Si ayer os hablaba de qué tamaño dar a la partición SWAP durante la instalación de Linux, hoy vamos con otra partición: La boot. En el caso de /boot no es obligatorio definirla, pero si la ubicas en una partición primaria al principio (después de la partición SWAP, que se recomienda que sea la primera) y le pones como sistema de archivos ext2 (más ligero que ext3 o ext4, que son los que habitualmente utilizaremos para el resto) lograrás una mayor velocidad de arranque. Que es posible que con ordenador muy potente no notes ninguna diferencia. En /boot se almacena el núcleo del sistema operativo y el sistema de arranque, así que no requiere mucho espacio.
Esto en caso de sistemas domésticos, porque cuando se trata de servidores con múltiples discos intercambiables o sistemas raid sí que puede volverse totalmente obligatorio tener el boot separado.
En todo caso ¿Qué tamaño le damos a /boot? Pues va dependiendo de la distribución de Linux y de si tenemos pensado tener varios kernels (ya sabéis que hay gente con el vicio de recompilarlo), pero en principio vamos a suponer un uso normal de usuario doméstico.
Todo esto lo comento basándome en lo leído en documentación y foros varios, y en alguna prueba doméstica con máquinas virtuales: para Ubuntu desde 10.10 hasta 11.10 dicen que 150 megas van sobrados, pero que para 12.04 mejor 250 . Para Debian 6 leo que se recomiendan 200. Para Fedora dicen que hasta 350, para ArchLinux leo que entre 100 y 150… Si tenéis un disco duro amplio lo mejor es no racanear y con 350 te aseguras no tener ningún problema de falta de espacio. La clave, como comentaba antes, está más en el sistema de archivos (ext2) y en ubicarla justo tras la SWAP.