Licor de kiwi casero

Tras el licor de limón seguimos promocionando el alcohol con otros licores frutales, en este caso el de kiwi. El tiempo de elaboración en este caso no es ni tan largo como con el de limón ni tan corto como el de chocolate o miel.

Kiwi pajarraco no volador

Las proporciones serán medio kilo de kiwis por cada tres cuartos de litro de aguardiente, más algo menos de medio litro de agua y medio kilo de azúcar.

Deliciosos Kiwis gallegos ¿o no?

La idea es cortar el kiwi, pelado, en juliana muy fina y meterlo en un frasco hermético con el aguardiente durante un mes. Tras este primer mes hacéis un almíbar con el azucar y el agua y, cuando esté frío (si lo echáis en caliente se evaporará el alcohol), le mezcláis el licor, filtrado para que no lleve pepitas ni cachitos de pulpa. Una vez mezclado, embotellad, dejad reposar una semana y listo, the work is done.

Y puedes probar el mismo procedimiento con otras frutas, debería dar resultado. O usar ron blanco o cachaça en lugar de aguardiente, hay muchas posibilidades.

Como el kiwi en Galicia se da cojonudamente seguro que podéis conseguir de gratis una cajita de algún vecino al que le sobra producción.

Elaborando tu licor de miel casero

Quería esperar a tener la cámara a mano para poner una foto del resultado, pero como no se qué escibir, tocará este tema. Ya hablamos sobre recetas de bebidas en la sección de coctelería y también os expliqué cómo aplicarle un delicioso licor de chocolate casero, pero ahora lo que toca es hablar del licor de miel, mi último experimento.

La idea original era hacer ronmiel casero, pero no tenía a mano ninguna botella de ron, por lo que opté por usar aguardiente blanca. Hice dos pruebas: una con miel de romero y otra con miel de brezo. Tras catar ambas pruebas la de romero, al ser una miel más suave, provoca que el sabor del aguardiente esté tal vez demasiado en primer plano, por lo que en futuras elaboraciones creo que apostaré siempre por el brezo, o cualquier otro tipo de miel oscura, fuerte y de sabor amargo. Además, que de color también queda mejor con brezo, con romero parece agua sucia.

Vamos con la lista de ingredientes:

  • Litro y medio de caña blanca (aguardiente, orujo blanco… son sinónimos)
  • 700 gramazos de miel (como ya dije, cuanto más amarga, fuerte y oscura… mejor!)
  • Tres ramitas de canela
  • La cáscara de medio limón (sin la parte blacuzca, que amarga, sólo el amarillo)

La elaboración es simple. Pon en un cazo medio vaso de agua , la canela y el limón y deja que caliente hasta la ebullición. Cuando esté burbujeante y aromatizada añade la miel (puedes calentarla un pelín en el horno antes, para que esté líquida, que en invierno puede ponerse como una piedra por el frío) y caliente revolviendo. Si ves que sigue muy densa añade un pelín más de agua, pero no te pases con el H2O. Deja enfriar, revolviendo un poco y cuando esté a temperatura ambiente mezcla el aguardiente con ella. Luego simplemente embotéllala y a la nevera a reposar tres o cuatro días.

Como chupito fresquito está fetén, ya verás.