado fuera Deliver Us from Evil, que me parece un temazo). Un disco de heavy metal clásico que sabe sonar contemporáneo sin venderse a las fórmulas mainstream de Nuclear Blast y la plebe wackenera, un disco que sabe ser oscuro sin tener que recurrir a los clichés desfasados y mascados que utilizan muchas bandas de metal extremo o de true metal underground. Un disco con personalidad y calidad.